¿Dónde estás SourWolf? (Sterek)

Capítulo 11

Acostado en la cama de Stiles, Derek podía escuchar las conversaciones entre él y su padre, quien resulta ser el sheriff de la ciudad. 

Derek solo esperaba que no lo encarcelaran por acostarse en la cama de su hijo. Ni siquiera podía recordar cómo llegó hasta aquí en primer lugar. 

Todo lo que Derek recordaba era haber recibido un mensaje de texto y luego estaba corriendo a alguna parte.

De todos los lugares, Derek supuso que obviamente debía haber sido este. No era que Derek odiara al chico ni nada de eso... bueno, al principio no le agradaba Stiles en absoluto. A su lobo no le había gustado cómo el ritmo cardíaco de Stiles se disparaba cada vez que lo veía, pero claro, siempre podía oler la pizca de excitación, lo que nunca ayudaba. 

Obviamente debido a esa excitación a Derek no le agradaba el chico. No le gustó porque su mejor amigo había logrado ser mordido y no quería que ese lobo recién mordido lo oliera. 

A Derek le tomó tiempo darse cuenta de que Scott probablemente nunca podría olerlo en Stiles. Los hombres lobo mordidos tenían sentidos fuertes, pero los hombres lobo nacidos siempre serían dos veces más fuertes. Derek lo sabía pero nunca se lo dijo a nadie. No pensó que fuera necesario. 

Tampoco pasó mucho tiempo para que Stiles se enamorara de él. Desde el principio, aunque a Derek no le agradaba el pequeño humano, todavía se preocupaba por su bienestar y no quería que el niño saliera lastimado. Más que eso, Derek no quería que Stiles entrara en un mundo al que ningún niño humano debería ser forzado a entrar. De cualquier manera había sucedido. 

La preocupación de Derek por el niño se había desarrollado con el tiempo al conocerlo. El adolescente lo ponía contra una pared cada vez que se veían. El sarcasmo constante... y los comentarios constantes... honestamente, Derek solo quería arrancarle la garganta al chico... con los dientes, pero al mismo nunca quiso que el chico saliera lastimado. 

A Derek le molestaba muchísimo cada vez que Scott lo llevaba a situaciones peligrosas. Se suponía que Scott era su mejor amigo. 

A Derek le molestaba que el estúpido adolescente no lo tratara como tal.

Después de un tiempo, Derek se dio cuenta de que Stiles era simplemente un imán para lo sobrenatural. Por lo general, todo terminaba siempre con algo detrás de él o algo que lo lastimaba. Al hombre lobo le preocupaba muchísimo que algún día Stiles pudiera terminar muerto y algunas veces casi lo había estado. 

Con el tiempo, Derek también se dio cuenta de que él y Stiles eran mucho más parecidos de lo que pensaba, lo que le ayudó a comprender mejor y también le ayudó a no querer arrancarse la garganta cada vez que hablaba. 

Todavía quería hacerlo, pero ya era un poco menos.

Cada vez que Derek planeaba dejar Beacon Hills solo, tenía que quedarse para poder cuidar a los humanos. En un momento, llegó al punto en que literalmente no podían estar separados el uno del otro porque la única vez que Derek había logrado escapar, Stiles estaba herido de maneras que atormentaban a Derek sin fin. 

Ese mensaje que recibió de Peter había sido el detonante. El detonante que lo había traído de regreso a Stiles. Derek había planeado regresar pronto pero lo habían presionado para que regresara antes. Para salvar a Stiles. Evita que se caiga completamente de la pista. En verdad, Derek temía por Stiles y había temido que algún día, si Stiles continuaba cometiendo errores, el espíritu maligno nogitsune o el vacío regresarían y lo perseguirían nuevamente. 

Para Derek esa había sido una horrible pesadilla de la que no podían escapar. 

Afortunadamente, Stiles había salido adelante.

Para ser humano, Derek admitió para sí mismo que era muy fuerte. Mucho más fuerte que cualquier humano o hombre lobo que hubiera conocido. 

Demonios, Stiles incluso lo había salvado varias veces, lo que lo hizo dos veces más fuerte de lo que jamás pensó que fuera posible. 

Stiles luchó contra lo sobrenatural con cada sarcasmo y cada fibra de su cuerpo. Para Derek ni siquiera parecía que la mayor parte del tiempo le importara el hecho de que los sobrenaturales eran más fuertes que él físicamente y en realidad tenían la capacidad de matarlo en segundos.

El alfa sabía que no había manera en el infierno de que pudiera negar lo fuerte que era Stiles. Quizás eso era lo que más amaba de Stiles. O tal vez fuera lo mucho que se preocupaba por la gente y lo leal que era. 

A veces Derek sentía que Stiles era demasiado leal, pero era algo bueno y malo. Sólo esperaba que ser demasiado leal lo destruyera.

Apartando pensamientos y recuerdos, Derek miró hacia el techo preguntándose en qué se había convertido su vida y qué era exactamente Stiles para él. 

¿Amigos? Derek sabía que no eran nada parecido a ser amigos, así que dejó esa categoría a un lado. 

¿Enemigos? Derek estaba seguro de que él mismo habría matado al niño si lo hubieran sido. A pesar de que el chico todavía lo molestaba y cabreaba a diario, Derke no podía odiar al adolescente. 

¿Simplemente lo toleró? Sí, a veces sentía que sí, pero sabía que no era así. Cuando esas tres categorías no funcionaron tan bien para él, solo quedaron dos: ¿estaban más cerca de lo que nunca pensó? Sí, Derek creía que se habían vuelto muy cercanos el uno del otro a medida que se conocieron. 

¿Derek lo amaba? Más que nada, como acababa de darse cuenta.

Cuando su propia comprensión se hundió en su cabeza, Derek se sintió increíblemente molesto y sorprendido al mismo tiempo. Mientras Derek rodaba sobre su costado con una mueca de dolor, acercó la manta hacia sí y la abrazó. 

Lo hizo inconscientemente, pero en algún momento su lobo comenzó a abrazar el olor de Stiles. Olía como en casa. Bosques de vainilla y otoño, pero no sólo eso. Fue... indescriptible. Lentamente los ojos de Derek se cerraron pero sus pensamientos no se detuvieron allí. En este punto, Derek se preguntó exactamente qué debía hacer con sus sentimientos. 

No podía ignorar que Stiles era un adolescente, lo que significaba que era estrictamente menor de edad y mucho más por el hecho de que es el hijo del sheriff. Derek creía que todavía era demasiado joven para morir. 

Tampoco podía olvidar el hecho de que Stiles era en realidad otro hombre.

Cuando todos sus pensamientos se volvieron demasiado molestos para siquiera pensar, Derek los apartó y continuó abrazando el rico aroma de Stiles y el delicioso y delicioso olor de la comida recién cocinada. 

La comida lo tentaba cada segundo a levantarse de la cama, pero nunca lo hizo. La reconfortante cama nunca se lo permitió. Además le dio tiempo para pensar y en lugar de pensar simplemente se quedó dormido. Derek se había vuelto a dormir con las voces de Stiles y Noah hablando alegremente en el fondo de su mente. 

El alfa descubrió que lo prefería mucho más con un Stiles feliz. Completamente. 

Sus pensamientos lentamente llegaron a un final temporal mientras se quedaba dormido.