The Spoils of War.

217 18 4
                                    

Arya Stark.

Cuando comencé a caminar hacia Winterfell el gran vacío en mi pecho comenzó a llenarse, mi sonrisa se expandió y mis manos temblaban con alegría, antes de pasar la puerta dos guardias me interceptaron.

-Espera, ¿a dónde vas?- Dijo uno de ellos

-Allá dentro, vivo aquí- Respondí

-Vete- Ordenó con una risa 

-Soy Arya Stark, este es mi hogar- Insistí

Ambos rieron, los miré confundida.

-Arya Stark está muerta- Informó el otro 

-Llamen al maestre Luwin o ser Rodrick, se los dirá- Pedi 

-No hay ningun Rodrick, y el maestre es Wolkan- Dijo el primero 

-Pregúntele a Robb Stark, el Rey en el Norte- Seguí -Es mi hermano-

-El rey está ocupado ahora- Negó 

-Mira, hace frío y estamos ocupados, así que mejor te largas- Amenazó el segundo 

-Si Robb está ocupado, ¿quién más está aquí?- Pregunté 

-La lady de Winterfell- Respondió el segundo, lo miré seria 

-¿Qué lady de Winterfell?- Quise saber confundida 

-Tú dinos, tú eres la impostora- Continuaron 

-Dile a Sansa que su hermana llegó- Ordene 

-Lady Sansa está demasiado ocupada, y nosotros también- Repitió -Así que, por última vez, lárgate-

-Voy a entrar a este castillo de un modo u otro- Advertí -Si no soy quien digo no duraré mucho, pero si lo soy y Robb averigua que me despidieron...-

Sus rostros tomaron expresiones de temor, el primer hombre me hizo una seña con la cabeza para que los siguiera, entramos al patio de Winterfell y comencé a observar mi hogar.

-Bien, siéntate allí- Ordenó el segundo señalando un banco -No te muevas-

Me senté y observé como ellos se alejaban para hablar, seguí observando cada parte de mi hogar y los estandartes con los símbolos de la casa Stark, como ninguno de ellos me prestaba atención, tomé la ventaja y me escabullí hacia las criptas donde estaban los restos de mi familia.

( . . . )

Observé la estatua de mi padre frente a mí, oí unos pasos bajar y de reojo pude ver a Robb junto a Sansa, ambos quietos en su lugar observándome.

-¿Ahora debo llamarte su majestad, y lady Sansa?- Bromee 

-Si- Siguió Robb 

Me giré y los miré, ambos sonrieron y comenzaron a caminar hacia mí, me abrazaron con fuerza y solté un suspiro al estar en sus brazos.

-No debiste huir de los guardias- Sonrió Sansa cuando nos separamos

-No huí- Negué, miré a Robb -Necesitas mejores guardias- Él soltó una pequeña risa -Te queda bien, el Rey en el Norte-

-Supongo que sí- Asintió 

-Creí que Jon estaba aquí- Mencione 

-Tuvo que ir a una misión- Informó Robb 

-Espero que regrese pronto- Dijo Sansa -Se puso tan feliz al verme, cuando te vea a ti se le parará el corazón-

Sonreí y los tres observamos la estatua de nuestro padre.

The Prince Who Was PromisedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora