A largos sentimientos, largas consecuencias.

Capítulo 59: Arrepentimiento (Extra: Parte 1)

La columna de energía procedente de YiLing se había extendido por más ya de un año. En ese tiempo el número de población había aumentado todo. Así mismo aparecieron figuras importantes, pero aun así estas personas seguían perdidas, sin entender nada, pues lo único que recordaban era oscuridad.

Song Lan se vino atraído por esa energía, por lo que fue camino a YiLing, pero en el viaje se percató haber recuperado ciertos sentidos, ya que, ahora volvía a tener su sentido del tacto, antes como un cadáver andante era incapaz de sentir frio, fuego o si sufría de alguna herida, pero ahora podía sentir de nuevo la calidez del Sol, el áspero de los árboles y el húmedo de la hierba. A pesar de recuperar ese y otros sentidos, aún mantenía la fuerza propia de un cadáver.

Se iba acercando cada vez mas a YiLing, al lucir ahora ya como una persona normal, se detuvo en le ciudad de XiaoGan cercana a Yummeng, donde recolectaría información.

Estaba sentado tomando el te en una posada, cuando un grupo de animados viajeros se sento en la mesa contigua.

'¿Ya escuchaste las repentinas resurrecciones?' dijo uno, 'Creo que hasta el momento solo algunos han regresado'.

'Los caballeros ¿no lo saben?, hay de ciertas condiciones para que una persona regrese' dijo un mozo que entrometidamente se metió en la discusión del grupo.

'Cuenta, Cuenta' lo animaron los viajeros. Así que el joven continuo 'Hay personas que a pesar de que antes de morir fueron quemadas, descuartizadas o su cuerpo no se haya conservado bien, regresaron a este mundo, enteros y sin ningún rasguño ¿No es eso grandioso?' dijo sonriendo.

Los clientes en la mesa se miraron entre ellos, 'Personas con esas características ¿no crees que suena más como personas que en su vida fueron asesinos o ladrones para acabar de esa forma horrible?' pregunto uno.

'Es cierto, o dime de algún noble cuyo cuerpo haya sido descuartizado o quemado. La mayoría de esos Maestros murieron intactos, con todas sus extremidades y cabeza'.

'Pero el Líder del Clan Nie murió de forma horrible y fue un noble' reprocho otro. 'Eso es otro tema, el claramente fue asesinado' le respondió.

Song Lan apretó la copa entre sus manos, la frase que dijeron fue muy descuidada 'Solo los asesinos y ladrones mueren de formas horribles' esa frase le resonaba en la cabeza. Xiao XingChen no fue un ladrón o asesino y sin embargo murió de forma muy horrible.

'Pero si todos resucitan solo por esas condiciones, ¿Entonces no regresarían también personas malas?' dijo uno a lo que el resto se sorprendió como si recién se dieran cuenta.

'Calla, calla, no los invoques, que mejor se queden en sus tumbas sin molestar a nadie' grito uno al aire.

Era cierto, si resucitaban personas tanto buenas como malas, no significaba eso acaso que el mundo volvería a ser como antes. Sin pensarlo si quiera el nombre de Xue Yang llego a la mente de Song Lan.

Preocupado por esa posibilidad fue que decidió cambiar el rumbo y dirigirse a la Ciudad Yi, donde descansaba su mejor amigo y también su peor enemigo.

'Xiao XingChen, Xiao XingChen' pensaba, si pudiera llegar antes y evitar que el mocoso de Xue Yang regresara a la vida, si talvez aun lo encontrara ahí, lo remataria para no perturbar la memoria de nuevo.

Pasaron días, en los que se detuvo en cada pueblo que podía para recolectar información y actualizarse, sin embargo, el tiempo no lo espero y el invierno se hizo presente. Asi que para apresurar el paso, Song Lan consiguió un caballo.

Cuando llego a la Ciudad Yi, esta había mejorado de aspecto, si bien la niebla se había retirado, esta seguía siendo silenciosa.

