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Samantha aún seguía abrazada a su ahora prometido cuando sus padres se acercaron a ellos.

La castaña ni siquiera sabía quiénes estaban presentes, pues seguía en un limbo, donde sólo podía concentrarse en el rostro de su futuro esposo, en su vientre parecía que miles de mariposas revoloteavan.

— Buenas noches — la voz de su padre la trajeron al presente.

— Buenas noches — dijo la pareja al uniso, a lo cual sonrieron al mismo tiempo sin darse cuenta.

Pero Rosario, la madre de Samantha, se dio cuenta de eso y de muchas cosas más que no cualquiera podría haber notado.

— ¿Ya decidieron la fecha de la boda? — cuestiono su madre mientras abrazaba a su hija quien se quejaba por ser apartada de los brazos de su pareja.

— Si — hablo la pelirosa mientras huía de los brazos de su madre para terminar en los de su padre impidiéndole llegar a Felix, por lo que bufo —. Nos cansaremos el veintitrés de este mes.

Samantha sonrió cuando su padre la soltó levemente al escuchar aquello y llegar a los brazos del pelinegro.

Él la envolvió protegiéndola, él chico sabía perfectamente que era muy raro que su pareja se comportará así de cariñosa con demasiada gente a su alrededor.

— Pero eso es en veintitrés días — dijo su padre —. Dos días después de su aniversario.

— Así es señor Homero — hablo ahora el chico mientras seguía abrazado a la pelirosa —. Hemos decidió que queremos casarnos lo más pronto posible.

— ¿Por qué? — cuestiono ahora la madre de Samantha.

— Creemos que esperar meses es una pérdida de tiempo — comento Samnatha —. Por qué no casarnos en menos tiempo si lo podemos hacer.

— ¿Y los gastos de la boda? — cuestiono el padre de la chica.

— Correrán por mi cuenta — se adelanto a hablar Felix soltando un poco a su pareja para sacar una tarjeta de color negro.

Los padres de la chica lo miraron con sorpresa.

Sabían que Felix era dueño de una cadena de Restaurantes.

— Muchacho no tienes que pagarlo todo — se adelanto el señor Homero nuevamente —. Nosotros podemos ayudar, incluso mi hija, pues apesar de que estamos muy bien económicamente ella también gana demasiado dinero.

— Lo se — dijo él pelinegro ahora —. Pero no quiero que de un solo peso, porque al igual que esta tarjeta no tiene límite — dijo mientras dirigía su vista hacia Samantha —. Mi amor por su hija tampoco lo tienen.

— Dios que hermoso chico — aludió la madre de Samantha.

— Además — siguió —. Su hija no quiere una boda demasiado grande, ella solo quiere que estén sus amigos, familiares y unos cuantos amigos míos — explicó —. Así que no importa.

— ¿Apoco si muy enamorado? — jugo la pelirosa.

— ¡Samy! — le llamo la atención su madre mientras los dos hombres presentes reían.

— Así es amor mio.

🍂

— Pensé que me acusarias con mis padres porque me quiero casar en secreto contigo en Las Vegas — susurro la pelirosa después de que sus padres se fueran y los dejaran solos.

Él sonrió de lado mientras besaba sus labios de manera casta.

— Lo iba a hacer — confesó mientras besaba ahora su frente —. Pero no quiero que mi chica no se quiera casar conmigo.

— No importa que hagas — hablo Samantha mientras se acerba a sus labios peligrosamente —. Quiero casarme contigo.

— ¿Y si hay otra vida repetirias nuestra historia?

— Si en esta vida no me caso contigo — empezó ella —. No importa cuanto tiempo me tome, voy a buscarte en otras vidas y casarme contigo.

— ¿Por qué? — cuestiono él.

— Porque eres él único hombre con el que me veo casada y teniendo hijos.

Felix sonrió.

— ¿A cuantos les has dicho lo mismo? — jugo él, haciendo que Samy rodará los ojos.

— Ay Dios, yo no puedo hablar bien contigo — se quejo ella mientras se alejaba de él dejándolo solo.

Felix soltó una carcajada y corrió detrás de Samantha.

— ¡Era broma!.

🍂

— Después de todos estos años por fin se casan — aludió Rocío al llegar a su lado junto a Aldo.

— Ni yo lo puedo creer — comento la pelirosa mientras abrazaba a la chica.

— Así estaríamos si no le tuvieras miedo al éxito — comento Aldo en broma mientras saludaba y les deseaba lo mejor a sus amigos.

— ¡Ay cállate! — dijo Rocío mientras le pegaba levemente en el hombro a su novio —. Fuiste tu el que tardo tres años en declararse.

Los cuatro rieron.

— Si tú ya sabias que me gustabas, ¿por qué no fuiste por mi? — acuso ahora Aldo.

— Porque yo quería que él chico con el que estuviera tuviera la suficiente valentía — dijo con broma la castaña.

A lo cual los cuatro se rieron.

— Ya pues, ya no vuelvo a hablar — menciono el chico cuando dos voces a lo lejos se hicieron presentes.

— ¡Lesbiana!

— ¡Samy!

La voz de Molly y Ari llegaron a sus oídos haciendo que buscará con la mirada donde estaban sus amigas.

Cuando en unos segundo las dos chicas ya estaban a su lado.

— No puedo creer que al fin la soltera del grupo se nos casa — chilló Ari mientras abrazaba a la pareja.

La otra pareja de años río, esa misma noche habían conocido a algunos de los amigos de la pelirosa. Ha excepción de Molly, que la conocían desde antes por Ronaldo.

— ¡La pelo tieso por fin tendrá un macho! — grito la castaña con emoción mientras las mejillas de la chica se pintaban de un carmín muy notorio.

Todos rieron.

— ¡Molly! — la regañaron las dos amigas.

— ¿Qué no es cierto? — cuestiono ella —. Mira Felix Samantha no te ve como un macho alfa, algo me dice que deberías dejarle en claro quien manda.

Al escuchar eso Aldo río mientras las chicas junto a Felix se quedaron sin habla, a veces, bueno, casi siempre Molly era muy imprudente.

Y, todos sabían que aquello era culpa de Ronaldo, pues antes de que su amiga conociera a aquel chico con el que sus mejores amigas de la castaña solían llamar Bestia, ella no era así.

De hecho cuando por primera vez que el castaño la había invitado a salir,su padre al abrir la puerta, la cerró en su cara porque creyó que era un malandro.

Ghostin [Riverducción]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora