XVI

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Unos días después, Blaise Zabini se encontraba en la sala común de Slytherin, rodeado de sus amigos. El fuego crepitaba en la chimenea, iluminando el ambiente con destellos dorados y sombras danzantes. La conversación fluía entre risas y bromas, pero Blaise parecía distraído, su mirada fija en las llamas.

Pansy Parkinson, que estaba sentada junto a él en uno de los cómodos sofás, notó su actitud distante y lo empujó suavemente con el codo. — Ey, Blaise, ¿Dónde te has perdido?

Blaise parpadeó como si regresara de sus pensamientos y miró a Pansy con una sonrisa forzada. — Oh, nada, solo estaba pensando en algunas cosas.

Theodore Nott, que estaba sentado al otro lado de la mesa, levantó una ceja. — ¿Cosas? ¿O deberíamos decir 'alguien'?

Blaise frunció el ceño ante la mirada astuta de Theo. Sabía que sus amigos lo conocían lo suficientemente bien como para darse cuenta de que algo lo estaba molestando. Intentó cambiar el tema. — En serio, no es nada importante.

Daphne Greengrass se unió a la conversación, inclinándose hacia adelante con interés. — Vamos, Blaise, no nos subestimes. Sabemos cuándo estás ocultando algo. ¿Es algún problema con tu familia?

Blaise negó con la cabeza, sintiendo la presión aumentar. No quería mentir a sus amigos, pero tampoco estaba seguro de cómo manejar la situación. — No es la familia, de verdad. Es solo... es solo que he notado algo diferente en Draco últimamente.

Pansy arqueó una ceja, intrigada. — ¿Diferente en qué sentido?

Blaise suspiró y se frotó la frente, como si intentara aliviar una tensión interna. — No lo sé exactamente. Ha estado distante, perdido en sus pensamientos. A veces parece preocupado y otras veces, simplemente...parece alguien distinto.

Theo asintió con comprensión. — Puedo confirmar eso. Lo he visto también.

Daphne se recostó en el sofá, pensativa. — Tal vez sea solo una fase. Los últimos años han sido bastante turbulentos, y todos estamos lidiando con nuestras propias cosas.

Blaise asintió, pero su mirada seguía inquieta. — Sí, eso podría ser. Pero siento que hay algo más, algo que no me está contando.

Pansy le dio una palmadita en el hombro con una sonrisa amigable. — ¿Has intentado hablar con él al respecto?

Blaise suspiró. — Sí, lo intenté, pero él se cierra. Me dijo que no es nada importante y que solo está distraído por algunas cosas en su mente.

Theo levantó una ceja de nuevo. — ¿Cosas en su mente? Eso suena bastante vago.

Blaise asintió, frustrado. — Exactamente. No pude obtener más detalles de él. Y lo peor es que tengo esta sensación...como si él estuviera escondiendo algo realmente significativo.

En ese momento, la puerta de la sala común de Slytherin se abrió de golpe, y Draco entró con una sonrisa que desapareció tan abruptamente como había aparecido en su rostro. Sus amigos notaron el cambio en su actitud y se dieron cuenta de que algo estaba sucediendo.

Blaise, Theo y los otros Slytherins lo miraron expectantes, y uno de ellos, Pansy, se adelantó y preguntó con curiosidad. — Draco, ¿Qué pasa? Parecías feliz hace un segundo y ahora pareces que has visto un fantasma.

Draco miró a su alrededor, evaluando la situación antes de responder. Su mente estaba llena de pensamientos, y sabía que debía tener cuidado con lo que decía. Respiró hondo y finalmente habló, aunque su voz era tensa y controlada. — No es nada, solo... tuve una conversación que me dejó pensando, eso es todo.

Theo arqueó una ceja. — ¿Una conversación? ¿Con quién?

Draco estaba a punto de responder cuando sus labios se apretaron en una línea delgada, como si estuviera reconsiderando sus palabras. Desvió la mirada, pareciendo incómodo. — No es importante, de verdad. Solo algunas cosas en las que estoy pensando.

Blaise, que había estado observando a Draco con atención, notó el cambio en su lenguaje corporal y su reacción evasiva. La preocupación creció en sus ojos mientras se inclinaba hacia adelante. — Draco, ¿estás seguro de que estás bien? Sabes que puedes confiar en nosotros.

Draco asintió, aunque su expresión seguía tensa. — Lo sé, Blaise. Pero por ahora, solo necesito tiempo para procesar todo. No quiero hablar de ello en este momento.

La mirada de preocupación en los ojos de Blaise se profundizó. — Draco, si algo te está molestando, no estás solo. Estamos aquí para apoyarte.

Draco forzó una sonrisa que no llegó a sus ojos. — Lo aprecio, en serio. Pero en este momento, solo necesito resolver algunas cosas por mi cuenta.

Theo intercambió una mirada con Blaise, y luego asintió lentamente. — Si eso es lo que necesitas, entonces lo respetamos. Pero si alguna vez decides hablar, aquí estaremos.

Draco asintió nuevamente, agradeciendo la comprensión de sus amigos. A pesar de su respuesta evasiva, sabía que su actitud había levantado sospechas. Se sentía atrapado entre la necesidad de proteger su relación con Harry y la preocupación por sus amigos que habían sido parte importante de su vida.

La sala común cayó en un silencio incómodo, cada uno de ellos perdido en sus propios pensamientos. Draco se sentó en uno de los sofás, su mirada fija en el fuego, mientras su mente luchaba con la verdad que estaba escondiendo y las complicaciones que eso traía consigo.

Amortentia - Drarry -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora