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Tobe observaba fijamente a través de la ventana a la presencia instalada en el patio del palacio

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Tobe observaba fijamente a través de la ventana a la presencia instalada en el patio del palacio.

La extremidad que había dejado alrededor de la cadera de Kura reaccionó, haciéndole saber que él estaba en movimiento. Tobe permaneció quieto en ese lugar mientras percibía la manera en que avanzaba, la esencia mágica también se volvía más reconocible a medida que se aproximaba.

Tobe no se giró cuando la puerta se abrió y cerró detrás de él. Notó que caminaba despacio y arrastraba las palabras al hablar.

—¿Qué pasó con el pueblo?

Él sólo sacudió la cabeza. Las palabras se formaron frente a Kura sin que tuviese que darse la vuelta.

"Ve con Era si lo necesitas. Todo lo demás puede esperar"

—¿Si necesito qué?

"Algún tipo de atención médica" especificó Tobe, mirándolo por encima del hombro.

Kura boqueó. Toda su cara se puso roja.

—¡No voy a dejar que una niña revise...revise...! —Él se interrumpió con un sonidito ahogado y negó—. No lo necesito. Tampoco quiero. Por Lirión, me moriría de vergüenza...

"Era es muy profesional" argumentó Tobe, frunciendo el ceño.

—¡Que no lo necesito!

"Tienes problemas para moverte"

—¡Estoy cansado, es todo! —Kura se dejó caer sobre una de las sillas de la biblioteca y se pasó las manos por el rostro—. Tobe, destruiste el centro del pueblo y eliminaste a un objetivo antes de tiempo, creo que deberíamos estar hablando de eso-

"Estoy preocupado por ti. Me pasé"

—Necesitas organizar tus prioridades-

"Mi prioridad eres tú" para entonces, Tobe se había dado la vuelta y tenía los brazos cruzados. Aún fruncía el ceño.

Kura se quedó en silencio durante unos segundos. Los ojos de Tobe no tenían el menor atisbo de culpa, remordimiento o preocupación al oír sobre el pueblo. Sólo cuando insistía en saber sobre su estado, parecía tener algún tipo de cambio.

Después de unos instantes, Kura exhaló.

—Sólo estoy cansado —susurró—. De verdad es todo. Estabas fuera de control y...y en realidad hasta podría decir que fue bueno que toda tu energía se concentrara en mí...

Tobe ladeó la cabeza y Kura disminuyó el volumen de su voz hasta callarse por completo.

"¿Entonces no me pasé?"

Kura soltó una risita incrédula.

—¿Quieres que te diga que lo puedes volver a hacer?

"¿Lo puedo volver a hacer?"

Besar al demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora