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Aquellos murmullos lo atormentaban, sentía aquellas palabras tan cerca pero no las podía distinguir.

Era sofocante no poder saber lo que ocurría, porque todo de pronto era oscuro y su mente no lograba recordar nada , solo sabía que estaba en un lugar oscuro.

Poco a poco su conciencia se ubicó en el espacio, sintiendo ya su respiración, el suave latido de su corazón y como los ojos empezaban a abrirse, las luces empezaron a quemar en ellos, jadeó por cómo sus ojos rechazaban la claridad.

Escuchó más murmullos y de pronto sintió una suave mano sobre la suya.

- H-hyunjin - logró pronunciar, la garganta la tenía seca, y quería beber un poco de agua.

Se sabía a la perfección como era los toques de Hyunjin, estaba seguro de que era él.

Pudo sentirse cansado, el olor a lavandina y la blanquecina habitación era sinónimo de hospital, recuperó la cordura en aquel momento.

Imágenes borrosas de la noche anterior, gritos desesperados...

-...min Seungmin, puedes oírme - su encantadora voz.

Sintió sus dedos tomar su mano y acariciarla, apretó su mano, escuchándolo reír bajito.

- Gracias mi amor, gracias por quedarte conmigo.

Después de un dolor de cabeza tan grande escuchar su hermosa voz fue como si un milagro curará todo el dolor que sentía, abrió sus ojos captando su bonita silueta, esa sonrisa perlada que se dirigía a él.

- Amor, mi lindo angel - acaricio su mejilla - por fin despiertas.

Seungmin forzó una sonrisa sintiendo su cuello muy rígido.

- No te fuerces, estás con algunos puntos y un collarín - le acomodó el cabello y se acercó a darle un beso.

- T-te amo - susurró.

- También te amo, estoy orgulloso de ti, eres mi campeón y mi héroe, ahora... todo acabó, ya no hay nadie que nos pueda separar.

- G-gracias por estar b-bien - estiró su mano y tocó sus labios, seguían siendo suaves y esponjosos - c-uanto tiempo...

- Han sido tres días, los peores de mi vida, si sigues mejorando los iremos en menos de una semana.

- M-me siento bien, vámonos.

Seungmin intentó levantarse pero las manos del mayor lo detuvieron.

- Nos iremos cuando estés mejor, ahora descansa iré por un médico - se alejó dándole un beso en la frente...

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Días

Todos mantenían su reverencia ante Seungmin y Hyunjin que estaban llegando del hospital.

Al parecer lo estaban esperando con dos reos.

- Hagan lo que quieran con ellos, solo manden a Chan a mi despacho - ordenó, Hyunjin lo ayudo a ir al lugar y se acomodaron en el escritorio.

- No creo que venga, le dije que se pierda - mencionó el rubio

- El no se irá sin mi permiso - suspiró tocando el parche de su cuello.

- Te duele? Quieres que llame a un doctor! - se acercó y se arrodilló viendolo con esos hermosos ojos preocupados.

El castaño negó con la cabeza y lo alzó del mentón, se acercaron hasta hudirse en un beso suave, aún no podían quererse salvajemente como lo hacían antes.

Seungmin gimió en sus labios, cuando fueron mordidos.

Unos toques en la puerta los separaron, Hyunjin gruñó por la interrupción y se levantó a ver quién era.

Caminó con el ceño fruncido y abrió la puerta encontrando a Christopher al otro lado.

Este lo miró unos segundos y bajó la mirada.

- ¡Te dije que te largaras! - le habló claramente enojado.

- Hyung déjalo, Chan pasa - el chico ingresó rápidamente, sintiendo como Hyunjin cerraba la puerta tras él - tenemos que hablar.

- ¿Es malo? - se sentó frente a él viendo como su cuello estaba vendado y sus manos también tenían algunas bandas - lo siento por eso.

Un golpe en la mesa lo hizo sobresaltar, miró de reojo como Hyunjin tenia los puños apretados.

- Por que no te largaste!, te dije que te mataría cuando te vea - le gruñó Hyunjin.

- Hyung ahora no, debemos hablar en serio...

- Yo enserio lo mataré...

- Hyunjin por favor - lo miró serio, suspiró para dirigirse a Chan - lo estaba pensando y... creo que lo mejor será que nos vayamos....no puedo seguir arriesgando nuestras vidas, nos iremos de Corea.

Soltó incrédulo, aún no convencido de su decisión.

Chan miró al castaño impactado, pensó en que si realmente está situación afectó su forma de vida.

- Aún así....yo estaré al tanto de lo que sucede aquí, ustedes se quedarán aquí, solo nosotros nos iremos.

- A dónde...

- No lo sabrás, es lo mejor para todos, vendré de vez en cuando, está es la despedida Chan.

El castaño se levantó y caminó junto a Chan, lo jalo del brazo y lo abrazó, el australiano sin saber que hacer solo posó levemente sus brazos en su espalda.

Hyunjin los miraba celoso, apretando la mandíbula por la cercanía de ese par.

Era nuevo para todos ya que hace mucho que no tenían ese tipo de cercanía, las palabras de Changbin calaron en su mente esos días.

Había pensado mucho en Hyunjin y descuidó a sus amigos que estuvieron ahí para él y pelearon con y para él sin nada a cambio.

- Si quieres salir de esto, este es el momento, sabes que las cosas se pondrán difíciles con la muerte de ellos, gracias por lo que has hecho por nosotros - susurró en su oído separándose de el aún manteniendo sus manos en sus hombros.

Bangchan estaba confundido, se sentía aquel niño que una vez fue abrazado cuando fue golpeado por unos ladrones y Seungmin lo cuido todo el día llevándolo a su guarida.

- Eres mi única familia, nunca me iré y lo sabes, gracias por la oferta pero me quedaré - sonrió para dar un paso atrás y hacerle una seña a Hyunjin de que ya estaba lejos de Seungmin.

- Gracias, si lo deseas ya lo sabes llámame y te sacaré de esta ratonera - Hyunjin se acercó bruscamente y lo abrazó por la cintura, besándolo para callarlo, los celos que existía en el momento lo estaban volviendo loco, Seungmin sonrió por como se comportaba "tal como un niño" - cuídate Chris, adiós...

No Conoces La Maldad || HYUNMIN||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora