Un nuevo día se abría paso, trayendo consigo una clase de pociones. En el aula, Draco ya estaba sentado al fondo, solo. Zabini había caído enfermo y apenas podía mantenerse de pie.
Draco lo echaba de menos. Extrañaba la sensación de calma que su amigo le proporcionaba. Desde aquella noche en la que Zabini lo vio en su punto más vulnerable, rompiendo todas sus barreras y permitiendo que lo conociera de verdad, habían forjado una conexión más profunda. El de cabello albino ya no se sentía tan aislado. Sin embargo, estaba tan sumido en el vacío que no notó que alguien se sentó a su lado.
— Malfoy. — la voz de Potter lo sobresaltó. Draco volteó y se encontró con los penetrantes ojos verdes del elegido que lo observaban fijamente.
— No estoy de humor para pelear, Potter. Así que puedes irte. — dijo con desgano mientras abría su cuaderno, intentando ignorar la presencia del contrario.
— No estoy aquí para discutir, oxigenado; es sobre la Amortentia. — murmuró Potter.
Draco seguía mirando su cuaderno, sin dirigir la mirada hacia los lentes de Harry. — ¿Qué hay sobre la Amortentia? ¿Por qué te interesa tanto?
— Ron dice que no es normal que no puedas detectar ningún aroma. — Susurró Potter.
Draco soltó un pequeño suspiro, una risa irónica asomando a sus labios, mientras pasaba una mano por su cabello rubio. — ¿En serio? No me digas. — expresó con sarcasmo, aunque sentía una tensión en su garganta. Lanzó una mirada de reojo a Harry, quien mantenía una expresión tranquila.
— ¡Oye! Estoy intentando echarte una mano, idiota. — dijo con firmeza en su voz, aunque un deje de frialdad estaba presente.
— ¿Por qué te interesa ayudarme, Potter? Hay personas que desean ser rescatadas, y otras que no. Ya cuento con Zabini, y eso basta. No necesito a nadie más, y mucho menos a ti. — "¿En verdad bastaba?" se preguntaba Draco, siempre enredado en sus propias falsedades. — No malgastes tu tiempo en alguien como yo. Además, hay asuntos más intrigantes que lidiar con un simple problema de Amortentia.
— Tú lo necesitas, deja de ser terco. Mira, tengo una solución. — Harry extrajo un pequeño frasco de cristal, su contenido líquido era transparente y chispeaba con destellos plateados. — Esto te permitirá percibir algún aroma en la Amortentia. Solo tómalo. No tiene nada de perjudicial, Malfoy... lo juro.
Draco examinó el frasco y luego a Harry, sintiéndose inseguro. Finalmente, tomó el líquido brillante; estaba exhausto, ya no le importaba si podía confiar o no. Solo anhelaba paz.
Harry lo observaba con expectación, apenas contenía la satisfacción que sentía al ver que Draco confiaba en él. Eso era suficiente para él.

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Amortentia - Drarry -
FanfictionEn la clase de pociones se había dejado hacer una "Amortentia" y registrar aquel olor. Gran sería la respuesta de Harry y Draco al oler aquella poción de amor. - ¿Qué hueles, Malfoy? - Uhm...¿tu que hueles, Potter?