VEINTIOCHO

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La sonrisa de Yeonjun causaba cierto temor al interior de Beomgyu, este no sabía a que se refería pero sospechaba que tenía algo que ver con la importancia del desayuno.

Uno de los subordinados se acercó al jardín haciendo una reverencia.

— Joven Beomgyu, joven Yeonjun ya pueden pasar al comedor sus padres los esperan.

— Gracias — respondieron a coro.

Beomgyu fue el primero en salir del jardín, sus nervios estaban alterados, esos días no habían sido los mejores para el. Yeonjun iba detrás de él sin dejar de sonreír, le encantó ver el rostro furioso de Beomgyu así como el lo estuvo años atrás cuando este descompuso su juguete.

Ambos entraron al comedor haciendo una reverencia, los señores Choi estaban esperando con una sonrisa. Yeonjun y Beomgyu se sentaron lado a lado, Beomgyu rodó los ojos, la mala vibra de Yeonjun era notable.

Aunque los señores Choi se veían contentos para Beomgyu ese desayuno fue una tortura.

— Bueno creo que ya es hora de decir el propósito de esta reunión — expresó el padre de Beomgyu antes de darle un sorbo a su copa de vino.

Todos asintieron, Beomgyu ya quería acabar con eso y retirarse a su habitación, no soportaba el ambiente en el que se encontraba.

— Tienes razón Choi — respondió el padre de Yeonjun.

— Y bien, cuál es el motivo de la reunión? — preguntó Beomgyu con un tono nada dulce y mucho menos educado lo cual hizo que su padre frunciera el seño enojado.

— Muy bien... El motivo es un compromiso matrimonial.

Beomgyu sonrió aliviado quizás el regalo que su papá le daría era asistir a una gran boda, aunque quizás sería una boda aburrida al menos saldría de esa jaula llamada casa y quizás sería en un lugar espectacular.

— Woo! Y de quién? — preguntó Beomgyu con una sonrisa antes de darle un sorbo a su copa de vino.

— De ustedes, Yeonjun y tú — respondió el padre del mencionado.

— Qué mierda?! — Beomgyu casi escupe lo que estaba tomando mientras que Yeonjun no dejaba de sonreír con malicia.

— Beomgyu! Esa boca!

Beomgyu volteó la mirada hacia su padre, no podía creer que este le hiciera eso, podía aceptar que su padre escogiera su ropa, comportamiento y más pero que este escogiera con quién compartiría su vida sin preguntar fue lo que rebasó el vaso.

— No quiero! No lo haré! Tu y tu amigo se pueden chingar e irse mucho a la mierda! Estoy harto de que controles mi vida! Ya no puedo seguir así.

Beomgyu no sabía de dónde había sacado tanto valor para decir lo anterior, su sangre se calentó al escuchar las palabras salir del hombre de negro que se encontraba sentado frente a él.

— No te estoy preguntando Choi Beomgyu! Te vas a casar con Yeonjun dentro de dos meses.

— No! No lo haré! — gritó con el rostro rojo y las venas notables en su cuello.

— Ve a tu habitación Beomgyu! Acá no se hará lo que tu quieras! Esto fue planeado desde antes de que nacieras.

Beomgyu no sabía que decir pero si de algo estaba seguro era que esta vez no haría lo que su padre quería.

— Me voy a mi habitación pero no porque tú me lo órdenes, lo haré porque no quiero estar con personas tan estúpidas como ustedes — gritó viendo con repugnancia a su padre y a sus invitados.

Oxígeno (Taegyu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora