Alma de dragón [Hiccup Haddock]

Ama de dragones

~NARRA CLAIRE~
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¡Buenos días a todos/as!, me presento, soy Claire y esto es mi pueblo...Berk.
Según lo que me contaron este solía ser un lugar sombrío y despiadado con los dragones, ahora solo es un hogar para ellos.
Llegue aquí huyendo de mi territorio, donde me echaron por defender a lo que ellos llamaban "bestias". Con crueldad me despojaron en una canoa en el medio del mar.

Una tarde luego de navegar por semanas, choque al fin con tierra firme y fue allí donde unos alaridos provenientes del centro de el pedazo de tierra flotante, me helaron la sangre. Sentí la necesidad de conducirme hacia ellos y así lo hice. Cuando llegue, no podía creer lo que veía, una Furia Nocturna estaba frente a mis ojos...Se la veía tan indefensa...que decidí ayudarla. Le saqué esas crueles redes que la habían derribado y ella como agradecimiento se quedo conmigo. La llame Nila (que significa "sagrada") ya que ella para mi había sido un acto sagrado.

Me mostró, que podía confiar en ella y fue así como me convertí en su jinete.

Luego de sobrevolar por horas el océano, me encontré con una isla en medio de la nada donde todos me recibieron de maravilla, me dieron cobijo y comida. Me trataron como si fuese una de los suyos.
Desde que llegue, entreno combate con una chica rubia llamada Astrid, somos muy amigas, siempre nos reunimos a volar o a entrenar. Ella solía hablar de un tal...¿Hiccup era su nombre? No se, no lo recuerdo bien. Que según todos es una maldición para Berk. Dijeron que era hijo de Estoico, pero el nunca hablaba de él, así que...prefiero no meterme en sus asuntos.

Llegue a reinar Berk gracias a que yo rendí protección absoluta sobre el pueblo, donde tuve que combatir con numerosos enemigos creando los mejores planes y encabezando el mejor escuadrón junto a mis amigos.
Tengo tantas tareas de reina que aveces me agotan y salgo a respirar a solas con Nila sobrevolando el archipiélago.

Siempre pensé que no era igual a los demás, siempre ponía la paz por delante de mi y el cuidado de los dragones por mas allá de cualquier cosa.
Desde que me mude aquí tengo un sentimiento un algo extraño...siento qué hay alguien ahí afuera que me está esperando, que tengo que salir a buscarlo, pero me da muy mala espina esa sensación.

Dejando de lado los problemas y los lamentos, estoy contenta de que la paz por fin esté asegurada en Berk.

Me conduje al comedor donde desayunaría junto a mis amigos, las carreras de dragones se acercan cada vez más y estoy súper ansiosa de ganar junto a Nila.

-Hola chicos- dije cuando llegue a mi asiento, en mi mesa, junto a mi escuadrón.

-Buen día Jefa- contestaron algunos.

Se escuchó a alguien entrar al comedor al unísono. Era nada más y nada menos que Eret, el hijo de Eret, que volvía de su larga expedición a las islas del norte. Rápidamente me pare y le estreche la mano.

-¡Eret! Que gusto verte, ¿Que encontraste?-pregunte ansiosa de su respuesta.

-Todo está mas que en paz Jefa, no hay nada de que preocuparse.

-No sabes cuánto me alegra oír eso- recargué mi brazo sobre sus hombros mientras largaba todo el aire que había estado conteniendo- Sientate, recién estamos desayunando-.