10 - Rosaline y el trío demoniaco

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Rosaline Pavloka

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Rosaline Pavloka

Me deslizo entre las personas y puedo sentir cómo la gente me observa con asombro y murmura entre ellos. ¿Y cómo no hacerlo? Sé que sonará narcisista, pero por favor, amo ser el centro de atención y estoy segura de que, en el fondo, todos lo amamos.

—Rosaline... No recuerdo haberte invitado a mi fiesta, e incluso si lo hubiera hecho... No cumples con mi código de vestimenta formal —dice la señorita Joy, una hermosa elfa que me mira por encima del hombro, escaneando de arriba a abajo el vestido transparente que llevo, acompañado de una cola blanca y brillante. Sonrío satisfecha al escuchar cómo la música de fondo se detiene y todos nos miran.

Mis ojos brillan con malicia mientras contemplo el caos que he desatado con mi mera presencia. Las miradas de admiración y envidia se mezclan con la confusión y el descontento de aquellos que se consideraban superiores a mí.

—Oops, es una pena. Supongo que habré leído mal la invitación. Le diré a tu esposo que tenga más cuidado al dármela. El pobre debió ponerse tan nervioso —respondo con voz llena de arrogancia, desafiándola con una sonrisa burlona. Mi vestido transparente revela mis tatuajes oscuros y una figura seductora que parece hipnotizar a todos a mi alrededor. Me acerco a ella, dejando que mi cola de sirena arrastre en el suelo con elegancia mientras las luces del lugar reflejan destellos de colores vibrantes.

El rostro de la señora Joy se contrae en una mezcla de disgusto y enojo. Adoro sembrar la discordia y perturbar la paz aparente de estos eventos sociales. Me hace sentir como una protagonista.

Los invitados contienen el aliento, esperando el próximo movimiento de la villana de la noche. Mi sonrisa se ensancha y me acerco a la señorita Joy, invadiendo su espacio personal con una confianza insolente.

—Oh, mi querida Joy, tu esposo sabe muy bien que siempre obtengo lo que quiero. ¿Por qué crees que tu fiesta sería una excepción? —digo en tono burlón, sabiendo que mis palabras la hieren en lo más profundo de su orgullo.

La señora Joy es dueña de una enorme empresa de ropa, y también una estafadora que ha hecho fortuna a costa de diseñadores y trabajadores mal remunerados. Siempre se ha creído intocable, pero yo estoy dispuesta a demostrarle lo contrario esta noche, en donde festeja el vigésimo aniversario de su empresa de mierda.

La multitud observa con fascinación y expectativa mientras las palabras flotan en el aire cargadas de tensión. Algunos murmullos de acuerdo se escuchan entre los presentes, revelando que mi presencia no es la única que causa disgusto en este lugar.

Me alejo lentamente de la señora Joy, dejando un rastro de desafío en mi estela. Mientras camino, mi mirada se cruza con la de varios invitados, aquellos que han sido testigos de los abusos de poder de esta mujer. Sus ojos reflejan una mezcla de agradecimiento y complicidad, como si estuvieran ansiosos por ver cómo continúa esta confrontación.

Tres Enredos Mágicos (PRONTO CORRECIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora