X Dream

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Mientras relleno el tanque de gas, escucho como hombres de las tropas estacionarias gritan instrucciones vagas, supervisando a los pueblerinos que parecen animales asustados, algo comprensible viendo la situación a la que han sido expuestos.

No tengo tiempo para ver más el estado de la torre cuando mi reloj biológico me indica que ya es tiempo de volver, que tengo que seguir a cuadrilla las instrucciones de Levi. Afianzo las cuerdas, asegurándome también el estado del equipo, para no tener complicaciones en la travesía.

Bajo y tomo el caballo que nos trajo a las instalaciones, pues es más rápido que mis pies corriendo por el campo con apenas árboles. Sujeto las riendas y avanzamos hacia la misión.

Dejo a mi compañero a un costado de las casas que están seguras, la zona que están asegurando los grupos, dispuesta a ahora recorrer los techos a cuesta del equipo tridimensional y a pie el último trayecto. Cosa que logro en un tiempo ejemplar, pero con la respiración agitada y piernas tambaleantes.

Subo al tejado para empezar a eliminar titanes, que se han amontonado al centro del pueblo. Me cuesta un poco por el cuerpo cansado y lo no intuitivo, pero logro asesinar a varios sin ninguna herida, a lo mas un rapón por pasar a ras de piso o pared.

—Hey, (T/N), ayuda a Arlet, que su zona no ha sido despejada todavía—. Escucho a un integrante del escuadrón elite de Levi, quien me da instrucciones claras que sigo sin rechinar, aunque por dentro estoy algo sacada, pues se supone que Armin no debería estar en esta zona, si no donde dejé el caballo.

—Seguro—. Salto, en dirección a la señalada por el tipo. Voy con prisa, pues no me puedo permitir tomar un descanso cuando la vida de los demás están en juego. De inmediato recuerdo mi escena donde casi soy aplastada por la mano de un titán, y me reprendo por lo irresponsable que fue, prometiéndome que no pasará de nuevo.

No hay tantos titanes, pero si más que, intuyo, son las áreas asignadas de los demás. Preparo las cuchillas, unas nuevas, y me dispongo a cortar cuellos con cuidado de no ser atajada por las enormes manos de los gigantes. Mientras voy haciéndome paso, me topo con Armin, que está respirando agitadamente de pie en el punto más alto del tejado.

—Deberías entrenar cardio, Armin—. Grito con gracia, provocando una sonrisa cansada en sus labios, alzando la mano para saludarme, aun con las espadas en su mano, bien sujetas. Llego, finalmente, a su lado.

—Le hecho ganas, pero mi cuerpo no parece estar apoyando—. Le cuesta hablar con la agitación.

—No te preocupes—. Suelto, dándole una palmada y visualizando a otros titanes que quedan. —Lo único que quiero es eliminar a estas criaturas y dormir, te juro que hasta extraño la cama dura del campamento—. Digo mientras tomo ritmo y salto para acabar con las últimas amenazas.

Cuando termino, llega una chica con cabello corto y claro que tengo que ir al centro si es que ya terminé. Le aviso a Armin con una señal para que me siga y los tres vamos, encontrándome con varias personas, entre ellas mis amigos y Jean, Sasha y Connie, quien tienen un rostro contraído en muecas de cansancio, la misma que debo tener.

—Ahora lo que tenemos que hacer es avanzar para cubrir más zona—. Habla Levi, con las manos en la cintura y espalda recta, mirando a todos sin mayores tapujos, como una máquina automática. Todos sentimos como niños, entendiendo.

Va a dar más instrucciones cuando un estruendo nos saca de la zona de confort. Como reflejo, la mayoría sacamos las espadas de su equipo, preparados para enfrentar la amenaza. Pero miro a mi alrededor y nada, absolutamente nada más.

—¡Allá! —. Sigo el dedo de un chico, mostrando que, a muchos kilómetros, un hilo verde en el cielo. Mi cerebro trabaja con rapidez, llegando a la conclusión que hay problemas en la torre.

Uno para el otro (Levi Ackerman)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora