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Draco continuó con los ojos cerrados, inhalando con delicadeza el vapor de la botella. A medida que pasaban los segundos, sus esperanzas parecían desvanecerse en la bruma de la noche, sumiéndolo en una sensación de incertidumbre. Pero entonces, un aroma llegó a sus fosas nasales. Abrió los ojos y Harry notó cómo estos se dilataron, transformándose de orbes grises en prácticamente negros, como si ese aroma hubiera desencadenado una reacción sorprendente.

— Malfoy, por favor, dime, ¿Qué hueles? — Harry habló con ansiedad, sus propios ojos verdes brillaban intensamente bajo la luz de la fogata.

— ¿Chocolate? ¡Chocolate! — Draco sonrió con entusiasmo, mostrando por primera vez sus dientes blancos y colmillos característicos.

Harry reflexionó en silencio, "La esencia de Zabini es chocolate...". 

— Pero no es cualquier chocolate... Huele a chocolate amargo, como si llevara las complejidades del tiempo. También detecto el aroma de tierra mojada, y ¡uf! Hay un rastro audaz de jugo de calabaza. — Draco arrugó la nariz y alejó la botella de su rostro, tapándola con el corcho con una expresión de ligera repugnancia. — Preferiría la esencia de Zabini. — bromeó con una risa suave mientras se acomodaba en el césped, dejando escapar una sensación de comodidad que antes le era ajena.

Harry siguió su ejemplo y se sentó a su lado, sintiendo la calidez del fuego en su piel. Ambos se sumieron en un cómodo silencio, dejando que la tranquilidad de la noche y el crepitar de las llamas los envolviera. 

La expresión de Draco era seria pero tranquila, sus ojos grises parecían estar iluminados por algo más allá de la fogata, como si ese pequeño frasco hubiera sido la llave que desbloqueó una parte de sí mismo que había estado oculta en la penumbra. Mientras tanto, Harry se perdía en las llamas rojas del fuego, soltando ocasionalmente suspiros que eran arrastrados por la brisa nocturna.

— ¿Quieres que te cuente algo? Zabini y tú comparten algo en común. — Harry dirigió una mirada a Draco, quien tenía la vista fija en el lago. — Ambos percibieron el olor a menta en la prueba de la Amortentia...me intriga saber a quién corresponderá.

Harry lo escuchó con atención, sorprendido por esa observación. — ¿Y a ti no te da curiosidad saber quién es la persona de tu Amortentia?

— No me preocupa tanto. Siento que... estoy cerca de esa persona y que la encontraré pronto. Así fue como mi padre encontró a mi madre. — Draco suspiró y luego volteó a mirar a Harry, compartiendo esa pequeña chispa de esperanza que había empezado a arder en su interior. — Tus ojos resaltan mucho...el verde de Slytherin habría hecho un buen juego con ellos. Te verías bien vistiendo verde. — Fueron sus últimas palabras antes de retirarse del lugar.

Harry observó cómo Draco se alejaba en silencio, perdido en sus pensamientos. Una sonrisa se formó en sus labios mientras dirigía su mirada de vuelta al fuego, que ahora adquiría una dimensión más profunda. Los destellos de las llamas parecían reflejarse en sus ojos verdes, resaltando los matices de sus pensamientos y emociones.

Amortentia - Drarry -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora