32

32 12 4
                                    

Cuando estaban por comenzar la nueva fase del plan de Kura, Tobe se dio cuenta de que a pesar de lo que le hizo, Asida también les dejó un gran regalo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando estaban por comenzar la nueva fase del plan de Kura, Tobe se dio cuenta de que a pesar de lo que le hizo, Asida también les dejó un gran regalo.

Nadie fuera del pueblo sabía que estaba muerta. Uno de los miembros de la Junta entrando al pueblo al que ella iba a ir era normal cuando no regresaba el día en que dijo que lo haría. Incluso se presentó en la puerta del palacio de Avian, dando su información y explicando sus motivos.

Frente a los ojos de la Junta, él no había hecho nada reprochable si no se enteraban. Por eso mismo destrozó el cuerpo del miembro de la Junta y eliminó el nombre de la lista de objetivos.

A los sirvientes que traía les dio dos opciones: le conseguían algo con la letra de Asida y se quedaban encerrados en el palacio hasta nuevo aviso o morían junto a su jefe. Eligieron lo primero. El sirviente más joven casi lloraba al rebuscar en el aéreodeslizador, antes de poder extenderle una carta escrita por Asida.

Esto facilitaba tanto las cosas para él.

Tobe sostuvo la carta, les abrió la puerta a los sirvientes y miró en dirección a donde sentía la presencia que tanto lo molestaba.

"Gracias por la ayuda" escribió en el aire, seguido de una leve inclinación de cabeza. Luego se metió al palacio.

De regreso en la biblioteca, Tobe colocó varias hojas en la mesa y se preparó para redactar una carta e imitar la letra de Asida ocho veces. No era un trabajo difícil, pero sí se demoraba. Mientras él hacía esto, Jotu tomaba notas en la lengua baldía sobre las visiones de Kura.

—...su hijo todavía te va a ver y va a gritar, sólo que ahora parece que será desde un aéreodeslizador...

—...la flecha. Hombro derecho. Desde atrás. Ahora de día...

—...escapará hacia el noroeste...

—...te tirará por uno de los acantilados del bosque durante la persecución...

—...trae a más de veinte personas...

En cierto momento, cuando tenía cinco cartas escritas, notó que Kura se sostenía la cabeza y su rostro se contraía. Le hizo una seña a Jotu, que entendió y guardó las notas para continuar después.

—Todavía me quedan tres objetivos...—murmuró Kura al darse cuenta de lo que ambes pretendían.

—Podemos esperar hasta mañana —Jotu ni siquiera se quedó a esperar que protestara y salió de la biblioteca para realizar su siguiente tarea asignada por Tobe.

Cuando Kura hizo ademán de tomar el cuaderno de apuntes, Tobe lo rodeó con un brazo y lo jaló para sentarlo en su regazo. Él intentó levantarse, así que puso tres extremidades más a su alrededor para retenerlo y se dedicó a seguir escribiendo con la letra de Asida.

—Debo terminar, no sabemos cuánto puede tardar alguien del pueblo en delatarte-

Una mano de Tobe frotó un círculo sobre la cadera de Kura, la otra seguía escribiendo. No se veía preocupado.

Besar al demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora