mío, mío y solo mío.

257 3 1
                                    

Abde arrancó el coche y vi como por el espejo de arriba me miraba el escote cada dos por tres.

-Oye Nora, ese top es nuevo? Nunca te lo había visto -dijo abde-

-Si es nuevo, me lo compré en Paris, te gusta? -dije y pude ver como el resoplaba y asentía-

-Tia y tus uñas son de press on o te las has echo? -dijo Laia-

-No no, yo no uso press on, son de gel.

Pasó el trayecto y llegamos al cine, entramos a ver la película que era de terror y los asientos eran impares, alguien tenía que ir en la fila de alante.

-Yo no puedo, esque si estoy tan cerca de la pantalla me duele la vista -dije para que Laia se fuese alante-

-Vale tu tranquila voy yo alante -dijo Laia con una sonrisa-

Me senté atrás de ella con Abde el cual me miraba todo el rato.

-Abde -dije susurrando-

-dime dime

-Si me da miedo te puedo abrazar?

-si claro, pero vamos que no da miedo.

Empezó la película y llegó una escena de una pareja en la cama, yo miré a Abde el cual estaba mirando con seriedad la pantalla.

-Estas bien? -dije tocándole el pecho-

-Si si estoy bien -se le cortó la voz en cuánto sintió mi mano a lo que él respondió acariciándome el muslo-

La escena de la película fue cogiendo intensidad y Abde empezó a subir su mano poco a poco hacia mi cadera, y yo respiré agitada, Abde me miró como si estuviese pidiendo permiso y cuando le sonreí miro hacia Laia, que están dormida y volvió a mirar a la pantalla mientras me subía la falda poco a poco mientras su mano se deslizaba hacia mi braga la cual acaricio y echo a un lado para empezar a tocarme a su gusto mientras que yo gemía silenciosamente, metió un dedo y lo movió, metió el segundo y en nada se convirtieron en tres dedos dentro de mí moviéndose agresivamente haciéndome gemir, el me miró y me empiezo a besar mientras yo gemía silenciosamente en su boca, el gruñía al escucharme gemir y cuando nos dimos cuenta de que Laia se estaba despertando el saco sus dedos de dentro de mí y se los metió a la boca mientras miraba a la pantalla y me bajaba la falda, miré hacia atrás y por suerte no había nadie.

Ya era mío.

𝘓𝘢 𝘗𝘳𝘰𝘴𝘵𝘪 𝘋𝘦 𝘓𝘢 𝘎𝘢𝘭𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora