|| AMOR A PRIMER GUITARRAZO || HOBIE BROWN/SPIDER-PUNK X LECTORA ||

02

—Al final has venido—reí, viendo a Hobie cruzar el portal.

—Con esto estamos a mano—se apoyó sobre su guitarra.

—Qué lindo por tu parte—miré hacia otro lado, divertida.

Caminamos tranquilos por la zona que Lyla nos marcó. No parecía haber ningún destrozo, y eso era todavía más sospechoso.

—Lyla—levanté mi reloj—. ¿estás segura que es por aquí?

~Según esto~proyectó un mapa~deberíais estar justo encima.

—Tal vez...

Seguí la mirada de Hobie sobre nosotros, no había nada, pero nuestro sentido arácnido se activó.

—¡Cuidado!

Antes de que Hobie pudiera empujarme para evitar el impacto, me eché hacia un lado.

—¡No lo vi!—tosí bajo el manto de polvo—. ¿Hobie?

—Es invisible—di un respingo al escuchar su voz detrás de mí, girándome hacia él—. ¿Preocupada por mí?

—Concéntrate—le miré de mala gana.

Me giré rápidamente al sentir que ya se dirigía hacia nosotros a gran velocidad.

—Tocará guiarse por el sexto sentido—salté, esquivando el ataque.

—¿Alguna idea?

—¿Por qué debería ser yo la de las ideas?

—No sé—encogió de hombros—. Tal vez porque fuiste tú quien me arrastró aquí.

—Qué rencoroso... Yo te perdoné por haberme golpeado la cabeza con la guitarra.

Sin pensarlo mucho me lancé al ataque, recibiendo un golpe que me hizo volar por los aires.

—Vale, eso dolió—me incorporé sobre los escombros del muro destrozado—. ¿Por qué no haces lo que hiciste aquella vez? Usa esa maldita guitarra para algo bueno.

—Ya lo pensé—dijo con obviedad—. Así que no lo haré porque me lo hayas dicho tú.

Tocó las cuerdas de su guitarra con la púa, soltando rayos coloridos que alcanzaron a la anomalía y creando una melodía lo suficientemente alta como para que las vibraciones detallaran algunas de sus extremidades.

—Oye—señalé el objetivo—. Sigue haciendo eso.

—¿Ahora ya no la insultas?

—¡Tú sigue tocando!

—¿El qué?

—No puede ser cierto...—le miré enfurecida por su tono lleno de burla hacia mí.

—Vamos, linda, un poco de humor—se preparó para volver a tocar—. Si vas a usar esa super-visión, hazlo ahora.

Las vibraciones sobre el cuerpo de la anomalía eran visibles de nuevo. Era mi oportunidad para noquearlo y atraparlo, así que arremetí contra ella, tomándola por sorpresa.

—¡Ya te tengo!—la envolví en seda hasta apresarla casi por completo—. Bueno, al parecer solo suponías un problema por no ser visible.

Un rugido ensordecedor nos hizo taparnos los oídos, y vi cómo restos de mi telaraña comenzaban a flotar y romperse en el aire hasta quedarse quietas en un punto fijo.

—Oh, mierda.

•••

—Listo—bufé exhausta, sacando mi máscara y viendo a Hobie atrapar a la anomalía en una cúpula de encarcelamiento—. Menos mal que volvió a su tamaño original.