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────¿𝐐𝐔𝐈𝐄𝐍 𝐄𝐑𝐄𝐒, jovencita?────
En serio, si los demás te siguen preguntando eso, vas a flipar, pero no puedes culpar al Tercer Hokage por querer saber cómo una chica extraña como tú entró en la aldea.
────Mi nombre es (T/n)(L/n), y le prometo que no soy una amenaza en absoluto, acabo de despertarme y me encontré en la cama de Naruto.──── Explicas.
Los ojos de Hiruzen se abren ante la mención de tu apellido, sabiendo muy bien el clan que tiene el mismo apellido que el tuyo.
────¿Cómo es eso posible? Todos los miembros de tu clan murieron durante el ataque de la bestia de nueve colas en la aldea.──── Tus cejas se arrugan confundidas.
No sabes cómo reaccionar ante tal información si tienes un Clan con tu apellido (L/n), lo que significa que tienes una identidad en el universo de Naruto que podría hacer que el Hokage sea indulgente al permitirte quedarte en la aldea.
────Sí, sin embargo, mi niñera me mantuvo a salvo durante el ataque y se fue del pueblo conmigo en sus brazos.────
En serio vas a ir al infierno por mentir mucho, tu nariz podría crecer como la de Pinocho si sigues con tus mentiras.
Sin embargo, es mucho mejor que explicar la verdadera razón detrás de tu repentina aparición en el pueblo.
Ni siquiera sabes cómo algunos escritores creen que es fácil para el lector explicar que es de otro mundo sin ser considerado loco.
────Bueno, entonces te doy la bienvenida de nuevo en el pueblo.──── Inclinas la cabeza ligeramente con respeto.
────Gracias, Hokage-sama.──── Dices, sonriendo cálidamente al anciano.
Cuando estabas a punto de salir de la oficina, la voz de Hiruzen te detiene.
────Espera un minuto antes de irte.──── Regresas tu atención a él, dándole una de tus encantadoras e inocentes miradas.