Rápidamente fue a la casa de ataúdes donde su amigo descansaba, se acercó a la puerta alta del lugar, pero en cuanto estuvo a dos pasos, Shuanghua* comenzó a vibrar.

Ciertamente la espada había estado tranquila todo el camino, ¿Por qué ahora?, sin dudar mucho, salto desde la puerta hasta el lugar donde descansaba el cuerpo de su amigo. Esperando tal vez, encontrar "algo".

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La casa de los muertos seguía siendo la misma pero ahora estaba más limpia y ordenada, como la ciudad había sido abandonada y purificada el silencio en la ciudad seguía siendo el mismo, aunque la niebla ya no ahogara el lugar, la tristeza que habitaba en ella seguía siendo el mismo a pesar de los años.

Estaba frio, quieto como si se hubiera adormecido en un largo sueño, cuando tuvo una pesadilla en la que veía todo oscuro y una presencia lo amenazaba, pese a eso no podía moverse más que los ojos. Y dando un grito, es que finalmente despertó de la horrible pesadilla.

'Xiao XingChen¡¡¡' lo llamo un hombre desesperadamente a la par que lo abrazaba con fuerza.

Xiao XingChen se preocupaba más por respirar y reconocer donde estaba que en el extraño que le abrazaba, cuando por fin se calmó aclaro su vista, fuera pareciera como si la primavera hubiese llegado al fin, el invierno se había retirado no mas hace unos días.

Xiao XingChen lloro como nunca, no sabía si por el entumecimiento, por el choque de la realidad o por otro motivo, solo quería llorar y abrazar a su amigo.

Pasaron varios días para que Xiao XingChen reaccionara, en ese lapso de tiempo Song Lang había preparado una pequeña habitación dentro, y en una cama tendió a Xiao XingChen, pero este solo permanecía sentado sin emitir un ruido o realizar alguna acción, solo miraba el vacío de las cosas, como si el no estuviera ahí.

Un día, cuando Song Lan regresaba de recolectar alimento encontró a Xiao XingChen sentado al borde de la cama, estaba en silencio, mirando con una sonrisa turbada el suelo, cuando lo sintió llegar levanto su vista.

Lentamente aun con su sonrisa, levanto el rostro para verlo directamente, pero de repente pareció recordar algo, pronto su rostro se arrugo en uno de dolor, por su mente pasaban imágenes de una espada manchada en sangre, la imagen de una espada con la palabra "Fuxue" brillaba en sus memorias, iluminadas por rayos y cubierta de sangre, lagrimas empezaban a deslizarse por su mejilla, parecía que entraría en pánico, y Song Lan se acercó a abrazarlo nuevamente, como tantas veces lo hizo antes cuando su amigo estaba por reaccionar. Pero Xiao XingCheng sostuvo ambos lados de su rostro con sus manos, lo miro fijamente, y pudo ver en su rostro, sus ojos.

Nuevamente ese dolor punzante llego, como si excavaran en lo más profundo de su existencia. Vio una imagen de el mismo con los ojos cubiertos por vendas, luego sangre. Y en silencio se acercó la mano a su cuello y noto que no había nada, pero el recordaba claramente la noche en la que se cortó el cuello con la espada. Quería gritar, pero solo se ahogaba en sus propios gritos, mientras su amigo lo abrazaba fuertemente.

Finalmente, como último recuerdo le llego la imagen de un caramelo, una golosina, sin embargo, ese simple pedacito de azúcar hizo que regresara nuevamente a la calma.

"A-Yan, Xue Yang" se repitió y se separó lentamente de Song Lan, este último se sorprendió de que dijera ese nombre, pero más que perturbarlo solo lo trato con calma "¿Lo recuerdas todo?" pregunto con miedo.

Xiao XingChen lo miro y asintió "Todo" dijo soltando una última lagrima que se deslizo por su mejilla antes de abrazar por iniciativa propia a su amigo.

Song Lan creyó conocer bien a Xiao XingChen desde su última separación, pero ahora que por fin había regresado a él, lo primero que pronuncio fue el nombre del niño bastardo. En realidad, no sabía nada de él.