Cap 18 - La amable señora (2da parte)

4 1 4
                                    

Ahora la niña también está desconcertada, pero Heline se apresura a hablar.

-Pequeña, ¿estás segura de lo que dices? -dijo con una voz amable después de agacharse para quedar a su altura.

-Sí, pero ¿por qué lo preguntas? -estaba claramente confundida.

-¿Podríamos saber quién es tu mamá? -Aunque la había visto antes, realmente no le presté ninguna atención a su aspecto.

-Es ella -señaló una banca vacía.

-¿Segura? -habló Blade creyendo que se trataba de una broma.

-Estaba ahí hace un momento...

Después de eso, repentinamente, mi cuerpo se quedó paralizado y aparentemente el de los muchachos también. Una ráfaga de viento nos pasó por el lado y la niña ya no estaba.

-Adiós, Rafa -escuché una voz confiada que reconocí al instante.

-¡Falme! -Tan pronto pronuncié esa palabra, pude moverme de nuevo y giré hacia atrás para ver qué ocurriría.

La mujer desconocida estaba caminando con la niña agarradas de la mano, mientras lo hacían, unas nubes de tormenta aparecieron y luego miré su sombrilla abierta.

-Deberías buscar refugio, se avecina una fuerte tormenta... -Tras decir esas palabras, ella y la niña simplemente desaparecieron en el paisaje mientras comenzaban a caer unas gotas del cielo.

Los muchachos recuperaron su capacidad moverse de forma repentina, dando a entender que la presencia de ella era la que no les dejaba moverse.

-¿Cómo lograste salir de la parálisis? -Heline no entendía nada, al igual que yo.

-No lo sé, lo único que hice fue gritar su nombre. -No recordaba nada más.

-Pero significa que te podías mover, nosotros tratamos de hablar y no pudimos, ¿cómo es que tú sí? -El joven tenía razón, pero yo no encontraba una buena explicación.

-No lo sé, tal vez... sí, eso es. Ella hizo esto a propósito para demostrar que está jugando con nosotros.

-Tengas razón o no, lo único que sabemos es que ella tenía razón -abrió su sombrilla. -Rápido, tóquenla. -Al instante que lo hicimos, la lluvia nos dejó de mojar a pesar de haberse intensificado.

Nos quedamos unos minutos en silencio; luego nos miramos a los ojos y nos pusimos de acuerdo en que teníamos que buscar refugio antes de que el nivel del agua siguiera subiendo, porque ya estaba hasta nuestros talones.

Salimos corriendo y entramos en un edificio que no recordaba haber visto, el agua llegaba a nuestras rodillas y velozmente subimos hasta la planta más alta sin hacer caso a nada más.

Desde un principio se hizo raro el hecho de que no nos dijeran nada ni viéramos a más personas, pero el edificio estaba iluminado y parecía seguir funcionando, así que no le presté mucha atención.

Llegamos al piso 16 y luego salimos a la azotea para ver cómo estaba la situación. Miramos hacia abajo y el agua ya había cubierto el segundo piso por completo.

La forma en la que crecía era alarmante, realmente se había vuelto un diluvio y ahora estábamos atrapados ahí.

-¿Saben nadar? -Blade parecía pensar en la opción de dejarse cubrir por el agua.

-¿Tienes retraso o algo así? ¡El agua está muy violenta y estamos en medio de una tormenta! -exclamó su hermana.

-Es cierto, incluso se están generando fuertes olas ahí abajo; si nos llegan a cubrir, ciertamente seremos arrastrados y posiblemente asesinados por ellas -dije mirando hacia abajo tratando de encontrar una solución a nuestro problema.

-¿Cómo puede la lluvia inundar tan rápido un lugar así? Los pisos tienen al menos seis metros de altura. -La chica de ojos esmeralda también analizaba la situación.

Se escuchó un ruido estruendoso y alcé la vista sólo para darme cuenta de que habían rayos en el cielo que parecían estar demasiado cerca de nosotros y del suelo.

-¡Genial! ¡Lo que nos faltaba! ¡Una tormenta eléctrica en medio de un diluvio! -El sarcasmo del chico era muy notorio. -¡Si cae un rayo en el agua, se volverá un campo eléctrico de alto voltaje!

-¿De dónde sacas esas cosas? El agua no transmite electricidad, así que por esa parte estamos a salvo; pero si un rayo nos cae, las posibilidades de sobrevivir serán mínimas. -Realmente no recordaba el hecho de que él estuvo aislado por tanto tiempo del mundo real que sus conocimientos probablemente son de otra época.

-Esos cuchillos que tienen no son de juguete, ¿cierto? Están hechos de metal y por lo tanto atraen electricidad -comentó ahora Heline.

-Deberían deshacerse de ellos si quieren tener más oportunidades de salir vivos.

-¡Igual moriremos ahogados! ¿Cuál es la diferencia entre eso a morir por un rayo? -Blade estaba frustrado y claramente no estaba pensando con claridad.

-El mío tiene una funda de cuero, pero los de él no, él es mucho más propenso que yo.

-A ver, hay que calmarse -Gunner claramente no estaba relajada, aunque lo estaba intentando. -No llegaremos a nada si nos alteramos.

-Chicos... -La chica de ojos verdes sonaba preocupada. -Miren abajo. -Todos lo hicimos y entendimos el porqué de su tono de voz.

El agua ya no estaba cubriendo hasta las rodillas y el edificio en el que estábamos, comenzó a colapsar gracias a la presión del agua. Era nuestro fin y ya no había escapatoria.

-Se acabó. -Eso fue lo único que alcancé a decir antes de perder el conocimiento y sentir como el agua entraba por mis vías respiratorias.

.
.
.

-¡Se puede ahogar! ¿Por qué hiciste eso? -Esa voz femenina se me hacía familiar pero mi oído no estaba funcionando correctamente.

-¡Lleva demasiado así y dudo que tú tengas una mejor idea! -Ahora habló una voz similar, pero más grave.

-Está despertando. -Mis sentidos volvían poco a poco y noté que quien hablaba esta vez era Heline.

No tardé mucho en abrir los ojos y en darme cuenta de la situación y por qué estaba mojado.

-¿Eres idiota o qué? ¡Pude haber muerto! -Saqué mi cuchillo de su funda y me apresuré a apuntar a Blade con él.

-Tranquilo. Sólo es agua y la utilicé porque simplemente te desmayaste después de gritar el nombre de esa mujer y no querías despertar. -Vi que tenía una botella vacía y miré a mis alrrededores para notar que todo estaba igual.

No entendía nada, ¿fue sólo un sueño? ¿Significa que nada de eso pasó?, ¿todo fue falso? Miré detrás del joven y ese mismo edificio que mientras estuve inconsciente que, por alguna razón, sentí que me llamaba.

Una Tormenta Duradera (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora