13

148 22 1
                                    

La cabeza de Hyunjin estaba sufriendo de un estruendoso martilleo, se sentía mareado y su mirada se encontraba perdida, algo perturbado por el calor que abrazaba a su cuerpo.

Respiró hondo tratando de ser consiente de lo que le sucedía.

Un olor a carbón y madera quemada llegó hacia él, podía escuchar como crugia y se consumía en fuego algo cerca suyo, abrió los ojos sintiendo el dolor extenderse por todo su cráneo.

Una luz naranja rojiza se adentraba por la puerta y una capa gruesa de humo inundaba la habitación.

Algo perdido se levantó y caminó hacia allá, en el borde de las escaleras ascendía el fuego, una llamarada grande de calor quería subir a la segunda planta.

- ¿Seungmin?...- algo estaba olvidando, y ante el alboroto de su hogar no lo recordaba, hasta que una punzada de dolor lo hizo gruñir - Seungmin... Seungmin... Seungmin... Seung...Min, mi amor que te hicieron.

Fue en ese entonces que su mente se aclaró, recordó que se fue la electricidad y después entraron hombres que lo atacaron y luego a su menor, recuerda estar muy mareado al momento que le pusieron la bolsa plástica y solo escuchaba a la lejanía a Seungmin llorar, intentó sacarla pero estaba tan aturdido por la falta de aire que no pudo salvarlo y después solo recuerda ser golpeado y ver la cabellera castaña del menor desaparecer.

Su corazón se sintió desgarrarse ante aquello, estaba siendo un día hermoso le había propuesto matrimonio y ellos se lo llevaron, arruinando todo.

¿Cómo se atrevían a arrebatarle lo que era suyo?

Algo que casi nadie o nadie sabía era que estaba obsesionado con Seungmin por eso siempre estuvo a su lado, no importaba cuántas veces lo vea matar a alguien el seguía a su lado por amor, ese amor obsesivo y tóxico, Seungmin no lo sabía pero vivía con un loco en la casa, su mente fallaba cuando no veía al menor así que para calmar sus ansias siempre lo seguía, aunque lo había dejado de hacer ya que siempre sabía dónde estaba y con quién, aparte Seungmin era su cura, el lo mantenía a la raya y no dejaba que su cabeza viaje y tenga ataques erráticos, ahora sin ese chico quien curaría su obsesión.

- Más les vale no haberle echo nada, porque cuando te encuentre rogaras por morir.

"Mátalos a todos"

Empezó a tener ese tic nervioso de mover la cabeza a la izquierda, buscó en sus cosas esas pastillas para la esquizofrenia y las tomó, poco a poco relajándose, hace mucho que no las necesitaba.

Escuchó como crujió la puerta, la miró y esta estaba encendida en llamas, el fuego ya lo había alcanzado, sin mirar el peligro se lanzó del segundo piso, solo tomó su celular y su billetera

Cayó en el césped recién cortado, doloroso pero salvó su vida, miró desde afuera la mansión notando que solo la habitación de ellos era la que faltaba por quemarse, la gente afuera murmuraba y gritaba porque la apaguen y sin querer ver a nadie saltó por el gran muro de concreto evitando a todos.

Caminó un largo tramo en la madrugada, ya eran las dos de la mañana y a eso de las tres estuvo llegando a dónde se supone es el escondite de Seungmin, dónde todos los trabajadores de su prometido se reúnen para hacer maldades a la sociedad.

El lugar era por fuera una tienda de telas, grande y espaciosa, se mantenía sucia para que no atraiga a clientes pero al adentrarse en el gran local entrabas al subterráneo dónde ocurría la magia, estaba situada afuera de la ciudad siendo de las primeras casas y para no llamar la atención con esos lujosos carros era rodeado de un maizal que hacía de muro para que nadie vea lo de adentro, las altas plantas eran el hogar perfecto para ahuyentar a cualquiera.

H al ser uno de los "amigos" del jefe era siempre bien recibido, y está vez fue igual.

- Señor, buenos días siga, el jefe no está si quiere...- no acabo de hablar cuando Hyunjin se aburrió de él y le disparó con el arma que portaba.

Iba a encontrar al maldito infiltrado y lo haría pagar con lágrimas de sangre su tristeza.

Escuchó a los chicos correr y como fue rodeado y con armas apuntando hacia él.

Al ver de quién se trataba todos hicieron una reverencia, dándole la bienvenida, disculpándose por apuntarlo.

- Lo diré una vez, no sean estúpidos y piensen en las consecuencias - habló con frialdad manteniendo su mirada severa, ellos sabían que Hyunjin no era nada parecido a Seungmin, a Seungmin se le podía dirigir la palabra y titubear pero con Hyunjin no, el es un hombre firme su mirada y su postura lo dice y aunque hayan escuchado que es bastante cruel no estaban a la expectativa de lo que podía hacer - todos los que sean infiltrados den un paso al frente, no tengo tiempo ni paciencia para rogarles, recuerden que una bala aquí - señaló su frente - es la manera más amena de hacerlo y morir, ustedes saben cómo se trabaja con los que pierden la gran oportunidad.

Todos asintieron y esperaron con paciencia a qué alguien de un paso al frente, mirándose los unos a los otros.

Nadie lo hizo, lo sabía solo estaba probando que tanto apreciaban a sus familiares, el perdió a su prometido ellos perderían a sus hijos y a sus padres.

- Muy bien, se los advertí, de ahora en adelante yo seré su nuevo jefe, MIK está en problemas y lo traeremos de vuelta, si nadie es infiltrado no hay que ocultar nada no, pero si alguien me falla no seré compasivo con nadie.

Ellos empezaron a murmurar si hacer caso a Hyunjin, talvez era una trampa de el, o si realmente estaba diciendo la verdad, nadie lo sabía

- Como sabemos que no es una trampa, yo haré solo lo que diga el jefe MIK - un chico joven dió un paso al frente hablando por todos.

Hyunjin asintió, lo sabía y estaba levementé seguro de confiar en ellos, al parecer no todos eran fraudes con su novio.

- Me voy a casar con él, es mi prometido, si le llega a pasar algo ustedes serán los primeros en recibir una paliza,no estoy jugando, fuimos atacados anoche y la mansión se quemó, ¡se lo llevaron, ahora quiero que busquen en cielo, mar y tierra, lo quiero ahora, así que pónganse a trabajar!

Todos guardaron silencio, no sabían que Seungmin estaba comprometido y la rabia e impotencia que reflejaba la voz de Hyunjin los hizo creerle de cierta forma, aún desconfiaban pero seguirían a ese nuevo líder que pedía buscar a MIK.

- H QUE PASÓ! REALMENTE SE LO LLEVARON?- Changbin llegó gritando junto al rubio, se veía agitado y mal aliñado - Uno de los guardias me con....- no pudo hablar cuando Hyunjin le dió un puñetazo en la cara, se veía muy enojado.

Lo tomó del cuello de la camisa y lo levantó con tosquedad.

- DONDE MIERDA ESTABAS ANOCHE, TE HE DICHO QUE LO VIGILES SI ME ENTERO QUE UNA MÍSERA GOTA DE SANGRE SALIÓ DE ÉL TE DEGOLLARE CON LOS DIENTES...

Chan quien estaba también llegando miró como la furia de Hyunjin se salía de control.

- Estamos perdiendo tiempo, vayan a buscarlo, H es de confianza confíen en su palabra - dijo a los chicos que los veían, llegó con Hyunjin a salvar a Changbin - Hyun déjalo, tenemos trabajo qué hacer.

Chan logró hacer que lo suelte, pero también recibió un golpe, Hyunjin caminó furioso hasta el despacho de Seungmin.

- Mi bonito niño ¿Dónde estás?

No Conoces La Maldad || HYUNMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora