Ghostin [Riverducción]

11

Paraíso

Felix

Nunca me había enamorado, al menos no a tal grado de sentir que quería casarme con esa persona, y mucho menos me había enamorado a primera vista.

Alze mi vista y observe desde lo lejos como aquella hermosa pelirosa salía con una sonrisa iluminando su rostro seguida de mi amigo y demás gente.

Aún me encontraba en mi auto, hace unas horas le había mandado un mensaje a la chica con la que había quedado, diciéndole que no podría ir a la cita que nos habían organizado sus amigos, y que mucho menos podría seguir con aquello.

Le había dicho que realmente no tenía ningún interés en ella. Por lo que lo entendió sin renegar y me agradeció por ser sincero con ella.

Porque apesar de que si hubiera ido o no, seguiría pensando en aquella desconocida.

Y ninguna mujer se merecía aquello.

🍂

Observe mi bebida por un rato, me encontraba en un bar desde hace una hora y apenas llevaba esto.

No quería emborracharme.

Después de todo no solía beber, por lo que no era digno de mi, pero mi ansiedad de querer tener cerca aquella chica, me hacía sentir enfermo.

Era una necesidad que me carcomia.

Y cuando estaba por dar el primer trago, mi teléfono vibro.

Era un mensaje de Ronaldo.

|Se que sueles estar ocupado, pero si tienes un rato libre, quiero que vengas a la fiesta de mi alumna, hemos ganado y quiero presentartela|
Hace 3 minutos

Cuando acabe de leer el mensaje me le quede mirando al teléfono por un buen rato, podía tomar esta oportunidad y volverla a ver.

Pero si la volvía a ver, no creía que podría vivir sin poder verla todos los días.

🍂

No sabia como, pero en un momento pagué mi trago y le mande un mensaje a mi amigo pidiéndole la dirección del lugar.

Tal parecía que la celebración iba a ser en casa de su alumna.

El carro marcaba que iba a ochenta kilómetros por hora, jamás conducía a esa velocidad.

Al menos no de noche o en carreteras de solo dos carriles.

🍂

Cuando llegue a la casa, quede sorprendido, no solo porque estuviera en una de las mejores zonas, sino porque era de tres pisos y la fachada del frente, era tan hermosa.

Avance por el camino que conducía a la gran puerta.

Hace unos minutos le había indicado a Ronaldo que había llegado al lugar, por lo que no tuve que tocar, pues al estar enfrente de la puerta esta fue abierta dejando ver a Ronaldo.