canela

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Dos semanas después

Estaba en una comida familiar, estábamos mi madre, mi padre, mi tía, mi prima y yo, estábamos comiendo y riendo todos juntos en Sevilla hasta que mi cabeza empezó a dar vueltas, veía todo moverse, la comida, la gente, todo, me dolía mucho la cabeza y no podía ni comer, me dieron ganas de vomitar y me levanté corriendo al baño, vomité y salí amarilla del baño y ahí estaba mi madre.

-Nora que te pasa estás bien?

-Si, será la comida que me ha sentado mal.

-Pero hija, que es lo que te va a sentar mal si todo lo puedes comer?

-no se, pero me siento fatal.

-No será lo que yo estoy pensando no?

-Que? No mamá por dios.

-Nora, soy tu madre, te conozco, que te pasa?

-Nada, ya te lo he dicho.

-Mira- dijo mirando que no haya nadie atrás de mí.- vas a hacerte una prueba de embarazo ya, vete a la farmacia con la excusa de que necesitas un Ibuprofeno y vuelves, no voy a permitir que tengas un hijo ahora, no.

-Joder mamá... Vale está bien...

Fui a la farmacia y compré dos pruebas de embarazo, volví a casa de mis padres y me metí al baño, me las hice y cuando vi el resultado casi me caigo al suelo, embarazada de una semana y medio.

Mi mente estaba en shock y ahora mis ganas de vengarme de Pedri eran mucho mayores.

Usé la otra prueba para hacer que sea negativa y salí del baño y llamé a mi madre.

-Mira, negativo, ves.

-Vale, que alivio, anda ven a comer

Fui a comer y al terminar el día me fuí a mi casa y metí en mi cama, llamé a Pedri.

-Hola mi amor, que tal?- dije yo con un tono amable, desde que pasó eso no volví a hablar con el.

-Vaya, pero si ahora ya nos entendemos, parece que te he domado eh- dijo el y yo me estaba aguantando las ganas de dejar el teléfono y matarlo.

-Claro mi amor, oye estoy sola y me aburro mucho, vienes?

-Pero bueno, de querer matarme has pasado a pedirme que vaya, ha pasado algo?

-Noo, pero simplemente ya sé que es lo que merezco y yo a tí te merezco mi vida, bueno que vienes o no?

-Mira tu si hasta podemos entendernos y todo, ahora voy mi niña, te voy a hacer lo que nunca te han echo- dicho eso colgó el teléfono y yo me levanté al instante, me maquillé con un pintalabios rojo sangre y un vestido del mismo color, en cuanto al pelo me hice una coleta alta con dos mechones al frente y me senté a esperar, en cuanto escuché el timbre abrí la puerta.

-Que guapa estás no? -dijo dándome un beso.

-Si, estoy guapa para ti- dije forzando una sonrisa.

-Asi me gusta, me encanta cuando me tratas con amor, así deberíamos ser siempre- dijo agarrandome la cintura y yo me escabullí como pude y sonreí.

-bueno, quieres un zumo? He echo uno especialmente para ti, no me digas que lo vas a rechazar- dije haciendo puchero.

-No no, tráemelo, te espero aquí.

Dijo sentándose en la cama y yo fui a la cocina, saqué un vaso, eché zumo de naranja y saqué el sedante.

-Joder...- balbuceé al darme cuenta que eran pastillas.

Cogí una bolsa y metí en ella dos pastillas y las trituré, luego lo eché en el zumo y revolví.

Camine hacia la habitación y antes de entrar, escupi en el vaso y acto seguido entre y sonreí.

-Toma cariño- le ofrecí el vaso al moreno.

-gracias- le dio un sorbo y frunció el ceño.

-Sabe raro...- miró el zumo desde arriba y me miró a los ojos.

-Que? No se a que te refieres es un zumo de naranja normal y corriente- dije con una risita.

-Porque sabe a canela- dijo y se me aceleró el pulso.- Me quieres envenenar?- se intentó levantar pero empezó a tambalearse y después de dar dos pasos cayó al suelo inconsciente.

Rápidamente lo arrastré hasta la cama, lo subí y lo até de manos y pies.

Pasó una hora exactamente y se despertó.

-Que me has echo zorra...- dijo todavía balbuceando.

-Nada, te pregunto a tí, que me has echo tú?- me acerqué a él- me violaste y me dejaste tirada como una perra, y no ha sido la primera vez, eres un cabrón hijo de puta y me las vas a pagar.

No me lo pensé más de una vez y empecé a golpearlo varias veces en la cara y en la cabeza, no pensaba donde le caerían los golpes, solo pensaba en hacerle daño.

Estuve pegándole hasta que mis nudillos se hirieron. Él tenía la boca sangrando y la nariz en el mismo estado, un ojo morado y cortaduras en las mejillas.

Lo solté.

-Ahora si quieres vete, no me importa- dije sonriendo- ah y si se te ocurre volver a hacerme algo te reviento, estamos?

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2023 ⏰

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𝘓𝘢 𝘗𝘳𝘰𝘴𝘵𝘪 𝘋𝘦 𝘓𝘢 𝘎𝘢𝘭𝘢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora