La serpiente en tu cama

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T/N:

El techo que miro, es tan diferente al que vi la ultima vez, Sebastián.

Aun tengo su sabor en la boca y casi podría jurar que siento sus manos sobre mi, sentía como si no pudiera respirar, me faltaba el aire solo de recordar lo mal que había salido todo, estaba impotente, la magia antigua parecía darme el suficiente poder de hacer maravillas, pero no es verdad, hasta ahora no era mas que una maldición inservible, por que nada podía hacer para ayudar a quien me en verdad lo necesitaba, Sebastian.

-Veo que ya despertó- Me sorprendió la voz de el profesor Fig, el se acerco a mi cama examinándome de pies a cabeza, seguramente tendría mil preguntas en la cabeza.

-¿Cuanto tiempo estuve aqui?- Pregunte

-Casi dos días- Respondió sentándose en la cama que estaba al lado -¿Recuerda algo de lo que sucedió?- Interrogo, desvié la mirada de vuelta al techo, no quería mentirle, odiaba mentirle sobre todo al profesor Fig que había sido tan bueno conmigo hasta hoy, pero decirle la verdad seria mandar yo misma a Sebastián a Azkaban y a pesar de todo, no tenia el valor de hacer eso, aun puedo salvarlo.

-Había un mago oscuro, no pude verlo con claridad, todo estaba muy obscuro, había Inferi...-Resumí con pocas palabras una verdad a medias

-¿Un mago oscuro?- Se pregunto a si mismo con culpa, tal vez el lo relaciono inmediatamente con Ranrok y Rokwood.

-Estoy bien profesor, nada paso- Trate de darle paz

-¿Cuanto tiempo mas deberá quedarse aqui?- Pregunto el profesor a la enfermera.

-No parece herida, pero quisiera que pasara al menos el resto del día aqui, solo por precaución-  Explico. Pero es lo que menos quería, de inmediato trate de levantarme, debía buscar a Sebastián, tenia que encontrarlo antes de que cometiera una locura -Recuéstese ahora mismo jovencita- Ordeno la enfermera avanzando a mi.

-Quédese tranquila, hablare con sus profesores, así que no tiene que preocuparse por las clases- Trato de calmarme el profesor Fig con una sonrisa -Todos sus amigos estarán felices- Me guiño un ojo.

-¿Mis amigos?-

-Todos han hecho guardia, todos tomando turnos, nunca se quedo sola- Contesto mi mentor con alegría y orgullo, alejándose en dirección a la salida

Apenas lo vi atravesar la puerta pude reconocer algunas voces, el primero en asomarse era nada mas y nada menos que Amit, seguido de Contance, ambos se apresuraron hasta mi cama con sonrisas que parecían iluminar la habitación.

-¡Por fin la estrella despertó!- Grito Amit, la enfermera despejo su garganta seguramente indicando de esa manera que bajara la voz -Lo siento- Se disculpo Amit. que tomaba lugar a mi lado 

-Nos diste un susto- Interrumpió Contance

-Lo siento- Respondí

-Debes tener mas cuidado estrella, necesitas parar con tus aventuras- Sonrió Amit, estaba feliz de solo mirarlos, pero faltaba una persona, que no deje de buscar con la mirada.

-Iré por el, tranquila- Indico Contance, saliendo a toda prisa, a pesar de energía tan alegre de Amit y su platica sobre todo lo que me perdí en clases, no podía concentrarme en su conversación, me sentía rara, como si una tristeza enorme eclipsara todo a mi alrededor.

Ominis entro de manera abrupta a la habitación, detrás de el una agitada y sin aliento Constance. Ominis se acerco rápidamente donde estaba, prácticamente empujando al pobre de Amit, de inmediato tomo mis manos arrodillándose al lado de la cama.

🌸La magia del primer amor🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora