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Kura estaba tan cansado del viaje y la primera noche allí que no se despertó a la hora que usualmente lo hacía y sintió a varias extremidades tocándole el rostro para comprobar que estaba bien

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Kura estaba tan cansado del viaje y la primera noche allí que no se despertó a la hora que usualmente lo hacía y sintió a varias extremidades tocándole el rostro para comprobar que estaba bien. Él balbuceó algo y se dio la vuelta. Las guardianas entonces volvieron a envolverlo felizmente y dejaron que siguiese durmiendo.

Un par de horas más tarde, ya despierto y vestido, siguió a una de las extremidades que tenía alrededor del tronco. Ya que no conocía el palacio de Avian, era más fácil ubicarse usando a las guardianas y yendo directamente hacia donde estaba Tobe.

El palacio de Avian no era tan grande como el de Banticore, probablemente porque gran parte fue destruido. Las paredes de piedra eran más lisas y de un tono de gris azulado, los ventanales tenían los restos de hermosas vidrieras de colores con diferentes figuras que debieron contar historias en el pasado. Los pasillos eran tan enrevesados porque cada área del palacio se conectaba con todas las demás de forma indirecta, ya que había un patio interno que ocupaba la mitad de la extensión de la estructura y los corredores no podían atravesarlo para llevar a la gente a su destino.

Kura frotó la extremidad a la que seguía cuando encontró la habitación a la que quería ir y se asomó.

Tobe lucía aburrido, sentado junto a un gran escritorio. Naru estaba en otro asiento más allá con Era sobre su regazo, la sanadora se encargaba de hacerle unas trenzas. Jotu se inclinaba sobre la mesa mientras hacía notas en un gran mapa y una lista que había al lado.

—¿Comenzaron la tercera fase sin mí? —preguntó Kura al entrar a lo que, a juzgar por los estantes vacíos y llenos de astillas, debió ser una biblioteca en otro tiempo.

Tobe sacudió la cabeza, pero Naru se le adelantó dando una respuesta.

—No podemos comenzar tu plan sin ti, sólo que te iba a despertar y Tobe dijo que seguías muy cansado y vendrías solo cuando estuvieses listo —Naru rodó los ojos.

Por el tono en que lo decía, estaba a punto de soltar un "ugh, gente enamorada".

Kura asintió y caminó hacia la mesa para observar el mapa y las notas.

—¿Comenzamos?

Varios asentimientos le contestaron. Jotu se sentó en el borde de la ventana más cercana e incluso Era se movió a otra silla para enderezarse y verse más seria durante la reunión. La mirada de les cuatro estaba sobre él y Kura no pudo evitar darse cuenta de que eran un grupo bastante peculiar.

—La tercera fase necesita movimientos rápidos y certeros. Nos tomaremos unos días de planeación y para preparar los distintos ambientes. Cuando comencemos a atacar, será un golpe tras otro hasta terminar, así que prepárense —Kura sostuvo la lista y la giró para que pudiesen verla. Había nueve nombres en total—. Estos son los objetivos. Primero ellos, después la nami. Entonces Antiqua será nuestra.

—Es más fácil decirlo que hacerlo...—indicó Naru, inclinándose hacia adelante desde su posición—. Somos cinco personas sin contar la ayuda que podamos recibir de las tierras baldías. Incluso si asustamos tanto a la gente de Antiqua para que consideren a Tobe una especie de salvador imprescindible, ¿cómo nos hacemos con el poder después?

Besar al demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora