🗿 - Respecto mi amigo y enemigo

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[POV Tom]

Era la mañana, y estaba peleando con el feo ese de Tord, de lo que sea que discutíamos es algo irrelevante, pero el tema es que estábamos al borde del duelo a muerte con cuchillos. En eso llega Edd, luego de que tanto yo, como Matt, y el comunista lo llamáramos a gritos para que de-escalara la situación.

-¿Ahora qué? - pregunta Edd.

Y obvio, el comunista me gana en explicarse. -Me acusa de odiar a los cabros chicos.

-¡Dijiste que deberían tirar a todos los engendros por un barranco! - elaboré, aunque quizá mi tono no me colaboraba, pues me salió como un grito.

-¡Era en broma Jehová! - se sigue excusando, como si no lo hubiera oído describir con detalle como quería cometer infanticidio.

-CÁLLENSE. - y nos callamos. Yo estaba desapretando mis manos, el noruego soltó el tenedor que me iba a enterrar -probablemente en el ojo, sabiendo como es-, Edd nos miraba feo y Matt estaba ahí incómodo. Y así fue hasta que Tord se retiró poco después, en silencio. Edd le siguió como si fuera un perrito, dejándome sólo con el pelirrojo, lo que no es mucha ayuda considerando que él es cabeza de pollo, y probablemente diría algo estúpido.

Típico, el otako me acusaría de ser quien lo empezó, y entonces me retan a mí y blah blah blah. Siempre es lo mismo. Podría tirarme una bomba atómica encima y aún así sería mi culpa. Es como si lo tuviera idealizado al punto de convertirlo en un rollo de canela demasiado bueno para este mundo. Es como si- ... Es como si estuviera enamorado de él o algo. No sé. No puedo leerle la mente.
Pero creo que siempre fue así, ¿no? Siempre fueron pegotes.

...

-¿Tierra al alcalde Tom? - pinche Matt que tenía que interrumpir mi epifanía, siempre la caga con sus preguntas todas pendejas, todas mamonas.

-Ah. Estoy aquí. - respondí nada más para que él no se asustara, ya ha pasado que uno se queda mirando al espacio por unos segundos y él cree que nos dio estupor y que hay que llamar al hospital -tener que explicar eso a los paramédicos es algo incómodo-.

[...]

Durante el almuerzo, Matt mencionó que se le acabó una de sus chorromil cremas faciales, de esa manera que uno dice cosas para que se la consigan.

-¿Y qué quieres? ¿Qué te aplauda? - le dijo el adicto a la CocaCola.

-Sólo te digo que deberíamos ir a comprar. - le respondió el pelirrojo lleno de pecas.

Yo decía nada, enfocado más en lo que estaba comiendo, escuchando entretenido la conversación que estaban teniendo.

-Puta, Matt tiene razón. - interrumpió el noruego - Si no vamos pronto, nos moriremos de inanición.

Y he aquí mi evidencia número uno; Edd lo consideró.

-Ya, pero mañana en la mañana, ni cagando voy a ir a comprar en la tarde. - ninguno está realmente dispuesto a lidiar con la cantidad de personas que deberían haber ahora, y las filas de supermercado entre la tarde y noche son del diablo, así que esta decisión era razonable.

Pero igual; sólo lo consideró porque él lo mencionó. Claro favoritismo.

-¿Inanación? - preguntó el pelirrojo ese. Por supuesto, tal palabra era demasiado grande para él -heh, eso dijo ella ayer-, tiene más de dos sílabas. Ni siquiera la pronunció bien.

-Se refiere a no comer. - mencioné.

Mientras Matt me miraba como si tuviera tres cabezas, me fijé en los otros chicos, y... Creo que encontré mi segunda evidencia; bajo la mesa, el nórdico tenía una mano en la pierna de Edd, y él, creo que en respuesta, colocó su mano encima, y no lo movió, lo dejó ahí.

Yo me acuerdo una vez en particular que el Matt quiso dejarle un petardo en un bolsillo y recibió un codazo que casi le rompe su querida cara, no sólo me acuerdo por el show que él se pegó, si no porque Edd nos amenazó a todos con vender nuestros órganos si lo volvíamos a tocar sin decir algo, especialmente si era para hacerse el chistosito.

Así que una de dos; o el comunista tendrá que despedirse de su riñón o están joteando.
Preferiría que fuera la primera honestamente, sería más gracioso, al menos a comparación con mi épica teoría de como el dueño de la casa es un homosexual.

-¿En qué piensas Tom? - me susurro el mamón ese, casi me morí del susto.

-¿Yo? Uh- - mierda, tenía que salir con alguna excusa rápida - No sé de que hablas. Yo no he tenido un pensamiento en mi vida.

-Ahora dí algo que no sepamos. - me comentó burlón el comunista.

-Estás muy chistoso hoy, ¿comiste verga de payaso? - le respondí.

-Uy sí, a tu viejo le encantó como se la chupé ayer. - contestó.

Y así seguimos todo el almuerzo, con chistes de tu vieja y de verga.

[...]

Mi tercera y definitiva evidencia la encontré por accidente.

Íbamos a hacer una maratón de la trilogía de Dudebro Party Massacre en la tarde, y faltaba algo para picar durante las películas. Fuí a la cocina, revisé un gabinete sólo para ver que quedaba poco a nada para ahora. Revisé otro, casi vacio. Otro, y nada. Mierda, si nos íbamos a morir de hambre. Así que fuí a buscar al dueño de casa, a preguntar que cresta quedaba.

En eso me detengo, no salgo de la cocina, pues al darme la vuelta veo con el rabillo de mi no existente ojo al dibujante y al otako joteando en pleno pasillo. Sí; joteando, inconfundible coqueteo. Estaban ridículamente cerca uno del otro, mirándose de esa manera que uno mira a algo que amas -como yo con Susan, o Matt con su reflejo-, con Edd acariciándole la mejilla al feo ese. Me quedé ahí, inmóvil y silencioso, no iba a asustarlos con mi presencia -aunque hubiera sido muy chistoso-.

No podía escuchar bien lo que conversaban, estaban susurrando, pero creo que el comunista lo llamó... ¿Elskling? No tengo idea que significa. Podría ser un epíteto xenófobo perfectamente y nadie sabría. Pero el adicto a la CocaCola le sonrió, dándole un beso en la comisura de los labios -lo que creo que no sería muy lindo considerando que él fuma, se le va a pegar el olor a tabaco, ew-.


Creo que la emoción que sea que me haya dado -no sé si era shock o asco- fue demasiado, porque en eso me saco la cresta con no sé que y se terminaron separando por el escándalo que hice por accidente. Edd se me acercó, preguntando si estaba bien y si se podía reír de mí, pretendiendo que nada había pasado.

Eh, tuve que pretender que ví nada, y así por toda la tarde, y probablemente hasta que me muera. Definitivamente está saliendo con el rojo ese, lo que pensándolo bien, no es tan sorprendente. Ni la parte que sea un varón, ni la parte que sea alguien con el que comparte techo. Odio admitirlo, pero puede que quiera este tipo de relación con cierto pecoso mamón, así que en esos aspectos no le juzgo.

...Nada más digo que podría estar con literalmente cualquiera que no sea un otako pasado a sobaco y cigarro.

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