𝟮𝟭 | Chica Tsundere

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CAPÍTULO 21

𝐍𝐀𝐈𝐀
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Luego de que todos terminamos de comer, cada uno se fue por su propio camino; a excepción de Taehyung y yo. Él se ofreció a acompañarme a mi casa cuando le dije que me iría caminando. Al principio le quise hacer saber que no era necesario que hiciera eso, pero Tae no aceptó un “No” por respuesta y terminé dejando que tuviéramos nuestra caminata nocturna.

En un momento sentí frío por la corriente de aire que pasó en ese instante, pero el pelinegro lo entendió como si estuviera tiritando desde que salimos de la cafetería y me colocó su propia chaqueta sobre mis hombros. Yo lo regresé a mirar cuando noté que su brazo permaneció a mi alrededor, Taehyung aplanó sus labios en una pequeña sonrisa a la misma vez que nos íbamos acercando más.

Él es tan lindo cuando actúa de este modo.

―No tienes que hacer nada de esto ―digo, mirando otra vez hacia delante―. Estoy bien.

―Solo déjame tratarte como se debe ―replica―. Quiero cuidarte de algún resfriado.

―¿Y qué hay de ti? ―ahora soy yo la que replica. Reparo en él una vez que me detengo y me quito su chaqueta―. Tú también debes de cuidarte de algún resfriado. Estamos a días de nuestros finales y no sería nada agradable para ti que te enfermaras.

―Yo estoy bien. Tú me preocupas más ―Taehyung otra vez vuelve a ponerme su chaqueta antes de hacerme caminar otra vez―. Además, ya casi estamos en verano. Es imposible resfriarse en esa temporada.

―¿Y tú cree que yo sí me enfermaré? ―inquiero sarcástica. Taehyung emite un ruido para dar una respuesta afirmativa a mi pregunta―. Te juro que estoy bien.

―No, yo te cuido ―habla con determinación.

Luego de unas pocas cuadras, llegamos a mi lugar favorito de este camino, el cual era un peque parque rectangular que tenía una vereda por donde se camina con algunas cuantas bancas de madera a los costados. Lo mágico de aquí es cómo los árboles de roble crean una especie de arco que en las mañanas te proporciona sombra, pero en la noche, este mismo lugar se convierte en uno muy cálido con las luces led amarillas que cuelgan de este.

―Vaya, es muy bonito por aquí. ―Comenta Taehyung asombrado.

―Sí, me gusta mucho este sitio.

Mientras que seguíamos caminando, pasamos por una banca en la que estaban sentados una pareja de anciano. Ellos se estaban riendo de sus propias cosas a la misma vez que estaban tomados de la mano. El anciano dejó un beso en la sien de su mujer antes de dejar descansando su cabeza en el hombro de ella.

No me había dado cuenta de que Taehyung y yo nos lo habíamos quedado mirando con quién sabe qué cara para que los ancianos nos saludaran a ambos. Los dos devolvimos el saludo antes de continuar con lo nuestro.

De pronto, mis ojos se perdieron en el horizonte, pero mi mente no dejaba de dar vueltas a las palabras que Taehyung soltó sin querer la noche anterior. Ver a esos dos ancianos me hizo recordarlo.

¿Debería de tocar el tema con él?

—Sabes, Taehyung, aún no puedo quitarme de la cabeza lo que dijiste ayer —comencé, mirando hacia abajo mientras caminábamos—. Esa confesión de que solo te casarías si fuera conmigo...

Él esbozó una sonrisa, como recordando el momento.

—Fue un impulso, en serio. No pretendía soltar algo así —empieza a disculparse—. Perdón si te incomode…

Bad Boy » Kim Taehyung [BTS] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora