11

1.2K 140 29
                                    

—Tu cara está toda roja.

—¡Hobie!

—Perdón, no podía aguantar más el silencio.

—¡No puedes venir a mi casa sin avisar y soltar eso como si nada!

—Un palabra: anarquismo—ladeó una sonrisa juguetona—. Una frase: ya lo hice. Y, hora que sabes que tú, solo tú, y únicamente tú me gustas... ¿Cuál es el siguiente paso, linda?

—¿Qué siguiente paso?—balbuceó, tratando de esquivar su mirada.

—Lo sabes perfectamente. Vamos, no me digas que no me ha quedado un buen discurso.

—Idiota—resopló.

—Puedo ser tu idiota—tomó su mano, entrelazando sus dedos—. Si me lo permites. Porque, desgraciadamente, por muy en contra de las reglas que yo vaya, no puedo forzarte a nada, ¿sabes? Por otro lado es cruel, porque vas a tener que rechazarme. Aunque no sería la primera vez. Pero ahora sabes lo que siento de verdad.

—Hablas demasiado—miró al chico con ojos inocentes, haciendo que su corazón diera un vuelco inesperado.

—Y tú no dices nada, _______—suspiró, contemplando el hermoso brillo de sus pupilas.

—Me asusta tener otra relación—dejó caer su cabeza sobre el hombro del chico—. Después de lo que pasó con Félix...

—Yo no voy a cambiar.

La afirmación tan rotunda la tomó por sorpresa e hizo que su corazón se encogiera.

—Pero podemos adaptarnos el uno al otro, ¿no?

Recobró el aliento, sintiendo un repentino alivio tras las palabras de Hobie.

—¿Y si te lastimo? No puedo prometer que no volverá a pasar lo mismo. Soy pésima descifrando lo que puede haberte causado daño, no sabré si fue por lago que yo hice o...

—Te lo diré—puso su mano sobre la cabeza de la chica en un delicado movimiento—. Dicen por ahí que la base de toda relación es la comunicación y el entendimiento. Pero tú también tienes que hacerlo. No puedo ser el único al que escuchan.

—Es difícil...

—Lo sé—suspiró, apoyando su mejilla en la cabeza de la contraria—. Y si vemos que no funciona lo dejamos ahí, justo en el momento que veamos que algo se tuerce. Pero tiene que ser por una razón válida, sin tonterías.

—Eso dilo por tí—soltó una risilla.

—Yo no hago tonterías.

—Para nada, Hobart, para nada.

—¿Entonces?—volvió a separarse, tomando las mejillas de ______ para hacer que le mirase a los ojos—. ¿Qué me dices, linda?

El silencio era abrumador y Hobie no podía aguantar ni un segundo más conteniendo el aire y los agitados latidos de su corazón.

—Vayamos... despacio, ¿ok?

—¡Despacio! Cómo tú digas—asintió repetidas veces con una sonrisa cada vez más amplia.

—Pareces un perrito...

—¡Tengo tantas ganas de besarte ahora mismo...!—tomó sus mejillas—. ¿Puedo besarte?

—¿Lo de ir despacio los has omitido o...?

—¿Por favor?—ladeó lo cabeza con ojos suplicantes.

Chistó la lengua, inclinando su cuerpo en un movimiento rápido para darle al moreno un piquito en los labios sin dejarle procesarlo.

—Si vamos a empezar manipuladores con esas expresiones...—soltó una risita.

—¡No he podido disfrutarlo! ¡Necesito otro!

—¡No!—negó rotundamente.

—¡Es urgente!

—¿Cómo que urgente?—rió ante las súplicas del chico.

Hobie iba a responder, pero el holograma de Lyla apareció frente a ambos.

~Niños, papá está muy enfadado y quiere veros. Ahora.

—Le dije a Miguel que dejara de molestar.

Hobie y yo nos dirigimos a la dimensión de Miguel, mientras, Lyla nos advertía de lo molesto que se encontraba al enterarse de que Hobie había viajado a mi dimensión sin permiso.

Llegamos al despacho y, como de costumbre, su plataforma de máquinas descendía lentamente.

—Viajaste a su dimensión sin autorización alguna—se dirigió a Hobie de forma severa.

—Tampoco tenía opción—se encogió de hombros—. Me prohibiste la entrada, y yo necesitaba hablar con ella.

—¡Tú y tu comportamiento me tienen harto!

Al ver que Miguel se acercaba amenazante, di un paso al frente, mirándole desafiante y realmente enfadada.

—¡Es suficiente! No puedes tratarme como a una niña pequeña.

—No te conviene, _____.

—¿Esto es un ataque de celos paternal o algo?—me crucé de brazos—. Mira, lo siento mucho, ¿vale? En la última conversación que tuvimos...

El rostro de Miguel se tornó serio y algo triste.

Desde que me incorporé al equipo, él y yo creamos un vínculo bastante cercano pese al corto tiempo juntos. Parecía como si su deber fuera protegerme de todo, y a veces la idea de ser controlada me resultaba agobiante.

—Sé que te preocupas, pero soy mayor ya, ¿no crees?

—Yo...—parecía pensativo—. Tienes razón, es tu vida, no debería importarme lo que hagas con ella.

—Bueno, tampoco así—torcí una sonrisa ante su frialdad.

—Podeís marcharos—se giró para darnos la espalda.

No quería hurgar más en la herida, así que tomé a Hobie de la mano para salir del despacho, pero me detuve en cuanto escuché la voz de Miguel nuevamente.

—Por cierto—dejó un silencio dramático—. Te ves mucho mejor. Espero que salir con "ese" te siga haciendo así de bien.

Sonreí silenciosamente, mirando a Hobie de reojo, quien a su vez me miraba confundido. Me devolvió la sonrisa sin saber qué estaba pasando.

—¡Felicidades!

En cuanto llegamos a la casa de Hobie, mis compañeros aparecieron por sorpresa en el salón.

—¿En serio tenías todo planeado?

—¡Con dos pasteles!—Miles mostró ambas cajas: una con un pastel de "Fuerza Hobie" y en la otra ponía "La mejor Spider-couple"—. Por si acaso—se encogió de hombros.

—¡Que viva el amor!—Pav se acercó para darnos un fuerte abrazo.

—El evento más esperado del año—Gwen reía—. Felicidades, chicos.

Dios santo...—dije con asombro—. Parece como si hubiéramos hecho algo realmente histórico.

—Él sí—todos señalaron a Hobie.

—Digamos que necesité algo de...—apartó la mirada— Apoyo.

—¿En serio?—disimulé una risita.

—Tardó mucho—Pav se cruzó de brazos, indignado.

—Cierto—Miles se acordó de algo—. Nos debéis dinero a Margo y a mí.

—Se acordó—Gwen suspiró, mirando a Pav.

—¿Apostaron?

Tras la pregunta, Hobie puso un brazo alrededor de mis hombros, mirando a los Spideys. Se pusieron a discutir sobre la apuesta que habían organizado sobre quién de nosotros dos se declararía primero, pero no podía prestar mucha atención.

Él estaba muy cerca, cosa que me alteró, a mí y a mi corazón.

¿Son normales estas ganas de querer besarle?

|| AMOR A PRIMER GUITARRAZO || HOBIE BROWN/SPIDER-PUNK X LECTORA ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora