five. kids

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✩ˑ ━━ ❛ 𝓒𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝓕𝐈𝐕𝐄 ❜ ┊ೃ
¡ 𝓴ids !
























La luz solar se abrió paso en la habitación de la chica violácea. Se levantó de la cama y bostezando fue a cambiarse de ropa para ir a trabajar.

Saludo a su padre con un beso y salió corriendo de su choza para encontrarse con los pequeñuelos. Entre ellos, estaba la menor de los Sully algo túmida y aislada de los demás. Eso consternó un poco a Tatyanne.

—Buenos días mis blommor. —sonrió y los niños hicieron lo mismo. Le hizo una seña a la pequeña Tuk para que se acercara y así la pequeña lo hizo—. Blommor, hoy tenemos a una nueva blomma, ella es Tuk, y espero que sea respetada como se debe, ¿entendido? —los niños asintieron y saludaron a Tuk.

Esta sonrió finalmente y les devolvió el saludo con algo de timidez.

—¿Donde esta Aaliyah? —le preguntó a los niños, estos negaron sin saber la respuesta.

—¿Quien es Aaliyah? —se atrevió a preguntar Tuk.

—Aaliyah es una niña muy linda de tu edad, es muy amable y juiciosa, estoy segura que serán buenas amigas. —explicó caminando de la mano con Tuk en busca de la niña llamada Aaliyah.

—Eso espero. —murmuró para ella. Pero Tatyanne pudo oírla, frunció los labios.

Caminaron hasta un grupo de jóvenes. —Kioam. —llamó esperando atención. El chico nombrado se acercó a la fémina líder—. ¿Sabes dónde está tu hermana?

—Ahí está. —señaló a la niña pequeña que se dirigía a ellos corriendo.

—Taty, lamentó la demora. —se disculpó con la respiración agitada.

—No hay problema, blomma, mira, te quiero presentar a Tuk, es una nueva amiga. —presentó a la más azulada y la pequeña violácea sonrió hacia la azulada.

—Es un gusto, Tuk. Soy Aaliyah, espero podamos ser amigas. —habló con dulzura y amabilidad, justo lo que Tuk esperaba.

Tatyanne tenía razón, pensó la omaticaya menor. Sonrió para Aaliyah y poco a poco se acercaron hasta quedar frente a la otra.

—Tu color es muy bonito, y tus trenzas. —halagó Aaliyah mirando a su nueva amiga con admiración.

—Gracias, tú también eres muy linda. —devolvió el elogio con una tierna sonrisa.

—Bueno, mis blommor, es hora de regresar con los otros. Vamos. —les extendió ambas manos a ambas niñas y estas las aceptaron para caminar de vuelta con los otros niños.

Cuando llegaron con los demás, había alguien más aparte de los niños, un chico azulado, alto y trenzado se encontraba siendo retenido por los niños, lo tomaban de la mano y le daban vueltas.

—¡Niños! —exclamó llamando la atención de todos, haciendo que pararan y dejaran al pobre Neteyam—. ¿Qué creen que hacen? —soltó la mano de las niñas y se encaminó hasta llegar frente a Neteyam—. Es una persona no un juguete.

—Está bien, yo acepté jugar con ellos. —se culpó por los niños pero eso no convenció a Tatyanne.

—Lo lamentamos, Taty. —se disculparon en unísono los pequeñuelos cabizbajos.

Tatyanne les hizo seña para que se fueran y estos obedecieron esparciéndose por el camino a jugar. Aaliyah tomó de la mano a Tuk para llevársela y poder presentársela a sus amigas y jugar.

—Si que son tu especialidad. —dijo Neteyam mirando a la chica morada con una sonrisa divertida.

—Lo son. —sonrió orgullosa—. Aunque, a ti no te va tan mal tampoco. —lo golpeó con su codo sin mucha fuerza.

—¿Que puedo decir? —se encogió de hombros sin borrar la sonrisa divertida.

—¿Te gustan los niños? —preguntó interesada.

—Algo, digo, tengo a Tuk. Creo que eso responde a tu respuesta. ¿A ti te gustan? —sonó igual de interesado.

—Yo amo a los niños. —expresó contenta y Neteyam río por la manera en que lo dijo, con tanta emoción y pasión—. Son simplemente... hermosos. —Neteyam asintió.

—Ya veo porque tu trabajo. —hizo aquella observación y Tatyanne asintió.

—Sí, solo espero que a mi pareja les guste igual. De lo contrario, me moriría. —eso hizo que ambos chicos rieran.

—¿Pareja? —Neteyam enarcó una ceja.

—Sí, bueno —suspiró—, soy la Tsahìk y mi padre no durará mucho tiempo así que debo conseguir a alguien para que me acompañe con mi labor. —explicó no muy contenta de hablar de ese tema.

No le agradaba mucho la idea de tener que casarse con alguien para seguir siendo la Tsahìk de su pueblo. O de lo contrario, alguien más sería elegido para esa tarea. Lo que molestaba a Tatyanne era que no podía gobernar ella sola.

—Se ve que no te agrada mucho esa idea. —notó Neteyam.

A Tatyanne le sorprendió lo observador que era Neteyam. Notaba cosas que otras personas no hacían, cosas mínimas. Pero le agrado que lo hiciera. Porqué la hacía sentir importante, interesante.

—No. —aceptó con una mueca—. Era eso o que papá se casara con alguien más para liderar. Pero él eligió que yo continuara liderando, le pareció más adecuado. —comentó con una leve sonrisa.

Verla sonreír hizo que él sonriera.

—Bueno, todo beneficio tiene su desventaja. —Tatyanne asintió estando de acuerdo con él—. ¿Y no ha llegado nadie a reclamar la mano de cierta dama? —bromeó y ella río de nuevo.

—Han llegado varías propuestas pero las he rechazado. —Neteyam suspiró aliviado de escuchar eso. Aún estaba libre, pensó.

—¿Por qué? —quiso saber.

—Aún no llega el indicado. —hubo un silencio—. Muchos antiguos líderes se han comprometido por más poder o por hacerlo, yo no. Yo quiero hacerlo...

—Por amor. —finalizó por ella. Tatyanne lo miró con un resplandeciente brillo en sus ojos.

Algo en Neteyam la hacía sentir rara. Pero en el bueno sentido. Aunque apenas acababan de conocerse, sentía una conexión especial con él.

—Sí. —asintió y le sonrió.

electric love   𖦹   neteyam sully ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora