Adónde Vamos // Binwoo [Omegaverse]

Catorce

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Sentimientos
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Y ahí se encontraba, vacilante sobre sus piernas.

Sus amigos —Jinjin y Sanha— lo habían reprendido fuertemente por volver a aceptar trabajar con Moon.

Ambos temían por la seguridad de Dongmin, pues en cualquier momento Moonbin podría usar su voz de mando y obligarlo a hacer algo que el castaño no quisiera, y terminar lastimandolo.

Pero bueno, Dongmin insistió en que Bin no era la clase de alfa que utiliza su voz de mando a su beneficio, así que a pesar de las represalias de su amigo, decidió volver.

Toco el timbre y segundos después el señor Moon abrió la puerta recibiéndolo con una gran sonrisa, eso hizo que el lobo del Omega, se moviera contento, mientras meneaba la cola de felicidad.

—¡Llegaste! —esclamó Moonbin feliz.

—Buenos días señor Moon —saludo contento.

—Pasa —mencionó haciendole espacio en la puerta.

—¿Y Honnie? —no veía al cachorro en ningún lado.

—En la cocina, está desayunando... Sígueme —Moon entro primero a la cocina— ¡Honnie, te tengo una sorpresa! —cantúrreo el Alfa alegre.

—¿Ua solplesha? —preguntó con la boca llena.

—Umju, ¡Mira quién está detrás de ti! —al instante volteó.

—¡Dongmin! —se paró de un salto de la silla y fue hacia el mencionado, quien lo tomó en sus brazos y empezó a repartirle muchos besitos en su carita. —¡Te extrañé mucho mami! —dijo mientras se aferraba más al omega y empezaba a restregar su carita en el cuello de Dongmin, marcándose con su olor.

—Yo también mi cielo —respondió sin dejar de abrazarlo, mientras se sentaba en la silla que anteriormente estuvo sentado Minho.

—Por favor, no te vuelvas a ir —pidio escondiéndose en su cuello.

—Lo prometo cielo —Honnie sonrío al escucharlo, mostrando sus dientitos, achiquitando sus ojos.

Moonbin, quien prácticamente hacía un mal tercio, estaba feliz viendo la escena entre su cachorro y el Omega, no podía evitar sonreír de oreja a oreja y sentirse muy contento al ver feliz a su hijo.

Pero vamos, tú y yo sabemos que no se siente feliz solo por Honnie... En fin, continuemos.

—No le des comida en la boca —habló Moonbin— luego se acostumbrara y no querrá comer solo.

—¡Papá! —gruñó el cachorro en las piernas de Dongmin, mientras cruzaba sus pequeños brazos y fruncía su ceño.

—¡Cuando uno hace eso, te vuelves un flojo! —Expeto Bin

—Eres malo —solto enojado el cachorro.

—No seas así Bin —intervino el Omega— Solo esta vez ¿Sí? —preguntó sonriendo achiquitando sus ojos, poniéndolos en medias lunas.

—¡Ahg! Haz lo que quieras —no se negó, y es que ¿Quién podía negarse el hermoso de Dongmin?

—¡Yeeei! —celebró el niño.

—Por cierto Moonbin ¿Hoy no vas al trabajo?

—Sí, pero entraré un poco más tarde.

—Comprendo...

—Honnie quiere que lo lleve a la escuela —Al escucharlo, el cachorro negó— ¿Ya no quieres que te lleve? —volvió a negar— ¿Quieres que te lleve Dongmin? —volvió a negar— ¿Entonces?