twenty-three. thoughts

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𝖙𝖜𝖊𝖓𝖙𝖞-𝖙𝖍𝖗𝖊𝖊 | 𝖙𝖍𝖔𝖚𝖌𝖍𝖙𝖘
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✶ ׅ ࣪ ᧔♡᧓




















Tse'tam se encontraba discutiendo con algunos nativos sobre algunos ataques que hubieron en algunas islas, no tan lejos de la isla Nocturcia, provocados por las personas del cielo, algo que sin duda preocupó y enfureció al líder de los
Noctergial.

—¿Está todo bien? —Tatyanne alzo la voz para que su padre le prestara atención.

Tse'tam se dio vuelta, dejando a un lado al nativo con el que estaba hablando para dirigirse ahora a su hija.

—Eso parece. —le indicó que se acercara—. Han atacado aquí —señaló el lugar en el mapa que yacía en la mesa—, buscaban a alguien. —su tono de voz cambió—. Adivina a quien. —desvió la mirada hacia la choza donde se hospedaban los Sully.

Tatyanne suspiró caminando al rededor del lugar tratando de pensar. Sabía muy bien las consecuencias que vendrían cuando aceptara a los Sully en su clan. Mucha gente iba a morir por ellos y eso no le agrado para nada a la joven líder.

Pero, ¿se arrepentía de haberlos aceptado en su hogar? Era claro que no. Sino no hubiera conocido a Neteyam, el chico que le daba paz y tranquilidad con su sola presencia. El chico con el que podía ser ella misma sin problema, con el que era feliz.

—¿Que haremos? —Tatyanne alzó ambas cejas expectante a la respuesta de su padre.

—Tu nada. Yo me haré cargo de esto. —caminó a la salida de la choza dejando con palabra a Tatyanne.

—P–pero... ¡papá! —exclamó indignada de que su padre la dejara de lado en un tema delicado como este—. Soy la Tsahìk, también es mi deber hacerme responsable por esto.

A veces Tatyanne odiaba que su padre le negara que se hiciera cargo de temas así. Ya no era una niña, era responsable, lo suficiente como para encargarse de algo así.

—Amor, esto es serio. —la alejó para seguir caminando—. ¡Luego muéstrame cómo vas con la canción! —grito para que ella oyera.

Pero la morada solo giró los ojos mientras maldecía en voz baja.

Noto como el cielo estaba en un tono gris, las nubes cubrían por completo el cielo azul. Tatyanne no era muy fan de ese clima, pues cuando empezaba a llover el agua le prohibía seguir con sus cosas.

Suspiró, fastidiada de todo lo que venía por su mente, su padre, las personas del cielo, los Sully, las personas que fueron atacadas, Neteyam... ¿Neteyam?

Ah, sí, Neteyam.

Una débil sonrisa se formó en los labios de la chica en cuanto lo vio caminar hacia ella con una sonrisa de lado.

En cuanto estuvo frente a ella sacó detrás de su espalda una flor morada. Cosa que provoco que Tatyanne muriera de ternura y olvidara todo lo ocurrido segundos antes.

—Que lindo, gracias. —besó su mejilla con velocidad para que nadie los viera y tomó la flor en sus manos.

Neteyam con las mejillas sonrojadas le sonrió a la chica. —No es nada, mereces más que una simple flor. —acarició el rostro de la chica que mostraba puro amor hacia él, cosa que encantó a Neteyam.

—Viniendo de ti, es más que suficiente. —acarició la mano del contrario.

Se sonrieron mutuamente e inconscientemente se acercaban poco a poco hasta el punto de que sus respiración se mezclaban.

—Oye linda cre... ¿Que pasa aquí? —ambos chicos al oír aquella voz se separaron de inmediato.

—¡Ao'nung! —exclamó Tatyanne asombrada de verlo allí, frente a ellos.

—¿Que hacían ustedes dos? —frunció el ceño mientras se cruzaba de brazos.

—¿N–nosotros? Nosotros... —la mente de la mirada se quedó en blanco, no sabía que decir con exactitud para zafarse de ese aprieto—. Nosotros...

—¿Y bien?

—Tatyanne tenía un sucio en la cara, así que se lo quite. —respondió Neteyam con simpleza en lo que se encogía de hombros luciendo despreocupado.

—¿Eso es cierto? —miró a su pareja esperando una confirmación. 

—S–sí. —la joven respondió como pudo. De verdad la ponía nerviosa estar con ambos al mismo tiempo.

Aunque a Neteyam le causaba algo de gracia estar frente aquel tipo ya que cada vez que podía se comía a besos a aquella increíble y hermosa mujer. Además de que le gustaba ver lo nerviosa que se ponía la chica. 

Ao'nung relajó el rostro, comiéndose la mentira. Aunque no le pareció muy convincente aquello, trató de calmarse con el pensamiento de que ella jamás se fijaría en aquel salvaje. Aparte de que no le era nada atractivo, no, claro que no, Tatyanne nunca se fijaría en él.

Pobre.

—¿Y la flor? —señaló la planta en su mano.

—Ou, eh, sabes que los niños son detallistas. —río nerviosa y Ao'nung asintió lentamente—.
¿Me necesitabas?

—Ah sí, ven, déjame mostrarte. —la tomó de la mano para guiarla hasta donde quería llegar.

Mientras Neteyam veía como se la llevaba arrastrada sin poder hacer nada. Apretó la mandíbula con mucha fuerza, se sorprendió de no haberse quebrado algún diente o algo parecido.

Solo esperaba que Tatyanne acabara con todo y lo escogiera a él para irse ellos dos, solos, lejos.

Le agradaba la idea. Mucho. Solo ellos dos... sin ningún Ao'nung o Tse'tam que los moleste cada dos por tres.

electric love   𖦹   neteyam sully ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora