Ominis:
Me siento agotado, a veces pienso que todo esto de la escuela es innecesario, pero prefiero estar aquí que con mi familia, había demasiado ruido por todas partes, seguía entre la boca de los alumnos la nueva estudiante, a veces la gente ordinaria aun siendo magos puedes ser tan básicos a los rumores y el cotilleo, vaya vulgaridad.
Necesitaba un lugar para estar solo, poder relajarme y alejarme de todo este ruido infernal, si volvía a escuchar una vez mas el nombre de T/N iba a tener un ataque de ira, me encamine al pasillo debajo de la aula de defensas contra las artes obscuras, al único lugar privado que podía darme algo de paz y silencio, acelere el paso, podía sentir como la el día llegaba a su final, pero debía despejar mi mente antes de irme a dormir, solo un poco de silencio me vendría bien.
Al llegar al final del pasillo escuche como la puerta se cerraba sin sigilo, de manera poco precavida, ese no podía ser Sebastián cerrando la puerta de la bóveda, el sabia perfectamente que debía cerrar esa puerta con sigilo, apenas escuche unos paso distintos al sonar de los pasos de Sebastián, estaba seguro se trataba de otra persona, me apresure y podía saber de una figura extraña dándome la espalda mientras se aseguraba de haber cerrado bien la puerta, el razonar de mi varita no podía decirme quien era, pero era casi como tener un método de visión, de alguien que no debería estar allí, acelere el paso con sigilo y apenas aquella desconocida figura se dio vuelta la tome por el cuello, sea quien sea no puede salir de aquí sin recibir una amenaza propia del secreto de aquella habitación, podía sentir un cuello pequeño en la palma de mi mano mientras le arrinconaba en la esquina de aquel estrecho pasillo, apretando con la suficiente fuerza para hacerle entender que no debía estar allí.
-Quien eres tu? Que hacías en esa habitación?- Le pregunte en voz baja pero amenazante, sea quien sea ahora sabe que no es bienvenido, aquella figura parecía intentar respirar torpemente, tal vez apreté un poco mas de la cuenta pero al menos así dejaría claro el mensaje, fue cuando el golpe de un aroma que ya conocía llego a mi nariz.
-Fresa y vainilla...- Susurre para mi mismo, todo paso tan rápido y lento al mismo tiempo, el pensamiento puede ser realmente veloz, por que miles de pensamientos me abrumaron en apenas milésimas de segundo, yo conocía ese aroma, era el aroma de la nueva alumna, esa de la que todos hablaban, ese mismo aroma que percibí el día que la conocí en la clase de defensa contra las artes obscuras, pero como llego aquí? como supo de la bóveda? en verdad es ella o mi olfato me esta engañando...? es decir podría ser? y ahora estaba ahogándola en la palma de mi mano, no puede ser ella, como podría saber de esa habitación, solté su cuello en un instante, deslizando la palma de mi mano por su cuello hasta el pecho, sintiendo la tela de su ropa, buscando señales de quien era esta persona, alguna insignia, algo que me dijera mas, pero solo encontré una protuberancia en su pecho derecho, esto era...? por un suspiro de instante pude sentir que era un pecho femenino, con un pezón endurecido, todo paso tan rápido, mi mente voló rápidamente en miles de preguntas, cuando se vio interrumpida por un suspiro de alivio al tomar una gran bocada de aire, aleje mi mano inmediatamente tomando distancia.
-Ah... ah- gemía falta de aire, sabia que había hecho fuerza, pero jamas pensé que se tratara de una mujer, me sentía arrepentido por un lado, pero por el otro seguía molesto por la idea de que alguien ajeno hubiera entrado a mi único escondite secreto y de entre todos los alumnos de la escuela debía ser precisamente ella, por que ella?
-Acabas de tocarme...?- Pregunto en un jadeo incesante con una voz débil por el apretón de mi mano contra su cuello, me había pasado de fuerza, lo sabia, pero no me iba a disculpar, después de todo era su culpa por meterse donde no debía.
-No fue un placer créeme, no sabia quien eras- Le dije firmemente, no mostraría una gota de arrepentimiento o culpa -Acabas de salir de la bóveda no es cierto?- Le interrogue, ahora podía percibir su aroma mas claro en el aire.
-Yo... - Apenas dijo, con algo de culpa en su tono, la pobre parecía preocupada en su voz, casi como si fuera ella la que intentara disculpase- Lo siento, tropecé con esa habitación por accidente- Se disculpo, estaba mintiendo lo sabia, podía oírlo claramente en su voz, no fue accidente, pero su disculpa si parecía sincera, no comprendo a esta chica, acabo de atacarla y prácticamente propasarme con ella y es ella quien se disculpa, por un instante sentí culpa, pero me asegure de no cambiar mi expresión, las personas suelen aprovecharse a la mas mínima duda o signo de debilidad.
-Sebastián te lo dijo no es verdad? Si dices un sola palabra de esto a alguien ni siquiera tu mentor podrá protegerte- Le amenace, si era algo ruin de hacer, pero en este punto no podía retroceder en mi postura, debía asegurarme de que ella no diría nada.
T/N
-No diré nada Ominis, lo juro- Le prometí, claro que no le diría nada a nadie, el realmente debía destetarme, podía verlo en su expresión, toda la tención en su mandíbula y en su cuerpo en general era innegablemente la de alguien furioso, me acomode la corbata aun con una falta de aire y sin decir una palabra mas me aleje de allí, solo me gire un poco para verlo de espaldas con los puños cerrados, me apresure para volver a mi dormitorio, intentando no despertar a nadie en el proceso, me quite la ropa y me puse la de cama aun tratando de calmar mis nervios, me tumbe en la cama y mire el dosel de la cama, me sentía aun agitada pensando en la trágica situación, sobretodo me apene mucho con Sebastián, claramente me había dicho que no dijera nada y menos a Ominis, lo que menos quería era causar un conflicto entre los dos y por la reacción de Ominis estaba segura seria inevitable, Sebastián no se lo merecía, debí haber tenido mas cuidado, después de lo amable que el había sido conmigo, a pesar de la situación no podía borrar de mi cabeza el rostro de Ominis, sus rasgos afilados y los lunares en su rostro, mi mente no dejaba de grabarse cada detalle, como si poco o nada le importara a mi orgullo lo que apenas había sucedido.
A la mañana siguiente fui la primera en levantarme, esta vez no llegaría tarde, no quería pedirle ayuda a nadie así que tome mi túnica y me encamine al aula de pociones, utilizar los polvos flu seria inútil si no sabia que punto llevaba a otro, iba anotando en mi mapa cada punto que iba descubriendo, me salte incluso el desayuno con tal de no llegar tarde esta vez, pero conforme avanzaba me di cuenta que estaba en las mismas, ni idea de donde estaba, sin quererlo había llegado a los jardines exteriores, donde el profesor Ronen apenas nos había hecho enfrentarnos a mi y a Nat, camine de vuelta pellizcando mi oreja izquierda, algo que hago cada vez que me estreso, lo cual puede ser bastante seguido, pero cuando llegue al vestíbulo superior comprendí un poco mas el mapa, si no estaba equivocada el aula de pociones debía estar al fondo a la derecha, me apresure lo mas que pude intentando no chocar con nadie, obviamente llegaría tarde de nuevo.
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🌸La magia del primer amor🌸
FanfictionUna historia no muy larga, aun dentro del contexto de el videojuego de Hogwarts Legacy, abarcando varias situaciones en el juego y llevadas con mas profundidad con algunos cambios y a veces cambiando el orden de algunos eventos. Narrado desde el pun...