12

1.1K 122 34
                                    

—¿Y ahora qué?—pregunté tras ver el portal por el que se fueron mis amigos cerrarse.

—No sé—se encogió de hombros—. ¿Quieres hacer algo?

Hobie se acercó, sentándose a mi lado y pasando un brazo por el respaldo, casi rodeándome.

—Podríamos...

Estaba disociando. Se veía realmente atractivo, y podía notarlo al tenerlo tan cerca y además ser... ¿novios? Seguía queriendo besarlo.

Qué vergüenza. Y eso que era yo la que insistía en ir despacio.

—¿_______?—acarició mi mentón con el pulgar para llamar mi atención.

—¡Sí!

—¿Sí a cuál de los tres planes?—ladeó la cabeza.

—Al primero.

—Solo te propuse uno—suspiró con una sonrisa en su rostro—. ¿Qué ocurre?

—Nad-

Recordé nuestra conversación.

Tenía que esforzarme y ser comunicativa.

—Quiero besarte.

¡No tanto, idiota!

—¿Quieres?—enarcó una ceja con una sonrisa todavía más amplia e inclinándose hacia mí—. ¿Y qué te lo impide, linda? Yo no me voy a quejar.

—Es que sería contradecirme—aparté la mirada con los nervios a flor de piel—. Dije que debíamos ir despacio pero...

—_______...—tomó mi mano, llevándola a sus labios.

Mi cuerpo se estremeció al ver la forma en la que levantaba su mirada mientras besaba mi mano.

—Soy todo tuyo.

—Hobie...

Era cuestión de segundos que mi corazón explotase.

Volvió a acortar la distancia, mirándome fijamente, esperando cualquier respuesta.

Suspiré, resignada a seguir conteniéndome y me incliné para juntar mis labios con los suyos.

Suspiró profundamente, mirándome suplicante cuando me separé.

—¿Qué?—balbuceé con vergüenza.

—Que eres hermosa.

—Pf.

—¿Y eso qué quiere decir?—soltó una risa suave.

—El amor es ciego, Hobart.

—Menos mal, porque si no jamás te hubieras fijado en mí—su mano alcanzó mi mejilla—. Yo también quiero besarte.

—Adelante, Brown.

—Tan linda...—susurró sobre mis labios—. Te besaría todo el maldito día.

—Esa boquita, amor...

Devoró mis labios, tomándome por sorpresa y empujándome para recostarme sobre el sofá. Y esta vez era diferente, sus caricias estaban llenas de cariño y cuidado.

Se detuvo después del beso, quedando sobre mí, abrazándome con fuerza y cerrando sus ojos.

—¿Vas a dormir?—pregunté desconcertada.

—Seh—se acurrucó en mi pecho—. Espero que no lo sientas demasiado pronto y repentino.

—Lo es—pasé mi mano por los piercings cerca se su ceja derecha hasta llegar a su mejilla—. Pero estoy bien con eso.

|| AMOR A PRIMER GUITARRAZO || HOBIE BROWN/SPIDER-PUNK X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora