Sueño fugaz

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Tan pronto acabo la clase de herbología, T/N y yo pusimos en marcha nuestro ridículo e inmaduro plan.

-¿Listo?- Me pregunto susurrándome al oído al término de la clase, su aliento electrificaba mi piel.

-¡Claro que no!- Le dije con honestidad irónica, estaba aterrado, pero jamas lo demostraría. Ella tomo mi mano, era la primera vez que estábamos palma con palma de esa manera, en mi mente solo estaba la preocupación de empezar a sudar o que ella pudiera sentir mi pulso acelerado, si continuaba con este ritmo cardíaco ya podía olvidarme de tener una larga vida, otros dos años mas y moriría de un paro cardíaco.

Podía oír el cotilleo entre los estudiantes mientras sostenía la mano de T/N, llevando la delantera y ella un poco más atrás que yo, no podía ver los rostros, pero el hecho de que Sebastián no nos haya detenido en el camino a la salida , me dice que probablemente estaba tan absorto como todos los demás.

-¿Nos están mirando?- Pregunte a T/N en un susurro al oído

-Claro que si, debiste ver la expresión de Sebastián y todos los demás- Me dijo en complicidad, mientras soltaba mi mano para entrelazar su brazo con el mio, mi respiración era agitada y estaba nervioso, pero trate de mantener la frialdad de siempre.  

Avanzaron las horas y en todo momento cuide de mostrarme caballero con ella, impulsar la mano y abrir la puerta para ella, mientras que T/N recargaba su cabeza constantemente sobre mi hombro o brazo al caminar, casi podía decir que se sentía real. Al final del día la acompañe a su sala común, pero al filo de su puerta nuevamente los nervios me agredían, como debería despedirme de ella, ¿debería solo estrechar su mano? o ¿debería besar su mano o tal vez debería besarla... ?

-¿Ahora que debo hacer?- Le susurre al oído, trague saliva disimulando los nervios, esperando que ella me ayude a resolver toda la lluvia de ideas que no hacían mas que quitarme la poca tranquilidad que tenia.

-Tranquilo Ominis, no tienes que hacer nada, no hay nadie mas aquí- Me dijo tranquila, lo que me dio alivio y al mismo tiempo decepción, estaba tan concentrado en mis propias dudas que no había puesto atención a la ausencia de voces a nuestro alrededor.

Ella para mi sorpresa me jalo con suavidad de la corbata, jalando en dirección a ella, bajándome al nivel de su rostro, me dio un beso en la mejilla, suave y húmedo pero no demasiado, el corazón me pudo haber explotado en ese mismo instante, pero estaba muy concentrado en mantener la reserva en mi rostro. 

-Buenas noches novio mio- Me susurro, en tono cómico.

T/N fue tirando poco a poco y en silencio la pared que había construido de desconfianza y ese hielo invisible que estaba allí, fue derribado con total sigilo, la verdad es que después de que Ann enfermara, no solo la había perdido a ella como amiga, también había perdido a Sebastián en esa obsesión suya, mis únicos dos amigos. Ahora me doy cuenta de lo solo que estaba, por fin me doy cuenta de que T/N si me había hecho un favor, como a todos los que habían ayudado y salvado hasta ahora, ella también me salvo a mi, de esta soledad, me dio su mano y me sostuvo.

-¡Vaya, por lo menos hoy si llegas a dormir!- Interrumpió mi pensamiento la voz de Sebastián, haciendo eco en el pasillo al que estaba caminando de vuelta a mi sala común. De vuelta a la realidad

- Hola Sebastián- Salude sin ánimos, escuchando como el caminaba lento pero seguro hacia mi, su paso era firme.

-¿En que estabas pensando?- Me dijo en tono de desaprobación.

-¿De que hablas?- Cuestione en tono frió

-No se a que están jugando T/N y tu, pero es peligros, ya deberías saberlo- Me sondeo

🌸La magia del primer amor🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora