Dolor y placer en tus manos.

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Mi enfermedad pasó por completo después de 5 días. Durante ese tiempo Carlisle se dedicó en recuperarme y fortalecerme lo suficiente para poder salir de paseo a las afueras del pueblo. Claro, solo los fines de semana ya que ambos trabajábamos los días hábiles.
Llegó el sábado y a medio día nos juntaríamos en el supermercado del pueblo para comprar unas provisiones. Nos iríamos de camping a la orilla de un lago cercano. Mis padres estaban al tanto, pero no sabían que iría con el doctor sexi, solo sabían que iría con una amiga del trabajo.

Le mandé un mensaje a Carlisle cuando iba saliendo de la casa, mi papá me iría a dejar al supermercado para no tener que ir caminando ya que eran más de 7 kilómetros de caminata. Dejé mi mochila, almohadas y saco de dormir en los asientos traseros del auto y me senté de copiloto. Mi papá me esperaba con una mirada extraña.

-Hija, yo sé que no irás con una amiga de camping. -Dijo encendiendo el auto.

-Papá...

-Solo necesito saber si te estás cuidando lo suficiente, no quiero drogas en tu cuerpo, un embarazo no deseado puede ser un problema pero las drogas pueden ser la muerte.

-Papá, no consumo drogas y no tendré sexo, no soy lesbiana- Dije y se rió.

Puse la estación de radio favorita de mi papá y partimos rumbo al supermercado. Nos demoramos menos de 10 minutos en llegar. Me dejó en la entrada y luego de despedirse se fue tranquilo a casa.
Respire hondo y exhale botando mi nerviosismo. Sentí a alguien detrás y sonreí cuando la brisa me regaló su aroma. 

-Te ves hermosa como exploradora- Me dijo besando mi mollera.

Me giré para contemplarlo. Wow.

-Y tú... Necesito sacarte una foto y guardarla bajo mi almohada- Dije mirándolo repasando su tenida.

Llevaba unos jeans verde musgo oscuro, botines de cuero café oscuro, camisa de mezclilla azul, una camiseta blanca con escote en V, gafas de sol negras y un jockey beige. Yo no me veía tan bien como el. Note como las dos mujeres que estaban cerca no dejaban de mirarlo.

-Eres un encanto- Dijo y me dio un beso en los labios- Ahora entremos para poder llegar temprano al camping.

Tomó mis cosas y las fue a dejar a su auto. Era un Mercedes Benz Coupe, se veía algo antiguo pero muy elegante. Carlisle parecía tener más dinero del que creía. Se ve tan simple que a veces olvido que lleva viviendo y trabajando por décadas y quizá siglos.
Cuando volvió tomo mi mano y caminamos al interior del supermercado. Me sentía su pareja en aquella escena tan simple. Separamos nuestras manos para tomar una canasta. Solo llevaríamos cosas para que yo comiera así que tomé unas salchichas, galletas, frituras y fruta. Además de agua, jugo y una Coca Cola. Agradecí que el camping tuviese baño porque la idea de tener que alejarme kilómetros para hacer mis necesidades por vergüenza se me hacía aterradora.

Llegamos a la caja para pagar y noté que miraba fijo a un estante lleno de chicles y caramelos. Pero cuando vi bien lo que miraba eran condones.

-Carlisle - Le dije para que me mirase.

Tomó una caja rápido y se los entregó a la cajera. Mi corazón se aceleró por el nervio de saber que él tenía en mente llegar a otra face. No estaba preparada, no me había ni siquiera depilado lo suficiente para un encuentro con tal semidiós.
La cajera me miró de reojo a través de sus lentes y le sonreí. Ella había notado mi nerviosismo. Tampoco es como si me fuese a violar, no quería dar esa impresión de miedo. Pero estaba aterrada. Pero también lo deseaba, lo había soñado muchas veces, debía sentirse igual de bien. Pero en ese entonces no sabía que era un vampiro con fuerza sobrehumana y deseo de sangre.

Pedacito de infierno. /CarlisleyEsmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora