XIV

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Los días pasaron después de su enigmática conversación en la biblioteca. Draco y Harry volvieron a sus rutinas normales, pero algo había cambiado entre ellos. Una corriente subyacente de entendimiento y complicidad se mantenía, aunque ninguno de los dos había vuelto a abordar directamente sus sentimientos.

Un día soleado, cuando el cielo comenzaba a teñirse de tonos dorados al atardecer, ambos coincidieron inesperadamente en la torre de astronomía. Draco se encontraba mirando las estrellas, sumido en sus pensamientos, cuando escuchó el suave arrastrar de unos pasos que se acercaban. Giró para encontrarse con los ojos verdes de Harry, brillando con la luz de la tarde.

— Hola, Malfoy.— dijo Harry con una sonrisa ligera.

Draco asintió en saludo, sus ojos se encontraron con el sol reflejado en los de Harry.— Potter.

La tensión se podía sentir en el aire, pero esta vez era diferente. Había una sensación de urgencia y anticipación que flotaba a su alrededor. Ambos estaban conscientes de la atracción que los unía, pero ninguno de los dos estaba dispuesto a dar el primer paso.

— Es una noche hermosa.— comentó Harry, su mirada fija en el horizonte.

Draco asintió, sintiendo la necesidad de decir algo pero luchando por encontrar las palabras adecuadas.— Sí, las estrellas parecen...más cerca.

Harry volvió su mirada hacia Draco, y en ese momento, Draco sintió que el mundo se reducía a solo ellos dos. 

— A veces, las cosas que parecen distantes pueden estar más cerca de lo que pensamos.

Draco frunció el ceño levemente, intentando entender el significado detrás de las palabras de Harry.— ¿A qué te refieres?

Harry le sonrió, pero había algo en su mirada que Draco no podía descifrar completamente.— Nada en particular, solo que a veces las sorpresas vienen de donde menos las esperamos.

El viento susurró suavemente entre ellos mientras se miraban intensamente, cada uno intentando descubrir la verdad detrás de las palabras del otro. Y en ese momento, Draco sintió una oleada de determinación. No podía seguir evitando la conversación, no podía dejar que las dudas y los misterios los separaran.

— Potter, hemos estado bailando alrededor de algo desde hace tiempo.— dijo Draco, su voz apenas un susurro.— No podemos seguir evitándolo.

Harry asintió lentamente, su mirada no vacilando en la de Draco.— Tienes razón, Malfoy. Tal vez sea hora de enfrentar lo que está sucediendo entre nosotros.

Las palabras colgaban en el aire, cargadas de significado. Draco dio un paso más cerca de Harry, su corazón latiendo con fuerza.— Pero, en definitiva, ¿Qué es lo nuestro?

Harry sonrió suavemente, su mano rozando la de Draco.— Por ahora, al menos, es una especie de complicidad frente a otros, un secreto compartido, un pacto unilateral.

El roce de sus manos envió una corriente eléctrica a través de Draco, quien finalmente se dio cuenta de lo que Harry había estado tratando de comunicar en sus palabras. Había un deseo genuino en su voz, una invitación a explorar lo que había entre ellos sin presiones ni expectativas.

En ese instante, el cielo estaba lleno de estrellas brillantes, como si el universo mismo estuviera alentándolos a seguir adelante. 

Draco tomó una decisión y se inclinó un poco más cerca de Harry, su aliento rozando su mejilla.— Tal vez estás en lo correcto, Potter. Tal vez es hora de dejar de esconder lo que realmente sentimos.

Harry sonrió.— Estoy de acuerdo, Malfoy.— y esta vez no había nada enigmático en su expresión pero sus ojos volvían a tener esa peculiar chispa que iluminaba todos los matices de verdes de sus orbes.

Amortentia - Drarry -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora