20 - Astra y la azuría

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Astra Margaritári

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Astra Margaritári

Clover y yo caminábamos, tratando de entrar por la puerta trasera (la cual estaba entreabierta, lo que hacía que la entrada pareciera muy sencilla.) Sin embargo, definitivamente sería un desafío ingresar sin ser reconocidas, expulsadas o interrogadas, especialmente porque nuestra vestimenta no se asemejaba en absoluto a la que llevaba la gente dentro de la fiesta.

Los elegantes vestidos que parecían sacado del armario de Marilyn Monroe no tenían ni punto de comparación con lo que Clover y yo planeábamos lucir con nuestro estilo Vagabundo Aesthetic. Este estilo consistía en pantalones rotos que parecían haber vivido más aventuras que Indiana Jones y camisetas tan desgastadas que podrían haber sido utilizadas como trapos de limpieza por un unicornio desaliñado.

—¿Crees que Dahlia está bien? —preguntó Clover mientras ingresaba a la mansión con lentitud para evitar ser escuchada. 

¿Dahlia, encerrada en busca de un demonio con ataques de ira y la fuerza para derribar a cinco hombres?

—Sí, por supuesto.

Al acercarnos a la puerta entreabierta, nos aseguramos de que el camino estuviera despejado. El sonido de la música y las risas en el interior resonaba en nuestros oídos, mezclándose con nuestros latidos acelerados. Respiramos hondo y cruzamos el umbral con sigilo, tratando de mezclarnos elegantemente con la multitud.

La mansión estaba decorada con extravagancia, lujosas alfombras y obras de arte que creaban un ambiente de opulencia. Nos movíamos con cautela, evitando llamar la atención mientras buscábamos a Dahlia. A medida que avanzábamos por los pasillos y las habitaciones, nuestras miradas se encontraban con rostros desconocidos que parecían disfrutar de la fiesta sin sospechar de nuestra presencia.

En ese momento, una voz a nuestras espaldas nos hizo saltar a ambas.

—¿Qué hacen aquí ustedes dos? —preguntó Gergon en un susurro alto, tomando mi brazo y mirando a Clover bajando ambas cejas y arrugando su nariz con desagrado —. ¿Y quién es esa persona que trajiste a mi fiesta?

—Oh, solo vinimos a elevar el nivel de estilo de esta fiesta, ¿no se nota? —respondí con sarcasmo, mirando de reojo a Gergon y luego a Clover, quien parecía a punto de soltar una respuesta igual de aguda.

Clover, sin inmutarse, le devolvió la mirada a Gergon con una ceja alzada y una sonrisa burlona.

—Oh, disculpa si no trajimos nuestro atuendo de "pretencioso millonario aburrido", pero parece que eso ya lo tienes cubierto —su tono de voz estaba lleno de ironía mientras señalaba sutilmente el ambiente de lujo a su alrededor.

Gergon frunció el ceño, claramente no esperaba esta respuesta.

—Dahlia nos pidió que viniéramos, por si te interesa —agregué, disfrutando de su incómoda reacción.

Gergon lanzó una mirada nerviosa, asegurandose de que nadie vea al grupo aesthetic que se colo hacia el interior de la mansión.

—Bueno, sí, claro, Dahlia es bienvenida, pero ustedes dos... —titubeó.

Tres Enredos Mágicos (PRONTO CORRECIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora