The last of the Starks.

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Rhaenys Targaryen.

Acaricié la espalda de Sansa mientras sollozaba en el cuerpo de Theon, su muerte me había dolido más que cualquier otra, Jorah también había muerto, Daenerys estaba destrozada, al igual que Jon ya que perdió a varios de sus hermanos, Robb a mi lado se quitó un broche de lobo y lo colocó en la armadura de Theon, nos alejamos nuevamente mientras secaba mis lágrimas.

Me abracé a Dorian mientras él besaba mi cabeza, Jon y Robb se adelantaron con antorchas en sus manos, mis lágrimas seguían saliendo mientras abrazaba a Sansa y Dorian nos abrazaba a ambas, su rostro estaba algo morado en algunas partes y su pierna había tenido una profunda herida, pero él estaba bien, se sentía bien, sobre todo, estaba vivo.

-Aquí despedimos a nuestros hermanos y hermanas- Habló Robb -A nuestros padres y madres, a nuestros amigos, a aquellos hombres y mujeres que dejaron sus diferencias para pelear juntos, y murieron juntos para que otros vivieran-

-Todos en este mundo tienen una deuda con ellos que no se puede pagar- Continuó Jon -Es nuestro deber y nuestro honor que permanezcan vivos en la memoria-

-Para quienes vengan tras nosotros y quienes vengan tras ellos, mientras que los hombres respiren- Finalizó Robb -Fueron los escudos que protegieron los reinos del hombre, y no veremos a gente igual otra vez-

Se acercaron a los cuerpos con las antorchas, y los encendieron creando una fogata que consumiría sus pieles mientras su almas volarían a cualquier lugar que pertenezcan, Robb volvió a acercarse a mí y lo abracé como si fuera lo único que quisiera sentir en ese momento, su mano acarició mi cabello mientras mis lágrimas recorrían mis mejillas.

( . . . )

El ambiente era incómodo y a la vez feliz, habíamos sobrevivido pero en ese proceso perdimos a muchas personas, Robb iba a cada mesa con cada uno de sus aliados a brindar, el maestre había confirmado que me encontraba en un embarazo de algunas semanas, sabía lo que era, sabía cómo se sentía, solo que esta vez era un sentimiento de felicidad.

La cena en honor a los sobrevivientes y a los que dieron su vida por nosotros se volvió un ambiente cálido con risas y charlas en cada parte del comedor, Dorian reía junto a Jaime, nunca creí que eso podría haber sucedido, pero ambos estaban contentos por mi noticia, Jaime se autoproclamó abuelo y Dorian el tío favorito, aunque sé que rompí su corazón.

Lleve la copa a mis labios y sorbí, sentí la mano de Robb en mi vientre y sonreí hacia él.

-¿Tienes pensado algún nombre?- Preguntó 

-Se como se llamará si es un niño- Asegure

-¿Y no crees que el padre debería tener derecho de opinión sobre eso?- Rió 

-Eddard- Solté, él me miró sorprendido -¿Le enseñarás a cazar al pequeño Ned Stark?-

Su sonrisa se ensanchó, acercó sus labios a los míos y me besó con delicadeza, asintió con su cabeza y envolvió su mano alrededor de la mía.

-Gendry...- Oí la voz de mi hermana a mi lado, observé cómo el joven se acercaba a nuestra mesa -Eres tú, ¿no?-

-Si, su majestad- Asintió

-Eres el hijo de Robert Baratheon- Afirmó, la miré confundida -Sabes que él robó el trono a mi familia y trató de matarme-

-No sabía que era mi padre hasta después de su muerte- Admitió 

-Si, está muerto, y sus hermanos también lo están- Siguió Dany -¿Y quien es el lord de Storm's End ahora?-

-No lo sé, su majestad- Respondió Gendry 

The Prince Who Was PromisedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora