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𝐏𝐈𝐒𝐎𝐓𝐎𝐍.
────Lo siento.────
Pisotón.
────¡Lo siento mucho!────
Pisotón.
────Lo siento-.──── Ciel te interrumpe.
────Deja de disculparte, entiendo que eres una mala bailarína, sin embargo, no necesitas disculparte conmigo cada vez que me pisas los pies.──── Tu rostro se calentó de vergüenza y asentiste.
Has estado bailando con el chico de pelo azul tinta durante los últimos diez minutos y te empiezan a doler los pies.
────Me siento cansada, ¿podemos descansar?──── Suplicas, tratando de alejarte del fuerte agarre de Ciel sobre ti.
────No, nos detendremos cuando la música se detenga, Lady (T/n).──── Soltaste pequeños gemidos.
────Aunque no soy una dama.──── Señalas, sin entender por qué te sigue llamando por un título que tienes derecho a tener, por no ser de una clase alta.
────Pronto serás una.──── Escuchas a Ciel murmurar para sí mismo, haciéndote estar más confundido.
────'Pronto seré una dama, ¿de qué está hablando?... No puede querer decir lo que estoy pensando... ¿o sí?'────
Mientras estás sumida en tus pensamientos, el joven señor está tratando de no mirarte demasiado a la cara, no quiere que te des cuenta de su mirada y lo avergüences, después de todo, tiene una reputación que mantener.
Tienes esa aura inocente que te rodea, tus ojos de cierva (e/c) son suficientes para hacer que cualquiera se enamore de ti.
Sin embargo, Ciel no puede decir que se siente atraído por ti por tu apariencia, aunque a sus ojos te considera una de las chicas más lindas que ha conocido en la vida.
