The Long Night.

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Rhaenys Targaryen.

Noté como todos comenzaban a prepararse, mis manos temblaron y mi respiración comenzó a acelerarse, lleve una mano a mi vientre y la acaricié con delicadeza mientras salía del aseo, busqué con mi vista a Robb por todas partes, pero no pude encontrarlo.

Cuando una mano tomó la mía y me giré, noté a Dorian frente a mí, en su otra mano tenía una daga hecha de vidriagón y me la tendió.

-No sabes lo que puede ocurrir, mantente protegida- Pidió 

-Acabo de vomitar- Solté, sus ojos se abrieron con sorpresa -El maestre confirmó lo que pensábamos-

-Con más razón debes protegerte- Asintió, llevó su mano a mi vientre -Y protegerlo-

-Prometeme que no morirás- Rogué 

-No puedo- Negó -No quiero romperte el corazón si muero, pero trataré de volver vivo- Colocó sus manos en mis mejillas y apoyó su frente contra la mía -Te he amado desde que te conocí, eres la única mujer que ame y amaré el resto de mi vida-

-Dorian...-

-No me importa que no seas mía- Me interrumpió -Yo seré tuyo para siempre, incluso si esta noche muero-

-No me dejes- Pedi entre sollozos

-Siempre estaré contigo- Prometió 

Levantó mi cabeza para que lo mirara, él asintió y besó mi frente, lo vi subirse a su caballo y seguir a ser Jorah junto a los ejércitos que comenzaban a dirigirse al campo de batalla, mis lágrimas comenzaron a salir con desesperación y no había podido despedirme de ninguna persona, ni de Jon, ni de Sansa, ni de Theon, ni de Dany.

Nunca tuve fe en los Dioses, siempre creí que por alguna razón ellos me habían abandonado, pero esa fue la primera noche que estuve de pie en el patio de Winterfell mientras cerraba mis ojos y les rogaba que todo saliera como lo habíamos planeado y que estuvieran de nuestro lado esta vez.

-¡A la cripta!- Oí los gritos 

Mis ojos buscaron una vez más a Robb pero no pude encontrarlos, estaba a punto de entrar a la cripta cuando noté unos rizos castaños correr hacia mí, sus ojos azules se cruzaron con los míos pidiendo por favor que lo esperara, comencé a caminar con rapidez hacia él, Robb besó mis labios cuando llegó frente a mí y sostuvo mi cintura como si no quisiera soltarme.

-Estarás a salvo- Aseguró 

-No mueras, Robb Stark- Negué -Vuelve con vida-

-Es lo que haré- Asintió con seguridad 

-Tienes por que luchar ahora-

Mientras una lágrima caía por mi mejilla, tomé su mano y la coloqué en mi vientre, él me miró con sorpresa y sonrió, sus ojos se cristalizaron mientras su otra mano acariciaba mi mejilla.

-¿De verdad?-

-El maestre lo ha confirmado- Asentí -Vuelve con nosotros, formemos la familia que tanto hemos soñado-

-Lucharé por ustedes, lo prometo- Afirmó 

Volvió a acercarme a él para besarme, bajó su cuerpo y dejó un beso en mi vientre antes de enderezarse y alejarse de mí, noté como se limpiaba una lágrima antes de subirse a su caballo, Grey Wind lo siguió cuando comenzó a cabalgar.

Miré hacia el cielo, el color negro se hacía presente en él, no caía nieve ni gotas de lluvia, solo era una noche completamente oscura que podría ser la última, observé hacia arriba cuando oí los rugidos de ambos dragones, eso significaba que Jon y Dany ya sobrevolaban Winterfell a la espera del Ejército.

The Prince Who Was PromisedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora