01

1.9K 198 15
                                    

—¡Está despertando!

—Deja de gritar...—sujeté mi cabeza adolorida.

Cuando pude enfocar mi vista me encontré con un Spider-Man bastante llamativo. Su máscara no cubría su cabello.

—Hey, bella durmiente.

—Tú...—miré enfurecida al Spider-Punk—. ¡Me golpeaste en la cabeza con la guitarra!

—¡Ja!—soltó una carcajada—. Seh—se encogió de hombros—. Fue divertido.

—Lo voy a matar...

—Eso sería agradable de ver.

Miré hacia la puerta de la habitación en la que me encontraba. Un hombre atractivo y de gran complexión, que vestía también un traje de Spider-Man, entró.

—¿También hablas español?

—No—rodó sus ojos—. Es un hobby.

—¿Todos sois igual de estúpidos?

—No queremos lastimarte—dijo esta vez sin ironía.

—Se nota—miré al causante de mi dolor.

—Seré breve, _______. Mi nombre es Miguel O'Hara.

Me crucé de piernas sobre la camilla, mirando al hombre de manera seria y amenazante.

—Te queremos en el equipo. Tienes unas habilidades excepcionales que ayudarán a mantener el equilibrio del multiverso.

—No.

—¡Ni siquiera me has dejado terminar!

—Mira, no quiero verme involucrada en ningún tipo de rollo fantástico-místico-interdimensional. Ya tengo suficiente con ser Spider-Woman en... Mi mundo.

—Piénsalo.

—No quiero.

—Suenas como una niña.

—Y tú como mi padre—bufé—. Si me uno a vosotros... ¿Quién me garantiza que la gente que quiero no saldrá lastimada? Son demasiados enemigos los que me puedo ganar con esto.

—Ese es el punto—se acercó más—. Si no mantenemos bajo control a esas anomalías que se escapan de otros universos, podrían llegar hasta tu mundo.

Me crucé de brazos, cerrando los ojos para meditar las palabras del tipo con pinta de no haber probado una buena siesta en su vida.

—Podrás tener ayuda en tu dimensión y pasar más tiempo con tu madre.

—Hm—abrí un ojo para mirarle—. Veo que nos vamos entendiendo.

—Perfecto—me lanzó una pulsera extraña—. Ese es tu reloj. Te permitirá viajar a cualquier dimensión, a parte de una mejor comunicación con cualquiera de los Spideys.

~¡Y conmigo!

Di un respingo al ver un holograma de una mujer pequeñita saltar del reloj nada más colocarlo al rededor de mi muñeca.

~Hola, querida, mi nombre es Lyla. Yo te informaré sobre las misiones asignadas y por si las cosas se complican con las anomalías y alguno necesita refuerzos~se puso sobre mi hombro~. También te avisaré si surge alguna intrusión en tu dimensión.

—Espera—levanté mi mano—. ¿"Cualquiera de los Spideys"? ¿Por si "alguno necesita refuerzos"? ¿Cuántos más hay?

—Más de los que te puedas imaginar—su vista se desvió a Hobie—. Enséñale todo esto, yo estoy ocupado—miró al otro Spider-Man—. Tú también. Lyla, que venga después a mi despacho para terminar la explicación con más detalle.

—Hasta luego, Miguel—hablé al verlo marchar como si nada.

—Bueno, señorita _______. ¿Nos acompaña?

—¿Cómo te llamas?

—¡Me alegra que lo pregunte!—respondió con energía—. Mi nombre es Pavitr Prabhakar.

—Hobie Brown.

—A tí no te pregunté—le lancé una mirada asesina.

—¿Quieres que me disculpe?—enarcó una ceja.

—De hecho, no quiero ni oírte.

—Qué digna—rodó sus ojos—. A lo mejor te vendría bien otro guitarrazo.

—¡A lo mejor agarro esa guitarra y te la meto por-!

—Oh, ya despertó.

El Spider-Man de traje negro y la Spider-Woman de traje blanco cruzaron la entrada, pero esta vez no traían la máscara puesta.

—¿Ha aceptado?—miró el reloj en mi muñeca—. ¡Bien!

—A mí me sigue dando un poco de miedo...—el moreno se asomó por el hombro de la rubia.

—Menos mal que estás bien, Hobie se asustó pensando que te había matado—rió—. Mi nombre es Gwen, él es Miles.

—Esto es demasiado por asimilar—me dejé caer de nuevo en la camilla, mirando a Hobie—. ¿Te preocupaste? A lo mejor no tienes tantas ganas de golpearme de nuevo.

—Ganas tengo—me devolvió la mirada—. Tranquila, para la próxima regularé mi fuerza.

—Veo que aquí hemos empezado con el pie izquierdo—Gwen se acercó a nosotros—. Empecemos de cero, vamos. A partir de ahora estaremos en el mismo equipo.

—¡Sí! Además, los dos sois cool, estaría genial que se llevaran bien entre ustedes.

—Supongo...—suspiré— Que no quiero malas vibras—me incorporé, extendiendo mi mano hacia él—. Siento haberme enfadado por... haberme golpeado con tu guitarra—sonreí—. En realidad siento haberme alterado tanto.

—Siento haberte dado un guitarrazo—aceptó el apretón—. Y haber deseado darte otro.

—Estamos presenciando el inicio de una hermosa amistad—escuché a Pavitr decir con emoción.

—Bien—agité su mano antes de apartar la mía—. ¿Podrían enseñarme el lugar?

•••

—¡Esto es increíble!—pasó ambas manos por su cabeza—. ¿Eso de ahí es un gato? ¡Un Spider-Man chiquito!

La femenina veía y analizaba a cada uno de los Spider-Mans con asombro. Jamás se llegaría a imaginar encontrarse en un lugar así con cientos como ella.

—Ella también es cool sin la máscara.

—Oye, Miles, traduce—Hobie dio golpecitos en su hombro.

—¿Una cafetería?

—¡Espera!—Pavitr fue corriendo tras la chica—. Qué intensa, nos llevaremos bien.

—¡Alimentará al consumismo!

—Todo en este lugar es gratis, Hobie. Ya deberías saberlo.

—¡Vayamos por papas fritas!—se corrigió.

—Ya las pillé.

El moreno vio a la chica sostener un paquete de las delicias saladas frente a él.

—Vamos, con confianza—le miró divertida—. Y sin pena, como si nunca me hubieras golpeado con una guitarra en la cabeza.

—Vas a echármelo en cara por siempre, ¿verdad?

—Perdono, pero no olvido, lindo.

—Por lo menos sabré que siempre estarás pensando en mí—tomó una patata para morderla.

—Ya quisieras—sonrió.

~Chicos, tenemos una alerta de anomalía~la IA apareció frente al grupo de Spideys~. ¿Quién va?

—¡Yo quiero tener mi primera misión, por favor!—levantó la mano.

—¿Ya te has recuperado del golpe?—el chico de rastas la miró con burla.

—¡Hobie también viene conmigo!—tiró de su brazo.

|| AMOR A PRIMER GUITARRAZO || HOBIE BROWN/SPIDER-PUNK X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora