Había una vez, en un pequeño y apacible pueblo, un hombre cuya belleza rivalizaba con la luz del sol al atardecer. Con mirada profunda y carácter noble, era el alma gentil que todos anhelaban conocer. Pero el destino tenía preparado un giro inesperado para él.
Una mañana, mientras el sol pintaba el horizonte con tonos dorados, una misteriosa extranjera llegó al pueblo. Su belleza era cautivadora, y su mirada reflejaba secretos guardados en las profundidades del océano. El hombre apuesto, cautivado por su encanto, encontró en ella el misterio y la ternura que su corazón tanto anhelaba.
A través de encuentros casuales, sus corazones comenzaron a entrelazarse, como las vides de un enrejado. Cada sonrisa compartida, cada palabra susurrada al viento, avivaba una pasión incandescente entre ambos. Sin embargo, el destino no permitiría que su amor fuera una senda fácil.
En una noche en la que la luna brillaba en todo su esplendor, el hombre decidió compartir su sueño de escapar juntos y comenzar una nueva vida lejos de aquel rincón del mundo. La extranjera, hechizada por la idea de libertad y amor, aceptó la propuesta con un brillo de emoción en sus ojos.
Lo que ninguno de los dos sabía era que ella estaba unida por un oscuro lazo con un temible brujo. Un ser malévolo cuyos poderes eran tan profundos como el abismo de la noche sin estrellas. Casada con el brujo por fuerzas más allá de su voluntad, la joven vivía prisionera de su maldición.
La noche de la fuga llegó con una brisa cargada de ansiedad y esperanza. Pero antes de que pudieran escapar, el brujo los descubrió, sus ojos estaban inyectados de odio y desesperación. Invocando fuerzas oscuras y ancestrales, el brujo lanzó una maldición que resonaría por generaciones.
El apuesto hombre, preso de un torbellino de dolor y furia, fue transformado en una bestia de pesadilla: un hombre lobo. Su piel dorada se cubrió de pelos oscuros, y sus ojos se volvieron fieros y amarillos, reflejando la tragedia de su alma condenada.
El brujo, con una malévola sonrisa, sentenció al hombre lobo a sufrir por la eternidad, condenando también a sus futuros hijos a llevar la misma maldición. Pero el último y más devastador castigo fue el amor, aquel sentimiento que lo había llevado a soñar con una vida en libertad junto a la extranjera.
Desde entonces, en las noches de luna llena, el hombre lobo vagaría por los bosques y senderos, aullando su dolor a la luna como un lamento perpetuo. Y aunque su corazón anhelara el amor, estaba condenado a no entregarse a otro, pues solo un amor verdadero y puro sería su perdición
Los años pasaron como hojas que caen en otoño, llevándose consigo los recuerdos y esperanzas del hombre lobo y su descendencia. Generaciones de hombres lobos dieron fruto, esparciéndose por los bosques y las tierras salvajes de Europa, especialmente en el Reino Unido, donde la leyenda de estas criaturas había arraigado profundamente en la cultura popular.
A pesar de la belleza natural que adornaba sus bosques, las manadas de hombres lobo vivían en las sombras, ocultas del mundo humano que los rechazaba y temía. Las historias de feroces bestias acechando en la oscuridad avivaban el miedo en el corazón de los mortales, quienes veían en ellos demonios sedientos de sangre y maldad.
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FOREST | Sasusaku
Fantasy𝗙𝗼𝗿𝗲𝘀𝘁 ┊ "En el abrazo silencioso del bosque, encuentro la paz y la magia que solo tu amor puede igualar." 2023 Ⓒ Yiyi-rose En un mundo donde la línea entre los humanos y los licantropos se desdibuja, dos almas se entrelazan por culpa de una v...