Amortentia - Drarry -

I

Los rayos de luz que se asomaban por las ventanas de los cuartos de Hogwarts que brindaban calidez y comodidad para seguir durmiendo pero lamentablemente la alarma había sonado.

Draco se cubrió sus ojos con su antebrazo y apagó su despertador de forma rápida, no quería despertar a los demás, se levantó y se fue alistar con su pantalón negro ajustado, camisa blanca planchada y pulcra, el chaleco gris que le disgustaba. Aquel día no tenía ganas de arreglar su cabello, así que sólo lo mojo un poco y lo cepillo dejando que se acomodara dejando cubriera un poco sus ojos grisáceos. Se colocó su capa y salió camino hacia el gran comedor.

Era un camino silencioso, la mayoría de alumnos aún dormía, Draco caminaba con la espalda recta moviendo sus hombros ligeramente haciendo que su capa tomara algo de vuelo y elegancia. Era la camina de un príncipe de las serpientes. Entro al comedor ganándose la mirada de unos alumnos, Draco los miraba sin ninguna expresión en el rostro. El peliblanco se dirigía a su mesa pero una voz que detestaba le llamó.

— Malfoy caminado solo ¿eh? — dijo Potter. — ¿Por fin vieron la escoria que eres o qué?

Draco suspiro, hace tiempo había intentado terminar su rivalidad con el salvador pero al parecer el moreno no lo había notado. — ¿Y que me dices de ti? No vinieron tus perros falderos ¿acaso ya se cansaron de ti o se murieron por tu culpa? — contestó a la defensiva viendo como Potter abría sus ojos con sorpresa y se le endurecía la mirada. Draco no espero una respuesta por parte del contrario y se fue a la mesa de Slytherin para poder desayunar en paz antes de que sus compañeros llegaran.

Durante una hora y media, Draco sentía la mirada de Potter sobre él, sabía que sus palabras le habían dado en su punto más débil, en sus amigos y como los ponía en riesgo.

— Potter no te para de ver.— susurro Pansy.

— Lo sé, lleva así desde antes que vinieran...no lo vi con sus amigos así que le pregunté sí se habían muerto por su culpa.— Draco no miraba a la chica, sólo se dedicaba a ver el líquido naranja que estaba en su vaso. — El empezó, Pansy...sabes que ya sólo ataco sí alguien lo hace, no te preocupes.— contestó con calma para después ver a su amiga que le daba aquella fría mirada de siempre. 

Draco vio cada parte del rostro de Pansy, su piel pálida y limpia, sus ojos negros como abismos, sus largas pestañas y sus pequeños labios que brillaban y se preguntó porque no podía sentir algo por ella sí era simplemente perfecta.

Draco volvió a soltar un suspiro y volvió a mirar su vaso con el jugo de calabaza, pensaba en todas las chicas que había visto en Hogwarts, muchas eran de su agrado y otras no tanto, unas tenían lo que buscaba y otras no pero siempre era lo mismo, no sentía nada por ellas.