Elizabeth.Antonio Volkova tenía años sin escuchar su nombre.
Mi padre pocas veces hablaba de el casa pero siempre me metía abajo de las mesas a escuchar.
Mi padre y Martin se unieron para destruirlo la guerra duro años hasta que en uno de tantos atentados pusieron una bomba en la mansión con un infiltrado.
La mansión quedó en ruinas y toda la familia había muerto.
- No se cómo coño mi padre permitió esto, a los enemigos hay que matarlos de frente para saber si mueren o no - Estaba furioso lo podía notar por su mandíbula apretada y por sus nudillos blanco que estaban al volante.
No dije nada en todo el camino.
Llegamos hasta la casa de Riccardo el necesitaba ocuparse de todo y yo lo iba ayudar.
El lugar era grande se parecía a mi casa, las paredes eran de un color azul y los muebles blancos se veían bastante cómodos.
- Te puedes quedar aquí mientras voy a investigar todo y...- lo interrumpo
- Yo me encargo de quien llevo la carta.
- No creo que debe...
- Riccardo no te estoy preguntando, te estoy diciendo que iré y me encargaré, somos dos familias que están en esto por lo tanto también tengo derecho a ocuparme de algo.
El simplemente asintió con las manos en su cara estaba frustradome llevo al sótano nos detuvimos en una de las puertas.
- Se llama Carmen tiene un hijo, el otro murió es viuda trabajaba para la familia Volkova- Me da esos detalles que voy a necesitar - Cuando termines ve a la sala te vas a ir por el pasillo de la derecha allí está mi despacho te espero.
No le respondo, abro la puerta y está la señora con un poco de canas, está amarrada.
Me acerco haciendo que mis tacones resuenen por todo el lugar.
- Vamos hacer esto sencillo - Agarro un cuchillo de sierra y me le pongo al frente - Me dices todo y no abra daño físico te dejare escapar - Así hablé o no, la mato.
- No puedo hablar - Dice levantando la cabeza.
- Carmen no tengo tiempo para esto así que hable de una puta vez y se acaba esto - Niega lentamente, agarro el cuchillo y se lo paso poco a poco haciendo que corte sus brazos de los cuáles salen tiras de sangre - Sabes que sería verdaderamente doloroso?.
- NO VOY HABLAR DIGA LO QUE ME DIGA NO LO HARE! - Me grita.
Gran error.
La agarro del cabello y la cacheteo dos veces.
- Sería doloroso perder otro hijo ¿No? - me ve con los ojos abiertos - A ver ayúdame a eligir como lo torturariamos.
Agarro unas pinzas y le empiezo a pellizcar con ellas el cuello jalandola por el cabello.
- Le cortamos una pierna o un brazo - Está llorando - Oh no, ya se ambas que gran idea.
- Con el no por favor, solo fui yo quien hizo esto no lo metas - Llora.
- En este mundo no importa el error que hayan echo los padres siempre pagan los hijos - le digo mirandola- No hagas que lo traiga aquí y lo torture en tus narices, hablas o que?
Me ve con súplica papá siempre me decía que el talón de Aquiles de una mujer son sus hijos.
Me le quedó viendo cuando comienza a hablar.
- Antoni Volkova hijo de Antonio Volkova, tenía diez años cuando sucedió el atentado los únicos que pudieron escapara fueron el y su abuela Nathalia De Volkova yo me encontraba haciendo las compras, solo era una de las sirvientas de la familia iba de regreso cuando ví todo sangre y hombres siempre entraba por la parte de atrás de la casa y lo que hize fue correr hasta que me los encontre a ambos. Fuimos hasta una de las propiedades del señor Volkova caminamos demasiado, era una de las más protegidas.
Yo cuidaba al pequeño Antoni mientras su abuela se encargaba de construir nuevamente todo lo que los De finci y los Mancini habían destruido.
Después de un tiempo la señora me despidió me dió una gran suma de dinero. Pero en estos días me llamo el Joven Antoni que necesitaba un favor y que si lo hacía me daba dinero, era algo que necesitaba no tengo empleo y mi hijo está enfermo.
- Entregar la carta eso era lo que el quería que hicieras - deduci.
- Si, el me cito en una cafetería alejada de la ciudad pero el nunca se hizo presente, mando a uno de sus hombre y me explico todo lo que tenía que hacer - Me explica terminando su relato.
- Y por qué de tantos hombre y mujeres que me imagino que debe tener, por qué tú?.
- No lo se, se lo juro - Ví la súplica en sus ojos - No me va a matar ¿Verdad?.
Me rei un poco - Gracias por la información, pero en este mundo no hay que dejar cabos sueltos.
- No diré nada se lo juro pero por favor.....- Le cortó las palabras sacando mi arma, primero le disparo en la pierna y después directo al corazón.
Que en paz descanse.
Salgo de aquel lugar y me voy hasta la sala, me voy por el pasillo derecho una vez llegó.
Veo una puerta blanca y supongo que es esa ya que es bastante grande. Riccardo está viendo fijamente la pantalla de su laptop cuando levanta la cabeza y me ve con una sonrisa de lado.
- Buen trabajo principessa.
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Tentación oculta
RomanceRiccardo Mancini un hombre poderoso próximo rey de la mafia italiana con un carácter de mierda, todo lo que el dice se hace y punto. Elizabeth De Finci una mujer que nació en cuna de oro caprichosa y con las agallas bien puestas y que no se deja so...