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Lo que Tobe hizo fue bastante simple

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Lo que Tobe hizo fue bastante simple. Estos "valientes" caballeros se durmieron en las tiendas que montaron después de beber y comer hasta el cansancio. La mayoría parecían medio muertos ya cuando llegó.

Bastó con taparles la boca con la misma tela de sus capas para callarlos. Las extremidades lo hicieron por él rápidamente, ocupándose de dos o tres a la vez. Algunos tenían acompañantes, distinguió a dos mujeres medio desnudas y a un chico joven que no estaba seguro de si tenía la mayoría de edad, además de algunas personas que sabía que no debían pertenecer al pueblo. También les silenció, sin hacerles daño.

Para el momento en que el primero se despertó por el ruido, el Demonio Rojo tenía dos cuerpos a sus pies convertidos en una masa rojiza con trozos amarillentos que sobresalían.

Ni siquiera sus armas los ayudarían con el efecto del alcohol persistente en el cuerpo. Las guardianas empujaban lejos las armas, sostenían extremidades y azotaban cuerpos contra el suelo sin piedad alguna.

Uno de los caballeros intentó arrojar a los brazos de Tobe a una de las chicas que estaban en las tiendas. Ella lloraba y suplicaba clemencia. El caballero que la lanzó hacia adelante empezó a correr.

Tobe lo golpeó tantas veces contra el suelo que no quedó nada reconocible ni siquiera en su armadura.

Cuando terminó, el patio del templo era un agujero de cadáveres y las extremidades soltaron las telas que les cubrían las bocas a quienes seguían en pie.

Esto causó que les civiles sobrevivientes gritasen con fuerza suficiente para despertar al pueblo.

Tobe quiso acercarse a una para callarla y esta echó a correr. El resto la siguió. Pronto corrían a través del bosque y él recordó que estaba oscuro y había un acantilado más allá que era difícil evitar si desconocías su posición.

La gente era tan problemática.

Tobe se metió al bosque detrás de elles y buscó donde limpiarse. Se sacó casi toda la sangre falsa, desgarró parte de su ropa de forma improvisada y empezó a buscar al grupo que huía.

No era difícil porque no pararon de gritar y llorar ni por un segundo.

Tobe les localizó y se metió en su camino para evitar que cayeran por el acantilado. Como se había cambiado al uniforme de nom, lo reconocieron como alguien "de confianza" y comenzaron a llorarle y suplicar protección del templo.

Bueno, pensó Tobe, el templo podría protegerles si no estuviesen corriendo en la dirección opuesta a el.

Tobe no tenía ni idea de cómo sucedió esto, pero después de que les guió de regreso al templo, el grupo llegó con la historia de que la "sangre" de Tobe fue porque atravesó el bosque y se peleó con el Demonio Rojo para salvarles. O algo así. Él no estaba seguro de qué se suponía que había hecho, sólo que ahora tenían una pila de cadáveres en el patio del templo y él, lleno de "sangre" y con la ropa rasgada, había seguido al Demonio Rojo y traído a sus "presas" con vida.

Besar al demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora