Capítulo 17: Empujar

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Dentro de la comisaría de policía se encontraban Adrien, Félix, Alya, Marinette y por supuesto sus padres.

Ellos estaban consolando a su hija, mientras que ella seguía traumada.

En la nariz rota de la azabache le pusieron una venda que se la tiene que quitar dentro de dos semanas y tomar medicamentos para curae la hinchazón.

Alya era la única que estaba preocupada por el estado de su amiga.

En cambio, Félix y Adrien estaban preocupados por Lila y esperándola.

Mientras tanto, la italiana y su madre se encontraba con dos policías en uno de los departamentos.

Los policías estaban interrogando a Lila y apuntaban en un blog lo que ella confesaba.

La castaña llevaba puesto sus esposas y no paraba de temblar sus puños.

Su mamá estaba nerviosa por lo que estaba pasando e intentaba tranquilizar a su hija.

- Bien, Lila Rossi, ¿entonces tú eres la quién atacó a Marinette Dupain Cheng con un patín?

- Sí, agente. Me confieso la culpable de agredirla.

- ¿Y por qué lo hiciste?

Lila dio un suspiro triste antes de hablar, mientras su madre se preocupaba.

- Porque ella me humilló delante de todos y yo con mucha ira la ataque con mi patín.

- Entiendo, y... ¿Querías matarla acaso?

- No... Quería darle una lección, pero no matarla.

La policía iba apuntando lo que Lila explicaba.

La madre de la italiana puso la mano en su hombro para intentar animarla.

- Lo has explicado muy bien, hija. - susurró su mamá.

El agente Roger terminó de escribir en su cuaderno y miró seriamente a las dos.

- Señora Rossi, cómo su hija ha cometido un crimen en romperle la nariz a Marinette, tendremos que ponerle un castigo.

- Sea lo que sea, no envíen a mi hija en la cárcel, por favor. - suplicó la madre.

- No vamos a enviar a Lila a la cárcel. Como le hemos detectado a su hija que tiene ataques de ira y agresividad, debe ir a un psicólogo para mejorar su conducta. Además de eso, debe pagar la multa de 1.000 €

- Está bien, agente Roger. Intentaré que mi hija se calmé cuando asista a las sesiones de su psicólogo.

A Lila no le pareció buena idea eso, así que comenzó a enojarse de nuevo.

- ¡Ésto no me parece justo! ¡LA CULPA LA TIENE MARINETTE POR HACERME COSAS MALAS EN ESTOS DÍAS!

- Lila, cálmate, mi cielo. - dijo su madre intentando tranquilizarla.

- ¡NO! ¡NO ME VOY A CALMAR! ¡ESA HIJA DE PUTA ME ARRUINÓ MI BODA Y ME HUMILLÓ DELANTE DE TODOS! ¿ACASO OS RESULTA QUE ELLA ES LA VÍCTIMA CUANDO SE ATREVIÓ A JODER MI VIDA POR RENCOR Y ODIO? - preguntó la italiana con furia que estaba a punto de llorar.

- Lila Rossi, vuelve usted a tener ese tono de voz y enseguida la enviamos a la cárcel por agresión verbal. - dijo Roger con un tono serio.

Lila respiró hondo y se terminó calmando.

No quería terminar en la cárcel ni quedarse sola tras esas rejas.

- Usted también dijo mentiras estúpidas de que conoció al príncipe Ali, de que Ladybug es tu amiga, entre otras cosas. Así que tú no eres tan inocente como piensas. - dijo el policía plantandole cara.

Detrás De Mi Sonrisa ×Violentometro× #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora