Novio Problematico || HopeGa

37.- Final

Hoseok ayudaba a caminar a Yoongi, este tenía un pañuelo cubriéndole sus ojos y era guiado por su novio, Hoseok estaba muy emocionado ya que quería mostrarle lo que sería el nuevo hogar de ambos. Yoongi estaba muy curioso, quería ver, pero las instrucciones de su novio fueron muy claras como para ver y arruinar su sorpresa.

— Hobi! ¿A dónde me llevas? siento que me voy a caer

— No te vas a caer, estoy contigo

Subieron un elevador que los llevó hasta el sexto piso del edificio, caminaron mucho más hasta llegar a una de las dos habitaciones del pasillo. un pasillo muy grande, a decir verdad, Hoseok abrió la puerta del departamento #13. Se paro frente a su novio y beso sus labios antes de quitarle el pañuelo. Yoongi no podía creer a donde le había llevado su novio.

— ¡Sorpresa! bienvenido a nuestro nuevo hogar

Yoongi quedó Shockeado al ver el gran departamento donde ahora vivirían, era muy amplio y los muebles eran muy hermosos, las paredes estaban pintadas de un color verde oscuro, los bordes blancos y el suelo era de una madera muy bonita. Pasó más al centro contemplando los muebles, la gran área y sobre todo el gran ventanal que tenían.

— ¿Quieres ir?

Yoongi seguía sin hablar, Hoseok lo tomó de la mano y lo llevó hasta el ventanal, la vista era más que hermosa, sintió sus manos temblar, estaban a una gran altura, fue suficiente como para irse hasta atrás, Hoseok no dejaría que cayera al suelo, lo sostuvo e hizo que se sentara en el sofa.

— ¿Qué te parece nuestro nuevo hogar, bonito?

— ¿Podemos pagarlo?...

— No te preocupes por eso, lo importante ahora es cuidar de tu salud y que estamos juntos — Beso sus labios y paso sus manos por las delgadas mejillas de su novio, aún no obtenía el peso adecuado como para apachurrarle sus mejillas que se volvían muy redondas — Lo mejor de todo es que estamos en una zona alejada al barrio... no tendrás por qué esconderte más

— ¿D-Dónde estamos?

— Muy lejos y.... muy cerca de tu equipo de basquetbol, yo me encargaré que te repongas para que asistas nuevamente, te apoyaré en lo que sea

— Hobi... eres un angel

— Aquí mi angelito eres tú, bonito~

Hoseok levantó a su novio en brazos, lo llevó hasta la habitación donde dormirían ambos. Una habitación pintada de una azul lavanda, había un estante con muchos libros, un escritorio, un gran closet, la cama muy grande, un baúl para los zapatos, y hermosas fotos de ellos juntos.

— Aquí te haré el amor todas las noches

Hoseok había susurrado en el oído de Yoongi, su piel se erizó, su corazón latía con fuerza, por más que quería entregarse a Hoseok, que sus lazos se hicieran más fuertes después de todo, tenían que esperar mucho tiempo hasta que estuviera estable de salud.

— Hobi...

— Prometo hacerte muy feliz, mi amor

— ¿Dónde están mis patitos?...

— Tus patitos están en el baño en una canasta, y el pato mayor esta por ahí — Apuntó a un estante donde se encontraba el señor pato, su regalo de navidad.

Yoongi no tardó en ir y agarrar al pato de peluche, lo abrazó y se recostó en la cama, estaba cansado, había sido un largo viaje del hospital hasta el nuevo hogar. Hoseok se acostó y abrazo a su novio, estaba muy feliz de tenerlo con él, no se imaginaba una vida sin el a su lado, era su todo, y si no hubiera sobrevivido él también hubiera muerto.

Le agradecía a Taehyung de buscar un buen hogar donde su novio estuviera cómodo y a salvo de personas o cosas que pudieran hacerle mal.

En los últimos dos meses, Hoseok se había encargado de la alimentación de Yoongi, pasaron buenos y divertidos momentos en la cocina, y en ese tiempo Yoongi aprendió a hacer una sopa sin que le quedara salada, y otros alimentos sencillos que su estómago podía tolerar. Había recibido visitas de Jimin y mensajes de apoyo por parte del equipo de basquetbol, que a pesar de que no tuvieron el mejor inicio, ahora sentía todo el apoyo por parte de quienes lo acompañaron en el partido.

No había asistido al psicólogo, Hoseok le diría cuando tendría que ir y eso le ponía tranquilo, porque así era su vida ahora, muy tranquila. Tenía a Hoseok la mayor parte del tiempo en casa, ya no tenía frío, las personas por primera vez parecían no estar juzgándolo o dándole la espalda a su persona, no había consumido, aunque la ansiedad de momentos venía, pero se iba cada que tenía a Hoseok a su lado.

Había llegado el momento, por fin Hoseok había comprado una báscula para pesarse, sentía tantos nervios, no quería descubrir que su peso era de un niño pequeño, tenía que asegurarse

Hoseok la puso en el baño y vio a su novio sonriente.

— Solo podrás pesarte una vez al mes o una vez dos meses, recuerda que todo esto es un proceso lento y no tienes porqué exigirte de más

— Lo entiendo Hobi...

— Bien... ya te puedes subir, bonito

Yoongi algo nervioso se quitó sus crocs blancas y se paró arriba el objeto blanco, se puso derecho y trato de no estar tenso, miraba al frente de la pared, por más que quisiera ver no podía, no se atrevía, no quería decepcionarse como para que su peso de 46k bajara muy de pronto. Fue el silencio más largo de su vida, a pesar de ser unos segundos en los que Hoseok revisaba, juraba que pasaron horas, aunque no haya sido así. De pronto escucho hablar a su novio, lo miro a los ojos sorprendido, no se la podía creer.

— Mi amor! ¡lo hiciste!

— N-No... ¿Cómo es posible?...

— Así es, ¡son 50k! amor, lo hiciste, saliste de los 40

— Son... 50

Hoseok tomó el delicado cuerpo de su novio y lo abrazo, lo abrazo tan fuerte que Yoongi aun no podía reaccionar de lo choqueado que estaba, había subido 4 kilos en dos meses, no podía creer que eso fuera cierto.

— Estoy muy orgulloso de ti, mi amor... te prometo que estaré para ti siempre que lo necesites — Hoseok mentiría si dijera que no estaba llorando, no dejaba que su novio viera su rostro mientras le abrazaba.

Yoongi sentía aquel cariño, cuando menos se lo espero, rompió en llanto. Sentía su cuerpo desvanecer en los brazos de la persona que lo amaba tanto, simplemente aún no podía creer que todo lo que había pasado en esos dos meses diera frutos.

— Bonito, escúchame por favor — Tomaron una pequeña distancia para verse a los ojos — Quiero que sepas que, si algún día vuelves a estar tentado en consumir, recuerdes este gran logro, que yo estoy para ti, aquí estaré para cuidarte y amarte, porque eres mi novio, mi persona especial...

— Hobi... — No podía hablar bien por las lágrimas que corrían por sus mejillas y el nudo en la garganta que apretaba cada vez más — Gracias por estar aquí... por-por amarme

— Mi amor aquí siempre estaré para ti...

Hoseok repitió besos por todo su rostro y lo volvió a cubrir en un cálido abrazo. Nunca más se volvería a ir, no volvería a dejar solo a su pequeño novio, porque su novio no era problemático, necesitaba de su amor y el se lo daría hasta el fin del mundo.