06

1.3K 148 12
                                    

Por más que le daba vueltas al asunto no lograba entender lo que me hacía sentir Hobie.

Desde esa noche en la azotea de mi edificio, no podía sacármelo de la cabeza, pensando en aquel abrazo.

—¡Ya está!—levanté mis manos en el aire—. Te quedan muy lindas las trencitas, May.

La niña balbuceó, mirando el pequeño espejo que le puse enfrente, soltando unas carcajadas y dando aplausos, lo que significaba el visto bueno al peinado.

—¿De niñera?

Me sobresalté al escuchar la voz de Hobie detrás de mí.

—No...—le seguí con la mirada hasta el asiento de la mesa de la cafetería frente a mí—. Peter dijo que conmigo no hacía tantas travesuras.

—Te pusieron de niñera.

—Bueno, no importa—me encogí de hombros, mirando a Mayday con una sonrisa—. ¡Esta bella niña es un angelito!—dije, haciendo a la pequeña reír.

—Eres buena con los niños—apoyó su mejilla en la mano para mirarme—. Seguro que por eso tu madre también te insiste.

Su afirmación me hizo recordar lo de la otra noche, cuando me consoló.

—Ya, bueno...—escondí mi rostro detrás de May.

La pequeña pelirroja miraba a la chica y después al chico, comprendiendo la situación de inmediato.

—Me está insistiendo mucho en que vuelvas para otra comida.

—Cuando digas—ladeó una sonrisa a pesar de que ella no le veía.

—No, te lo estoy diciendo precisamente porque quiero evitar que se le metan ideas raras en la cabeza—le miró con reproche—. Si por algún casual os volvéis a ver, no más comidas o cenas.

—¿Y desayunos?

—¡Hobie! Estoy hablando en serio.

—Okey—levantó las manos en señal de rendición—. Lo entiendo, no volveré a tu dimensión sin tu permiso.

—Oh, Hobie Brown pidiendo permiso para algo—rodó sus ojos—. Sólo ten más cuidado, se que ignorarás que te de permiso o no.

—Bien visto, linda.

—Por cierto, tengo que darte algo...

—Pav, Pav—la menor dio palmaditas en las mejillas de la chica, haciéndola mirar en dirección al Spider-Man que se dirigía hacia ellos.

—¡Hola, parejita!—levantó la mano, quitando su máscara antes de tomar asiento junto al chico—. ¿Y bien?

—Bien...—la femenina le miró curiosa—. ¿Bien el qué?

El chico Punk de dio un codazo disimulado, haciéndole entender a Pavitr.

—Hobie me contó que tuvisteis un pequeño problema en tu casa.

—Ah, bueno, eso lo acabamos de solucionar.

—¿Lo hicimos?

—Hobie...

—¿Qué era eso que querías darme?

Suspiró, resignada a insistirle, pero decidida a hablar con él más tarde respecto a ello.

—Mira—extendió una cajita frente al chico—. La caja tampoco está comprada, tranquilo.

—Yo quiero ver qué es—Pavitr se inclinó hacia el moreno, esperando que abra la caja pequeña entre sus manos—. Oh. ¿Una púa?

—Hobie perdió la suya por mi culpa, cuando le arrastré a venir conmigo a mi primera misión—sonrió al recordar la situación.

—¡Qué bonito!—miró al chico—. Ha tenido un bonito detalle, ¿verdad? Seguro que le encanta.

Esperaba la respuesta del chico con impaciencia, queriendo una respuesta de lo más positiva. Mayday también esperaba algo inquieta.

—¿Por qué me haces un regalo así?—la pregunta hizo que la chica se encogiera en su sitio, dando un respingo cuando Hobie se levantó de golpe—. ¡No puedo usar algo tan cool!—puso el objeto frente a ella—. ¿Tú hiciste el diseño?

—Sí... —balbuceó—. Pensé que... podría ser tu estilo.

—También tiene un dibujito de mi cara—se dejó caer de nuevo en la silla—. ¿Y si la pierdo?

El adolescente espectador no pudo evitar una reacción que demostraba su ilusión. Era la primera vez que veía a su amigo tan emocionado por algo, un regalo de ELLA que le preocupaba perder.

—Bueno—apartó la mirada—. Supongo que deberás ser más cuidadoso. Porque me ha costado hacerla, pero...—miró al moreno con timidez— no me molestaría hacerte otra.

•••

—Hacerme otra...—admiraba los detalles del pequeño objeto por incontable vez—. ¿Crees que sería igual de cool que esta? Seguro que sí.

Pavitr no podía más con tanta tensión romántica. Debía ser aliviada de inmediato.

—Oye, Hobie...

—Sé lo que vas a decir—soltó un pesado suspiro, dejándose caer en el suelo de la azotea, cubriendo su rostro con su brazo—. No es posible, a penas nos conocemos. Pero...—estiró su brazo, dejando que la púa recibiera la luz nocturna—. Esa chica me gusta.

—¡Hay que contárselo de inmediato a Gwen, Miles y Margo!

—¿Qué? ¡No!—se incorporó—. Mucho menos a Miles, ya sabes cómo es "guardando" secretos.

El chico punk se quedó en silencio, meditando sus palabras por un momento antes de mirar a su amigo con los ojos entrecerrados.

—No diré nada, lo prometo.

—Estoy acabado.

—¿Y cuándo piensas decírselo?

—Pues si no llega a sus oídos dentro de las próximas veinticuatro horas, nunca.

—¡¿Por qué?!—preguntó alterado.

—Ya te lo dije, a penas nos conocemos, aunque hemos pasado por varias situaciones cuestionables...—sacudió la cabeza—. ¡Pero se nota que ella detesta la idea de tener cualquier tipo de relación! Y yo tampoco estoy para eso.

Estaba en lo cierto, como dijo una vez la chica, Hobie no era de los que, si tuviera una pareja, la etiquetaría como tal. Y ella lo que buscaba era algo serio, mientras que él, pues iba a parte del resto de personas, siempre contra corriente.

—Sabes que me parece genial tu forma de pensar—los ojos de su máscara se achinaron por su sonrisa—. Pero creo que uno puede cambiar mucho por la persona que quiere. ¡Míranos a Gayatri y a mí! Somos la pareja perfecta. Ella al principio tenía miedo de salir conmigo, ya sabes, su padre era muy estricto...

La voz del chico se iba distorsionado poco a poco hasta dejar de escuchar la historia de su romance. La verdad que había perdido la cuenta de las veces que la había escuchado.

No pudo evitar pensar en ella, ¿por qué sentía esto a pesar de llevar unas pocas semanas conociéndose? Era como si hubiera algo en ella, algo que su sexto sentido decía que era la indicada.

¿Ella se sentiría igual?

No, era una completa tontería de su cabeza y corazón.

|| AMOR A PRIMER GUITARRAZO || HOBIE BROWN/SPIDER-PUNK X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora