39. Preliminares

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Ubicación: Las Vegas, NV

Royale Club se alzaba como uno de los casinos más importantes de Las Vegas a pesar de haber sido aperturado hacía un año atrás, fundado por Drew y Garret Morgan, dos hermanos inseparables y ambiciosos. Drew, que figuraba como CEO del casino estaba sentado en la cabecera de la mesa, mostrándole informes a Frederick Armstrong, el hombre con el 35% de las acciones del casino, pero que con su ayuda había podido crecer en el medio a pasos agigantados.

—Como puede ver, señor Armstrong, todo está mucho mejor que la última vez que nos visitó. Gracias a su inversión en la serie B, hemos podido mejorar la infraestructura del casino —habló Drew.

Semanas atrás habían hablado sobre una nueva ronda de inversión, pues necesitaban mejor tanto el edificio como el mismo Armstrong se lo había sugerido, así como añadir servicios adicionales a las áreas recreativas y de apuestas que ya habían implementado desde la creación de Royale Club.

—¿Qué me dices de la sala de juegos? —Frederick alzando la mirada del folio lleno de papeles que en ese momento le parecieron aburridos, mostró una sonrisa controlada.

Drew miró a su hermano, también Director de Operaciones del casino, sentado a su mano derecha; este asintió con la cabeza y levantaron la sesión, así podrían llevar al señor Armstrong al lugar que solicitaba.

Garret le informaba las adecuaciones que habían realizado según las expectativas de su inversionista, más Frederick solo observaba, escondiendo una sonrisa perversa trás una máscara analítica que siempre usaba en los negocios. La sala de juegos estaba decorada tal como la pidió, con luces decorativas en tonalidades rojas y blancas que parpadeaban y circulaban por el lugar. Se encontraban debajo del casino, había creado un piso subterráneo y privado solamente para esa sala y un estacionamiento especial.

En dos paredes laterales, se extendían diversas puertas las cuales resguardaban habitaciones especiales para los invitados de honor, como Frederick los había llamado en alguna reunión pasada. El centro de la sala contaba con varios sofás circulares y mesas de centro, que se encontraban separadas las unas de las otras con al menos un par de metros de distancia para darle privacidad a los clientes. En la pared adyacente a la única entrada de esa sala de juegos, se encontraba una barra amplia con licores de todos los sabores y lugares de procedencia.

Drew tenía pleno conocimiento de las verdaderas intenciones del director de Armstrong Finance Corp. para solicitar la creación de esa sala junto con la construcción de un tercer piso para el casino. No le molestaba en absoluto, ni a Garret, mientras más dinero llegara a su empresa, y por ende, a sus bolsillos, se convertía en ciego y sordo en cuanto a negocios bajo la mesa se tratase.

Frederick observaba a la pareja atrás de la barra. Un hombre y una mujer, ambos con ropa escasa, pero era ella quien captaba su atención. Esa sala era un plan que había pensado varios meses atrás, poco antes de plantearlo en la reunión con la directiva de Royale Club. Ahora, lo veía realizado y funcionando.

Ahora, sería él quien lo bautizaría, y pensó que aquella castaña de senos abundantes, pues así había pedido que fuese la candidata para esa labor, era la indicada para aquello.

Sin embargo, un toque sutil en su hombro captó su atención.

—El señor Freeman acaba de tomar el vuelo desde Nueva Jersey con destino a Las Vegas. Y el señor Drake acaba de arribar al hotel con Lane —le comunicó Allan, su hombre de confianza, al oído en un tono lo suficiente para que solo él escuchara.

Frederick asintió y volvió a mirar a la castaña, antes de ojear su reloj; en ese momento, decidió que tenía algo de tiempo para divertirse un rato.

Operación Bloqueo [Operaciones Especiales #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora