I would kill anyone for her.

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Me desperté, seguía adolorido por la bala y la chica estaba acostada a mi lado semi desnuda, había soñado con olive, me estaba volviendo loco y solo había pasado un maldito dia, el no tenerla a mi vista me estaba matando. Salí de la cama sin importar en levantar a la chica de la que no sabía su nombre, ella solo siguió durmiendo.

Pase por el cuarto de olive, estaba vacío y su ropa estaba tirada en el piso, me serví un café frío, me quedé mirando hacia la nada intentando hacer un plan para tenerla de vuelta, mataría al que se me cruce en el camino.

-Bill, lo encontraron.-hablo tom mientras bajaba de las escaleras medio dormido.-Encontraron al que violo a olive.-me paso su celular indicando que alguien estaba al otro lado.

-¿Hola?-murmure, en segundos me respondieron, era mi infiltrado.

-Ya lo identifique señor, sabemos su dirección, su familia, nombre, absolutamente todo.

-Muy bien, nos vemos donde siempre, ahí te daré tu recompensa.-la llamada terminó, di una pequeña sonrisa al saber que ese maldito podrá pagar por todo lo que le hizo a olive.

Me vestí, lleve especialmente en una maleta unos instrumentos que me servirán en unas horas, tenía planeado todo lo que le quería hacer, moriría lentamente mientras me va a rogar por su vida.

-¿Que piensas hacer?-pregunto tom, estaba a mi lado mientras comía su pequeño desayuno que se trajo.

-Muchas cosas..primero voy a empezar por su familia.-rei, vería morir a su familia delante de sus malditos ojos.

Llegamos al edificio, le di su dinero al chico que me comentaba de todo y le ofrecí más trabajo a lo cual el accedió. Estábamos ahora a camino de la casa de ese maldito y para mi sorpresa su casa era grande como si de un maldito famoso se tratara.

-Las cámaras están apagadas.-hablo tom, todo estaba listo.

-Bien, vamos a por él.

Me puse mi antifaz, llevaba conmigo mi bolso y al timbrar en la casa salió feliz mente una mujer la cual se asustó inmediatamente al vernos, tom le dio un golpe que la dejo aturdida, por el escándalo salió él..

Estaba tranquilo mientras tenía una taza de té, nos miró y salió corriendo hacia arriba por las escaleras pero un disparo mío lo freno, me acerqué a él tirandolo por las escaleras haciendo que su nariz se rompiera por el impacto. Lo agarre de nuevo arrastrando su cuerpo por toda la casa hasta llegar a la sala, lo senté en su propia silla y lo amarre.

-¿Crees que te guste esto?-pregunte riéndome, él no respondió.

Golpeé su cara con mi puño, cuando volvió a subir la cabeza mi puño nuevamente le dio, perdí las cuentas de cuantas veces le pegue tanto así que perdió la conciencia.

-Ponla alfrente, va a ver todo cuando despierte.-ordene, tom solo hacia todo lo que le decía sin ningún pero.

-¡Por favor, no me hagan nada!-grito la esposa, estaba llorando, sus ojos parecían que se le fueran a salir.

-¿Tienen hijas?-tomé el marco que estaba en pared, parecía una niña feliz de 16 años, sonreía estando abrazada al papá.

-¡Tiene 15 años, por favor no nos maten, no le hagan nada a ella!-volvió a pedir, ahora lloraba aún más.

Deje caer el cuadro en el piso, este se rompió rápido y los trozos quedaron en el piso, caminé hacia la chica y me arrodille hacia su nivel.

-No soy un monstruo, sin embargo esa niña se quedara sin padres.-tome la barbilla de ella, su mandíbula empezó a temblar.-¿Crees que no se que estas con él, ayudándolo a traficar personas?-solté fuerte su cara hacia un lado.

-¡No se de que hablas, por favor!-grito desesperada.

Ignoré sus súplicas, abrí mi bolso y saque una hermosa aguja mientras le introducía droga, una cantidad en la cual morías si la consumes.

-No te va a doler pero primero sentirás como si te te follaras a un unicornio, después sentirás demasiado frío y por último morirás.-me volteé dejando a la vista la aguja.

Le indique a tom que despertara al que había dejado inconsciente mientras yo me encargaba de su esposa, a los minutos despertó, al ver a su esposa en ese estado se altero. Intento golpear, gritar, llorar y suplicar pero eso no serviría de nada.

-Ella no está en esto, déjala por favor.-pidió llorando.-ella no sabe de nada, te lo pido, tengo una hija.

-¿Entonces ella no sabe que eres un violador?-me rei acercando más la aguja a su brazo.

-¿Que mierda fue lo que dijo?-murmuró, se puso blanca sudando.

-Perdóname, puedo explicarlo..

-¡Eres un mentiroso, todo este tiempo pensé que eras un buen abogado y ahora me entero que violas y trágicas mujeres!-grito, ella solo gritaba soltando su enojo.-Eres un puto asco, tienes una hija, que pensaría de ti?-grito nuevamente.

-¿Que esperabas? Tenia que mantenerlas de alguna forma.-grito ahora él, me calle unos segundos dejando que disfruten su última pelea.

-Bien, se pueden callar.-saque mi arma, los dos dejaron de gritar, la mujer parecía ahora estar tranquila, aceptando su derrota.

Tome nuevamente la aguja, ella no grito ni peleo, simplemente estaba esperando que su aguja pasara por el brazo.

-¿Quieres hacer algo antes?-pregunte, su aguja pasaba lentamente, antes de morir tenía unos minutos.

-Deja a mi hija en buenas manos y tu..espero sufras todo, mi muerte esta en tus manos y pienso perseguirte así sea hasta el puto infierno.-lo miro, él solo parecía estar procesando todo.

Al cabo de unos minutos ella estaba muerta de frío, en todo momento pidió que su hija tuviera bien a futuro y mis promesas nunca las rompo, esa niña estaría en las mejores manos.

-¡Maldito idiota!-Grito, estaba desesperado viendo a su esposa convulsionar de una sobredosis.

-Te recuerdo que todo esto es tu culpa, tu le dañaste la vida a alguien que adoro y ahora yo voy a joder toda tu puta vida y familia, van a quedar en la miseria.-escupí enojado.

Tome un palo de esos que están en la chimenea y se usan para mover la madera, era filoso y perfecto para traspasar un lindo estómago.

-Toma aire cariño.-empuje en su abdomen, grito intentando escapar del agarre pero solo se lastimaba más.

Lo saque y rápido empezó a sangrar, fui por otro de mis instrumentos, lo puse hacia el fuego de la estufa y este se calentó rápido, cuando llegue el seguía gritando y moviéndose como gusano.

Lo miré, me causaba asco y una rabia inexplicable, tom agarró su cara fuerte y yo le puse en la frente el sello caliente, tenía la palabra "violador", cuando lo saque su frente estaba roja, el gritaba y gritaba, era música para mis odios.

-A tu hija no le gustará saber esto..-saque los papeles donde había evidencia de absolutamente todo, los lugares donde tenía las chicas secuestradas, las violaciones que había echo y el cadáver de los cuerpos que había enterrado.

-¡Maldito, que mierda más quieres!-grito de dolor, su boca estaba llena de sangre, no podía ni hablar bien.

-Verte sufrir.-disparé en su hombro derecho, él se quejó nuevamente, el siguiente disparo fue a sus piernas.

Corte la soga y cayo al piso, sangraba horrible, sus ojos estaban el doble de rojos que antes, escupía sangre y me sentí satisfecho, había sufrido que era lo único que había pedido, olive estuvo mal los últimos meses y ahora estaba sangrando en mis pies.

-Si es necesario te voy a perseguir hasta en el proprio infierno, esto queda de prueba que nadie puede tocar a mi chica, mientras yo viva nadie va a tocarla-hice una pausa para agarrar su cabello y hacerlo que me mirara.

-Me volvería peor de lo que soy si alguien vuelve a tocarle un maldito pelo.-golpeé su cabeza contra el piso.

-Suerte con kall..-escupió sangre para quedar después muerto en el piso, su cuerpo estaba sangrando por todas partes.


Mi vecino de al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora