Adónde Vamos // Binwoo [Omegaverse]

Once

—————————
Renunció
—————————

El Omega se encontraba afuera de la puerta de la casa de los Moon. Estaba vacilante, con sus mejillas color carmesí.

El beso que se dió con Moonbin, se repetía una y otra vez en su mente, como si de una cinta rota se tratase.

¿Que voy hacer? ¿Cómo voy a mirarlo a los ojos? ¿Que tipo de relación tenemos ahora?

—Pero ¡¿De que relación hablas Dongmin?! —Se corrijo dándose pequeños golpecitos en su cabeza y rostro—. ¡Controlarte maldito omega! —Exclamo mientras su corazón latía desenfrenado, y su rostro se enrojecia aún más.

Tocó el timbre un tanto tembloroso, no paso ni tres segundos, cuando la puerta fue abierta.

Dongmin sintió desfallecer al ver los ojos negros y profundos del señor Moon.

—B-buenos días M-moonbin —Hablo quedito, tímido, con miedo de hacer algo mal frente a Moon, eso provocó que su sonrojó incrementará por todo su rostro, orejas y espalda.

—¡Hola Dongmin! Pasa, estoy apunto de irme, deje el desayuno de Minho preparado —Hablo casual.

—O-okey...

El actúa normal, como si nada hubiera pasado, será que... ¿No le importa nada de lo que pasó entre nosotros anoche? ¿O estoy sobre pensando demasiado?

—Con respecto de lo que pasó ayer —Hablo Moonbin— El beso, eso fue un error de mi parte.

—U-un e-error dices... —Tartamudeo Dongmin.

Fue... ¿Fue un error?
Claro caí encima de él, y Honnie salto encima nuestro. ¡Por supuesto que debería ser un error! ¡Ahg! ¿Cómo no lo pensé antes? Y yo que no pude dormir en toda la noche pensando en eso.

—Ah... Lo sé, no se disculpe Moonbin. Simplemente olvidémoslo y hagamos de cuenta que no pasa nada. —sonrio forzadamente.

—Me parece perfecto —Sonrio.

—¡Hola Minnie! —saludo Honnie bajando la escalera.

—Hola pequeño ¿Dormiste bien?

—¡Chi!

—Bueno, se hace tarde, nos vemos en la noche.

—¡Adiós papi!

—Hasta luego Moonbin —Respondio suspirando, dejando que sentimientos encontrados entrarán en su corazón, como el de la confusión y la decepción.

Sentimientos nuevos para el Omega, sentimientos que tal vez algún día, se arrepentiría de sentir.

—Mmm, rico —saboreo Minho— Papá cocino huevos fritos con tocino... Otra vez —Dijo divertido.

—Vamos, tienes que comer rápido, si no quieres llegar tarde.

—Esta bien Minnie.