eyes of prey.

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OLIVE.

Ya había pasado una semana de lo sucedido, veía pocas veces a kally y cuando intentaba hablarle simplemente me ignoraba, por parte de bill pocas veces estaba en casa, sigo pensando en todo lo sucedido de esa noche.

-¿Olive?-me saco de mis pensamientos verónica, estábamos sentadas en un parque a cuadras de la universidad.

-¿Si?-la miré y ella simplemente me miraba curiosa, intentaba descifrar que me pasaba.

-¿Que te pasa? Estas rara.-pregunto mientras me daba de la bebida que estaba tomando.

-Nada, simplemente estoy un poco cansada de todos los proyectos.-volví a pensar en esa noche, como puede ser que cure a mi vecino de una bala que kally disparo?

-Entiendo, deberíamos salir, ya sabes.-me dio una leve sonrisa mientras se para paraba ir a su clase, ella estudiaba diseño de modas.

Me la pase sentada, comiendo y pensando, tenía que salir a decir verdad, lo necesitaba y podía hacerme bien. Saqué mi celular y le escribí a verónica, ella me pasó la dirección y me dispuse a ir a mi clase esperando la noche.

-¡Qué hermosa!-escupió verónica mientras me daba una vuelta viéndome en el vestido ajustado.

-No es para tanto.. es solo un vestido.-volví a mirarme en el espejo, no me veía ni mal ni bien, le faltaba algo.

Salí corriendo a mi baño, me puse un collar en forma de alas, era bastante bonito, me lo regalo kally.

-Muy bien, vamos a divertirnos!-grito mientras salía del apartamento y yo me quedaba buscando mi celular.

No lo encontré entonces salí por la puerta pero me di contra la espalda de verónica haciendo que me lastimara en mi brazo, me quejé y al mirar hacia la dirección conde verónica miraba ahí estaba, tenía un traje negro, su pelo ahora no estaba tan esponjoso como antes, se veía tan atractivo.

-Oh, olive.-él comento mientras cerraba su puerta.

-Bill..-me quedé callada y verónica abrió su bocota.

-¿Hola? Un gusto, soy verónica.-sonrió y bill le devolvió la sonrisa, empezaron a hablar y yo me quedé ahí, quieta.

-Bueno, me tengo que ir, un gusto verónica.-desaparecio de nuestras vistas y verónica se giró hacia mí.

-Es guapo! Chica, quien es él?-pregunto curiosa mientras daba saltos.

-Él vecino del que te conté, ahora vamonos.-la jale del brazo entrando por el ascensor, le tenía miedo a los ascensores por alguna razón pero no quería ver a Bill entonces preferiría usarlo.

El camino en el ascensor fue silencioso, ella sabía que algo pasó con él y yo no quería hablar de eso, que más le podía decir? Oh claro, es mi vecino y la semana pasada le saque una bala de su pierna.

Subimos al auto y llegamos a la casa, era bastante grande y había gente por montones, gritaban, bailaban, algunos se estaban drogando y otros bebiendo.

-¡Chicas!-corrió a saludar a unas amigas que tenia y yo fui a la cocina a buscar algo para beber.

-Pff, no debí venir.-busque en la nevera algo que no sea alcohol, en lo personal no me controlo cuando el alcohol toca mi cuerpo.

-Las cervezas están en el patio.-una voz masculina me sobre salto, rápidamente cerré la nevera.

-No buscaba cerveza, buscaba otra cosa para tomar, gracias igualmente.-nos miramos y hubo un silencio pero por alguna razón no era incómodo.

-¿Que chica viene a una fiesta y no toma una cerveza?-rompió el silencio caminando hacia la otra esquina de la cocina buscando un paquete de papas.

Duramos aproximadamente una hora hablando, el solo me contaba sobre cosas y yo ponía atención, pocas personas ingresaban a la cocina entonces teníamos bastante espacio para hablar cómodamente.

Mi vecino de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora